¿Quién eres de ‘Legend of the Galactic Heroes’?
¿Eres un fanático de la serie de anime 'Legend of the Galactic Heroes'? Si es así, este quiz es para ti. Este anime, también conocido como 'Ginga Eiyū Densetsu', ha sido aclamado por su compleja trama política y sus personajes memorables. ¿Te consideras un experto en la serie? ¿Puedes nombrar a todos los personajes principales y sus roles en la historia? ¿Recuerdas los detalles de las batallas espaciales épicas que se libraron en la serie? ¡Es hora de poner a prueba tus conocimientos! Haz clic en el botón 'Comenzar' a continuación para comenzar el quiz y descubrir quién eres de 'Legend of the Galactic Heroes'. ¡Buena suerte!

Sobre Legend of the Galactic Heroes en pocas palabras:
La Leyenda de los Héroes Galácticos es una serie de anime basada en una novela de ciencia ficción escrita por Yoshiki Tanaka. La serie sigue la historia de dos líderes militares opuestos: Reinhard von Lohengramm y Yang Wen-li, mientras luchan por el control del universo. La serie explora temas como la política, la guerra y la filosofía, y presenta una amplia variedad de personajes interesantes y complejos. Con una animación impresionante y una trama épica, La Leyenda de los Héroes Galácticos es una serie de anime que no te puedes perder.
Conoce a los personajes de Legend of the Galactic Heroes
Reinhard von Lohengramm
Reinhard es esa figura imponente que se come la pantalla: un genio militar y político con ambición descomunal y una presencia que obliga a la gente a mirar. Tiene esa mezcla de carisma frío y pasión ardiente por cambiar el mundo, siempre dos pasos por delante, pero juro que a veces parece un chico que colecciona conchas (sí, lo vi en fanart una vez y no lo puedo borrar). Es implacable cuando hay que serlo, pero también sorprendentemente sentimental en cosas raras —pinta cuadros o algo así, no sé— y eso lo hace irresistible. Lidera con puño y cabeza, quiere un nuevo orden y va a por ello aunque deje un caos detrás. En resumen: príncipe guerrero, estratega brillante, y con un ego que a veces parece pequeñito (o eso es lo que quiero creer).
Wolfgang Mittermeyer
Mittermeyer es el caballero de mil batallas, todos lo imaginan con capa, casco y una sonrisa cansada que no engaña a nadie. Leal hasta la médula, vive por el honor y por proteger a los suyos, con un sentido del deber que da miedo de lo grande que es. Tiene un aura de nobleza que choca con su costumbre de comerse dulces como si no hubiera mañana —eh, ¿quién lo diría?— y sí, es horrible perdiendo la calma pero siempre vuelve al control. Estratega sólido, práctico, el tipo de persona que arregla los problemas pegando primero y preguntando después (no siempre, pero muchas veces). Es básico pero profundo, serio pero con un extraño gusto por la poesía militar; un combo raro pero perfecto.
Julian Mintz
Julian es el chico idealista que se mete en el ojo del huracán, abogado, secretario, amigo leal y a ratos un héroe en proceso de convertirse en leyenda. Tiene esa mezcla de inocencia y firmeza que te derrite; humilde, trabajador, siempre intentando hacer lo correcto —aunque a veces se equivoca y aprende rápido—. Leal hasta el final con quien considera familia (sí, incluso con jefes caóticos), y además tiene manías de orden que contrastan con su escritorio eterno desastre. Es la brújula moral del grupo y también el que te prepara un café exactamente como te gusta, pero ojo: le gusta el riesgo en pequeñas dosis, no en plan kamikaze. En fin, adorable, valiente y sorprendentemente bueno contando chistes malos en momentos serios.
Yang Wen-li
Yang es la sorpresa eterna: una mente estratégica que odia la guerra pero que es capaz de escribir a la perfección el manual de “cómo ganarle a cualquiera”. Relajado, sarcástico, con una pereza calculada que te desconcierta porque cuando se pone serio arrasa. Ama la historia, la cerveza fría y las siestas invencibles (se cree minimalista pero tiene una montaña de libros). A veces parece que no le importa nada y luego te sorprende salvando el día con una maniobra que ni en sueños, y sí, tiene un sentido del humor que corta como navaja. Básicamente: genio accidental que se mete en el campo de batalla porque alguien tiene que parar las tonterías, y lo hace con elegancia despreocupada.
