Sobre Disenchantment en pocas palabras:

Disenchantment es una serie de televisión animada creada por Matt Groening, el creador de Los Simpson y Futurama. La serie sigue las aventuras de una princesa alcohólica llamada Bean, su compañero demonio Luci y su amigo Elfo mientras exploran el reino medieval de Dreamland. La serie es conocida por su humor irreverente y su estilo de animación distintivo. A lo largo de la serie, Bean y sus amigos se enfrentan a una variedad de desafíos, desde enemigos mortales hasta crisis personales, mientras intentan encontrar su lugar en el mundo. Disenchantment es una serie divertida y emocionante que ofrece una mirada única al mundo de la fantasía medieval.

Conoce a los personajes de Disenchantment

Princess Bean

Bean es un torbellino en falda real, la princesa que huye, bebe mucho y se mete en líos sólo por diversión (o por accidente, depende del día). Es valiente, testaruda y con un sentido de la lealtad que brilla incluso cuando hace tonterías enormes; en serio, la quieres aunque te robe el mapa y la última pinta. Tiene una relación complicada con la responsabilidad: la odia, la abraza, la vuelve a lanzar por la ventana (sí, literal). Ah, y siempre dice que odia las coronas pero secretamente colecciona sombreritos extraños en el armario; no sé cómo cabe todo eso en una sola cabeza.

Elfo

Elfo es el optimista eterno, tipo “si la vida te da limones haz un picnic” pero con más confusión social y menos sentido de la moda. Tiene un corazón enorme, es un poco ingenuo y siempre está listo para ayudar, aunque su idea de ayudar incluya abrazar árboles o hacer amigos con las cosas más raras. A veces es increíblemente útil y otras veces actúa como si las instrucciones fueran sugestiones, lo que me mata de ternura. Y sí, le encanta la naturaleza pero también tiene una colección sospechosa de calcetines que no combinan; quién lo entiende.

Luci

Luci es el demonio en miniatura que vive para el caos y los comentarios sarcásticos, pero también es ese amigo tóxico que nunca te abandona en una pelea (lo digo con cariño, o miedo). Es pícaro, ingenioso y se regodea en las malas decisiones ajenas, todo mientras te ofrece una copa de veneno con una sonrisa. Tiene una sorprendente habilidad para la ternura en momentos inapropiados, y por alguna razón colecciona servilletas con garabatos malos. Ah, y no, no es muy bueno con las explicaciones largas; mejor dedícate a mirar sus ojos y luego corre.

King Zog

Zog es el rey pedazo de pan que quiere ser valiente pero suele ser más de “huy, ¿qué fue eso?”; o sea, cómico y entrañable a partes iguales. Es patriarca ruidoso, mujeriego empedernido (sí, lo dice la historia y no, no lo juzgamos… mucho) y siempre intenta aparentar autoridad mientras su corona le queda grande literalmente. Tiene momentos de grandeza absurda donde toma decisiones sorprendentes, y luego se esconde tras una silla por miedo a las consecuencias; el hombre es un poema. Y curiosidad inútil: parece gustarle coleccionar cucharas de plata, o eso recuerdo entre borrones y cuentos.

Queen Oona

Oona es la reina rana que maneja la casa con mano firme y ojos fríos, pragmática y más afilada de lo que cualquiera espera. Tiene un comportamiento sereno que te dice “no me subestimes” y suele resolver problemas con una mezcla de lógica y un toque intimidante (sí, intimidante con elegancia). A veces es maternal y otras es absolutamente implacable, lo que la hace impredecible en el mejor sentido. Pequeño detalle adorable: cocina con recetas extrañas que nadie puede describir bien, pero siempre quedan bien, tbh.

Bonnie Prince Derek

Derek es ese príncipe bonachón que parece sacado de un cuento de niños… si el cuento tuviera más siestas y menos sentido común. Es medio torpe, confiable al 70% (porque el 30% restante es que tropieza con su propia espada) y tiene una dulzura que enloquece a la gente por alguna razón inexplicable. A veces se vuelve sorprendentemente valiente, otras veces necesita que le recuerden dónde puso la corona; ambas son igual de adorables. Y sí, colecciona pajaritas o sombreros—no estoy seguro—pero estoy seguro de que le quedan bien.

Pendergast

Pendergast es la sombra elegante y calculadora en los pasillos del poder, ese consejero que sonríe mientras mueve piezas que nadie vio venir. Manipulador, inteligente y con una paciencia de monje (o de araña esperando a su presa), siempre parece saber más de lo que debería saber cualquiera. Tiene un gusto nato por las intrigas y por firmar documentos que cambian destinos, y por alguna razón usa guantes aunque no tenga frío; detalles. Aunque tiemblas con él, también te fascina, porque es el tipo de villano con estilo y curvas argumentales.

Odval

Odval es el burócrata supremo, el suegro de la firma, amante de sellos y decretos, y con esa sonrisa que dice “lo resolveré” mientras traza planes terribles. Es pedante y meticuloso, adora la etiqueta y las leyes (a veces más que a las personas), y tiene una lealtad por conveniencia que le queda pintada. Le encanta la ornamentación oficial, la pluma bien afilada y hablar en frases largas que te dan sueño, pero cuidado: no es idiota. También creo que tiene un escarabajo de compañía o una cosa rara, porque todo el mundo tiene algo raro, ¿no?

Prince Merkimer

Merkimer es el príncipe rival que intenta ser imponente pero a veces sale como un catálogo de poses; tiene ego, ambición y un sentido del drama que roza lo teatral. Busca el reconocimiento, le gusta las ceremonias y siempre quiere brillar, aunque su plan A falle con frecuencia (y su plan B también). Es vanidoso pero no malvado del todo; más bien es ese tipo que se cree protagonista y a veces lo es. Ah, y pasa mucho tiempo puliendo su armadura y practicando sonrisas; no sé si eso es triste o adorable.

Queen Dagmar

Dagmar es la madre oscura y magnética que te hipnotiza con una mirada y luego te enreda en planes de domino emocional, tipo villana clásica pero con capas y capas de trauma. Es fría, calculadora y a la vez capaz de actos de cariño que te confunden totalmente; la amas y la odias en la misma escena. Tiene poderes inquietantes y una obsesión con el destino que la hace peligrosa, pero también le gusta tejer (sí, en serio) y hacer regalos raros. En resumen: hermosa, aterradora, maternal ocasional y definitivamente no alguien con quien bromear; aunque a veces cuenta chistes malos y te sorprende.