¿Qué personaje de ‘La Leyenda de Korra’ eres?
¿Eres un fanático de la serie animada 'La Leyenda de Korra'? ¿Te has preguntado alguna vez qué personaje de la serie te representa mejor? ¡Este es el momento de averiguarlo! En este quiz, podrás descubrir qué personaje de 'La Leyenda de Korra' se ajusta más a tu personalidad. ¿Eres un líder como Korra, un estratega como Mako, un artista como Bolin o un espíritu libre como Asami? Responde a las preguntas con sinceridad y descubre quién eres en el mundo de 'La Leyenda de Korra'. ¡Comenzar el quiz ahora y averigua qué personaje eres!

Sobre The Legend of Korra en pocas palabras:
La Leyenda de Korra es una serie de televisión animada que se desarrolla en el mundo ficticio de Avatar. La serie sigue a Korra, la nueva Avatar, mientras aprende a controlar sus habilidades y enfrenta a varios enemigos que amenazan la paz en la Ciudad República. A lo largo de la serie, Korra se enfrenta a una organización llamada los Igualitarios, un grupo de revolucionarios que buscan eliminar a los maestros del elemento y a la Avatar. También se enfrenta a un poderoso espíritu oscuro llamado Vaatu, que amenaza con destruir el equilibrio del mundo. La serie explora temas como la igualdad, la corrupción y la responsabilidad personal.
Conoce a los personajes de La Leyenda de Korra
Korra
Korra es puro fuego y empuje, siempre lista para dar un puñetazo si hace falta pero con una sonrisa enorme después, como si todo fuera parte de la aventura. Tiene ese orgullo de campeona que te rompe el corazón y te hace animarla hasta el final, aunque a veces sea testaferro de sí misma y haga las cosas por cabezonería. Le encanta demostrar que puede sola —y luego llama a todos en la primera crisis, claro—, y tiene una extraña afición por probar comidas raras entre misiones (sí, incluso esas cosas que huelen mal). A veces parece contradictoria, y eso la hace humana y totalmente maravillosa.
Bolin
Bolin es el bromista adorable, el que siempre tiene un chiste malo listo y te roba la escena sin proponérselo; te lo imaginas abrazando un montón de cojines y luego lanzándose a salvar a la gente. Es increíblemente leal, sorprendentemente intuitivo cuando menos te lo esperas, y tiene un corazón enorme que no sabe medir su propio tamaño. Le bailan las emociones en la cara —emociona, se entristece, se emociona otra vez— y además tiene este talento raro para meterse en líos ridículos pero con encanto. Ah, y jura que puede hacer cualquier comida más picante y que eso le da poderes, no insistas en llevarle salsa picante a un funeral.
Mako
Mako es ese tipo serio, medio sombrío, que parece que siempre vigila la puerta; rígido, responsable y con un sentido del deber que a veces pesa tanto que casi se le olvida respirar. Tiene un corazón romántico bajo la coraza —sí, le gustan los gestos grandiosos, aunque lo niegue con la boca pequeña— y es impecable en el trabajo, de esos que hacen el plan y lo ejecutan sin chistar (pero con tretas internas, claro). A veces es demasiado cauto y otras veces se deja llevar por la ira, lo que lo hace humano, imperfecto, y terriblemente interesante. Nunca subestimes su sentido del humor seco, sale cuando menos te lo esperas.
Tenzin
Tenzin es la encarnación del maestro sobrio y paciente, todo calma y respiración profunda, pero ojo, también tiene un lado cascarrabias que te saca una carcajada por sorpresa. Ama la tradición hasta el núcleo, pero no es inflexible; tiene momentos tiernos y sí, a veces hace chistes malos sobre la postura—y sí, los hace a sus hijos, qué vergüenza. Es profundamente sabio, un poco crítico consigo mismo, y sorprendentemente vulnerable detrás de la barba de sabiduría; también colecciona tazas de té con frases que nadie entiende. Lo sigues porque te enseña más con una mirada que muchos con mil discursos.
Shiro Shinobi
Shiro Shinobi —sí, ese tipo misterioso con sombra de ninja y una estética rarísima— parece salido de un cómic retro y no pasa desapercibido; silencioso, mortal y con un sentido del honor algo dramático. Tiene manías raras, como llevar un pañuelo doblado exactamente cuatro veces y preparar té a medianoche, aunque a veces se le olvida dónde lo dejó (clásico). Es habilidoso hasta el exceso, pero también puede ser tierno en situaciones imposibles —le dan pastelitos y se derrite, literal—, y su pasado tiene agujeros que le salen humo, lo cual lo hace intrigante a morir. A ratos es serio y otros ratos parece disfrutarse la oscuridad como si fuera una fiesta privada.
Naga
Naga es la compañera polar-bear-dog más leal del universo, gigante, adorable y con una mirada que dice “te cuido” aunque esté durmiendo con la lengua afuera. Tiene una paciencia infinita —y luego te sorprende con un arranque de energía y un salto que desafía la física—, y aunque es animal, tiene una vida emocional intensa, juraría que tiene un álbum mental de todas las personas que conoce. Protege, gruñe, lame; actúa como un armario con patas al que puedes confiar tus secretos y también tus bocadillos (ten cuidado). A veces parece un perro y otras veces un oso sabio; no sé explicarlo, es Naga y punto.
Asami Sato
Asami es elegante, brillante y letal en los negocios y en los talleres, una combinación que intimida y fascina a partes iguales; además tiene un estilo impecable que parece siempre recién salido de una portada de revista. Ingeniera nata, construye y arregla cosas como si fuera magia; y sí, puede arreglar un motor mientras te da una lección de economía y toma un té frío. Tiene un corazón fuerte y una capacidad para cuidar que sorprende porque no siempre lo muestra, y le gustan los placeres caros —pero en secreto devora comida grasienta a media noche, jurado eterno. A veces fría, a veces cálida, siempre compleja y siempre brillante.
Lin Beifong
Lin es dura como una placa de metal, con cara de pocos amigos y un sentido de justicia que no entiende de matices; la miras y piensas “no te metas” y punto. Pero tiene capas: debajo de esa coraza hay lealtad feroz, remordimientos ocultos y un humor seco que sale cuando menos te lo esperas (y te sorprende). Es mandona, es justa, y colecciona pequeñas victorias personales como si fueran trofeos —y también plantas que nunca dice cómo se llaman, secreto—. A veces parece invulnerable y luego la ves mirar una foto y se te parte el alma; un clásico.
Meelo
Meelo es energía pura personificada, el pequeño hiperactivo que te explota en la cara con una risa contagiosa y mil declaraciones al minuto; no tiene filtro y te ama o te reta sin escalas. Es imposible aburrirse con él: si hay silencio, lo llenará con trucos, chistes malos o acrobacias (a veces todo al mismo tiempo). A pesar de su caos, tiene una intuición sorprendente y frases profundas que salen de la nada, y además colecciona aviones de papel como si fueran reliquias. Contradictorio por naturaleza: inmaduro y sabio a trompicones, y absolutamente adorable.
Jinora
Jinora es calma profunda con ojos que te atraviesan, una mezcla de sabiduría antigua y curiosidad adolescente que te deja sin palabras; su presencia es como un susurro que manda. Es espiritual, serena y al mismo tiempo valiente: lidera sin alardes y con una certeza que impresiona; además, le encantan las pequeñas cosas raras, como coleccionar plumas de pájaro urbanas. A veces es tímida, otras es la voz más firme en una tormenta, y sí, tiene un sentido del humor seco que sale cuando se siente segura. Te da paz y también te empuja a ser mejor, contradictoria y perfecta.
