Stargirl: ¿Qué miembro de la Sociedad de la Injusticia eres?
¿Eres fanático de la serie Stargirl? ¿Te has preguntado alguna vez qué miembro de la Sociedad de la Injusticia serías? ¡Este quiz es para ti! Prepárate para descubrir qué personaje de esta serie de anime o televisión se ajusta más a tu personalidad. ¿Eres más bien un líder como Brainwave o un seguidor leal como Icicle? ¿O tal vez eres un villano solitario como Solomon Grundy? ¡Solo hay una forma de averiguarlo! Haz clic en el botón Comenzar a continuación para empezar el quiz y descubrir a qué miembro de la Sociedad de la Injusticia te pareces más. ¡Que empiece la diversión!

Sobre Stargirl en pocas palabras:
Stargirl es una serie de anime que sigue la vida de una joven llamada Izumi, quien descubre que tiene habilidades mágicas y es elegida para ser la próxima Stargirl. Junto a sus amigos, lucha contra las fuerzas del mal para proteger su mundo. La serie está llena de acción, aventura y misterio, y ofrece una vista única del universo de Stargirl. Con personajes interesantes y una trama emocionante, Stargirl es una serie que no te puedes perder.
Conoce a los miembros de la Sociedad de la Injusticia de Stargirl
The Gambler
El Gambler es ese tipo que vive por el riesgo y las apuestas, siempre fingiendo que todo es una broma cuando en realidad está calculando el siguiente movimiento. Charm puro, sonrisa ladeada y una baraja escondida donde nadie mira (o eso dice, ja), pero también tiene una disciplina rara que no esperas de alguien tan “alocado”. Le encanta el dramatismo, los sombreros y las historias que no terminan de encajar; a veces parece cobarde, otras veces se lanza sin pensar. Y sí, tiene manía de tocarse la ficha de la suerte antes de tomar decisiones importantes —o eso cree—.
The Fiddler
El Fiddler es drama puro con un violín de la muerte —bueno, no literalmente siempre, pero casi—, hace música que da escalofríos y es capaz de manipular sentimientos con un arpegio. Tiene una elegancia rara, como un virtuoso decadente, y al mismo tiempo huele un poco a tabaco y a viejas salas de ensayo (adorable y perturbador). Le encanta el público pero dice que lo odia cuando en realidad vive por la ovación; a veces es romántico y otras un poco sádico, sí. Y ojo, colecciona partituras con anotaciones en tinta roja; no sé por qué, pero me choca y me encanta.
Tigress
Tigress es pura garra, velocidad y sarcasmo; una cazadora con estilo que disfruta la adrenalina como quien toma café por la mañana. Tiene una estética felina total: sigilosa, elegante y con una risa que corta, aunque guarda un lado sorprendentemente tierno que aparece con animales (sí, con animales, no con humanos). Usa un látigo o unas garras según el día, y suele subestimar a quienes la infravaloran —error garrafal, por cierto—. A veces actúa por orgullo, otras por convicción, y cada tanto se pone a ronronear de manera extraña cuando está feliz (o eso creo).
Sportsmaster
Sportsmaster vive para ganar, punto; disciplina absoluta, entrenamiento extremo y un ego que mide en medallas y sudor. Es táctico, tramposo cuando es necesario y tiene una manera casi deportiva de planear el crimen —todo en el reglamento menos la ética—. Le encantan los trofeos (colección gigantesca) y a la vez presume de “jugar limpio” aunque nadie le crea del todo, je. Es competitivo hasta con su propia sombra y, sorpresa, tiene una rutina de estiramiento que nunca salta ni aunque el mundo se esté acabando.
Dragon King
Dragon King es terrorífico y fascinante a la vez: científico loco con estética de emperador, obsesionado con la perfección biológica y la “grandeza” (todo en mayúsculas, literalmente). Tiene laboratorios de pesadilla, una máscara rarísima y un orgullo que podría ahogar un océano; también colecciona porcelana china, sí, como para despistar. Habla como si estuviera escribiendo un tratado y a veces le sale un cariño raro por las tradiciones familiares (confuso, ¿no?). Lo mejor/peor es que parece frío pero guarda un trauma antiguo, y eso lo hace impredecible e hipnótico.
The Wizard
The Wizard mezcla prestidigitación con cosas oscuras; es showman que te hipnotiza y luego saca una trampa de la manga, todo con guante blanco. Encantador, manipulador y con un sentido del humor muy británico (o quizá no, pero lo intenta). Le gusta la apariencia de caballero refinado y al mismo tiempo hace cosas bastante rastreras —contraste deluxe—. Y sí, colecciona relojes antiguos y rompe uno cada vez que miente (no sé si eso es literal, pero imagínatelo).
The Shade
The Shade es melancolía hecha persona, poderes de sombra y una voz que podría declamar poesía en una cafetería solitaria y aún así darte escalofríos. Es viejo, cínico y a veces sorprendentemente sarcástico; guarda eras de secretos y casi siempre tiene un paraguas porque es estiloso y misterioso (paraguas, en serio). Dice que no le importan los humanos pero se nota cuando se preocupa; ojo, muy de vez en cuando saca un chiste pésimo que nadie esperaba y te derrite. Contradictorio hasta la médula: eterno y a la vez muy, muy humano.
Icicle
Icicle es literal frío con piernas: calmado, calculador y capaz de congelarte la paciencia —y la calle— con solo mirarlo. Tiene esa estética de villano invernal, abrigo largo y una calma que da miedo; por dentro probablemente es un huracán, pero lo oculta muy bien. Le gustan las estructuras, la lógica y… pastelillos? Sí, imagina que le encantan los cupcakes. A veces actúa con ética retorcida de “orden” y otras con emoción pura: lo ves tomar una decisión fría y de pronto se le escapa un gesto paternal raro.
Solomon Grundy
Solomon Grundy es bruto, simple y entrañablemente extraño; habla en rimas, se despierta con el sol… bueno, en cómics clásicos rima con su propio nombre y es todo un personaje. Fuerza bruta que da igual cuántas veces lo derrotes, vuelve (es un mito, literal). Tiene momentos tiernos y a veces te mira como si estuviera triste por existir, y luego aplasta una pared —drama constante. Ah, y le encantan las flores (sí, en serio), lo cual es bonito y lo hace más raro de lo que ya es.
Brainwave
Brainwave es pura inteligencia desbordada con un ego que ocupa la mitad de la habitación; telepatía, poderes mentales y un narcisismo académico que quema. Es brillante y peligroso: manipula mentes como quien mueve piezas en un tablero de ajedrez, y odia perder (y eso lo hace mortal). Tiene un aire de profesor loco —corbata impecable, mirada penetrante— y a la vez hay una soledad enorme detrás de ese control total. A veces actúa como padre protector y otras como tirano frío; confuso, sí, pero fascinante.
