Sobre Fate/Stay Night en pocas palabras:

Fate/Stay Night es una serie de anime que sigue la historia de un joven llamado Shirou Emiya, quien se ve involucrado en una guerra entre siete magos que luchan por el Santo Grial, un objeto mágico que puede conceder cualquier deseo. Cada mago tiene un espíritu heroico a su disposición, un guerrero legendario del pasado que les ayuda en la batalla. Shirou se une a la lucha con la ayuda de su espíritu heroico, Saber, y juntos deben enfrentar peligros y desafíos para alcanzar su objetivo. La serie explora temas como la identidad, la moralidad y el sacrificio, y presenta una emocionante trama llena de acción y aventura.

Conoce a los personajes de Fate/Stay Night

Shirou Emiya

Shirou es ese tipo que te hace querer pegarle y abrazarlo al mismo tiempo, en serio; idealista hasta el tuétano y con una terquedad casi heroica que da miedo. Se pasa el día arreglando cosas, quemando pan (no sé por qué siempre quema el pan) y practicando como si fuera a salvar el mundo mañana —y probablemente lo hará—. Tiene una mezcla rara de inocencia y determinación que lo hace adorable pero también peligroso cuando se empeña en “salvar a todos”. Ah, y sí, proyecta armas y piensa que todo se arregla con su justicia personal; a veces es muy lógico y otras totalmente impulsivo, como si ambos Shirou vivieran en el mismo cuerpo.

Saber

Saber es pura nobleza y honor envuelta en armadura, con esa mirada seria que te dice “te derrotaré” incluso antes de pelear. Es súper disciplinada, amante de la espada, pero también torpe con cosas cotidianas (probar té moderno fue un drama, créeme). Tiene un ego tranquilo, no del tipo ruidoso, pero si la provocas te recuerda por qué es una leyenda; y sí, hay un corazón tierno ahí escondido entre protocolos y batallas. A veces parece fría y otras veces se sonroja por tonterías románticas —confieso que eso la hace aún mejor—.

Rin Tohsaka

Rin es la tsundere por excelencia: inteligente, orgullosa y con una moralidad propia que a veces da miedo porque pega cuando menos lo esperas. Experta en magia de joyas, súper organizada y a la vez secretamente caótica en cosas sentimentales (y tiene una sonrisa que dice “te voy a ganar” siempre). Es mandona, le encanta llevar la voz cantante, pero también es increíblemente leal y protectora con quienes quiere; además, tiene un lado tierno con gatitos o, no sé, con peluches que nadie imagina. A veces actúa dura y otras veces compra cosas cursis a escondidas, ¿quién lo diría?

Archer

Archer es sarcasmo puro y humo, ese tipo que te suelta la verdad de la forma más cruel pero con estilo, y sí, guarda muchos secretos (spoiler: no es lo que parece). Es cínico, vive desilusionado pero no puede evitar meterse cuando algo le importa; además, tiene manos para luchar y un pasado que lo carcome. Le gusta picar a todos, sobre todo a Shirou, y tiene un sentido del humor seco que mata —literalmente a veces—. Está lleno de contradicciones: reniega de los ideales pero los defiende con uñas y dientes cuando hace falta.

Sakura Matou

Sakura da la sensación de flor suave pero con raíces envenenadas; dulce, callada, con una sonrisa que pretende no decir demasiado, pero hay tormenta dentro. Tiene un pasado traumático y una fuerza escondida que aparece en momentos que cortan la respiración, y también cultiva flores o plantas (¿le gustan las fresas? creo que sí). Por fuera es tímida y atenta, por dentro puede ser feroz y, eh, un poco peligrosa cuando el control se rompe —y eso la hace fascinante y trágica a la vez. A veces se comporta como una hermanita adorable y otras como una guerrera que no pide permiso.

Rider

Rider es la mezcla perfecta entre misterio y carisma: sensual, sarcástica y tremendamente leal a quien considera su “amo” (y lo defiende con uñas y garras). Tiene un aire mitológico, gustos exóticos y una risa que te mete en problemas; vale, también es un poquito dramática, lo admito. Le interesan las cosas bellas y perfumadas, pero nadie le pidas que limpie la casa porque eso no es su estilo —aunque podría, si quisiera, con magia y glamour. Hay algo tragicómico en ella: es toda pasión y también secretamente insegura, lo que la hace humana y redonda.

Illyasviel “Illya” von Einzbern

Illya es la personificación de “pequeña pero mortal”, una niña con cara de muñeca que puede darte un abrazo y luego invocar algo terrorífico; no es normal y me encanta. Es mimada, teatral y a veces insoportable (es oficial, hace drama por todo), pero también tiene momentos de ternura genuina que te rompen el corazón. Ama los dulces, los vestidos y ser el centro de atención, y al mismo tiempo es una máquina de batalla con poderes heredados y algunos traumas familiares raros. Es contradictoria por diseño: adorable y despiadada, infantil pero con una claridad fría en combate, como si fuera dos personajes en uno.

Kirei Kotomine

Kirei es el tipo que te mira con ojos tranquilos y te hace sentir que hay algo muy mal en el mundo, pero extremadamente refinado, como un té servido con una sonrisa hueca. Es sacerdote, calculador y a veces se confunde a sí mismo con pequeñas curiosidades sobre el placer del dolor ajeno (sí, un poco perturbador). Tiene una calma que asusta y una falta de rumbo moral que lo hace fascinante; no sabes si lo odias o lo temes —y a veces ambas cosas—. Hay momentos en que parece genuinamente intrigado por las emociones humanas, lo cual es raro viniendo de alguien tan controlado, y eso lo hace aún más peligroso.

Gilgamesh

Gilgamesh es el rey que se cree y con razón: arrogante, dorado, y con un ego que podría tapar el sol, pero también irresistible si te gustan los villanos con estilo. Coleccionista de tesoros, desprecia a los “mortales” en general pero luego se pone a jugar con ellos como si fueran juguetes; es cruel, divertido y espectáculo puro. Tiene un sentido del humor infantil (se burla sin piedad) y, a ratos, una especie de respeto por los pocos que lo sorprenden, lo cual es casi adorable viniendo de él. Todo en él brilla, literal y figurativamente, y te deja pensando “podría odiarlo, pero es demasiado entretenido”.