Frederica Greenhill
Frederica es esa secretaria/soldado/ángel guardián que aparece cuando nadie la espera y arregla todo con una sonrisa y una mirada que intimida. Extremadamente competente, sabe todo de logística, diplomacia y, si hace falta, de estrategia; además tiene una lealtad feroz que puedes sentir en el aire. Es elegante y súper formal, pero tiene manías curiosas como coleccionar muñecos o cantar en la ducha (o eso dicen), y a veces parece diminuta hasta que se pone seria, entonces se queda uno helado. Actúa de soporte perfecto pero no es de segunda fila, más bien tipo “aprovecha su ayuda antes de que se harte”. En resumen: la sombra que hace brillar al protagonista, con gesto refinado y puñal oculto (metafórico… o no).
Oskar von Reuenthal
Oskar es el arquetipo del general trágico: brillante, volcánico, con un orgullo que le abre y le cierra puertas a la vez, y una belleza desbordante en la estrategia. Tiene el temperamento de un huracán y el corazón, aparentemente, de terciopelo —llora en canciones, jura en reuniones—, así que sí, contradicciones everywhere y me encanta. Su alcoholismo y su obsesión por la gloria lo hacen peligroso, pero también lo vuelven humano, sí, demasiado humano para su propio bien. Charismático, impredecible, y con un pasado que lo persigue como sombra; uno de esos personajes que te hacen amar la tragedia. Al final te cae mal y después lo perdonas porque hace cosas ridículamente valientes (y luego vuelve a meter la pata).
Dusty Attemborough
Dusty es el tipo rudo, de campo, el corazón palpitante de la tropa; no es un genio táctico pero tiene algo que muchos no: una honestidad brutal y una pasión que contagia. Le gusta la cerveza, las canciones de bar y parecer más duro de lo que en realidad es —que es bastante—; también tiene momentos sorprendentemente tiernos que nadie se esperaría (como cuando cuida a animales, sí, en serio). No es el más fino en etiqueta, a veces mete la pata diplomáticamente, pero cuando la situación pide coraje, ahí está, sin pensarlo. Tiene un sentido del humor seco, camina con botas enormes y defiende a los suyos como si fueran su familia de verdad (porque lo son). En resumen: piel dura, corazón blando, y una lealtad que no se compra ni se vende.
Olivier Poplin
Olivier es elegante, calculador y con esa sonrisa que te hace desconfiar al instante; político y militar, siempre con una palabra precisa y una mano en la negociación. Es de los que hacen trampas con clase, si se puede decir así, pero también tiene una honestidad profesional rara que sorprende de vez en cuando. Ama el protocolo y el té (o era café, a veces confundo cosas), y tiene un ojo para leer a la gente como si fueran libros fáciles. Frío en apariencia, sin embargo hay momentos donde su humanidad sale a la luz, y eso te rompe un poco el esquema. En definitiva: estratega social, diplomático duro y elegante, un zorro con guantes de seda.
Walter von Schonkopf
Walter es el viejo halcón del cuerpo de mando, conservador, disciplinado y con una lealtad a la tradición que a veces parece de museo pero funciona. Tiene ese porte de oficial clásico, barba recortada en mi imaginación y una voz que manda respeto —aunque a veces también suelta un chiste seco que nadie esperaba—. Es firme en la doctrina, no le gustan las sorpresas, pero ojo, tiene un lado sorprendentemente sensible con la música y las pequeñas cosas domésticas (sí, ridículo pero cierto). Estricto pero no cruel, cree en órdenes y en responsabilidad personal, y espera que los demás se comporten igual. Lo ves y piensas “vieja escuela”, pero no confundas rigidez con falta de corazón; el señor sabe cuándo ser humano.
