Sobre Fruits Basket en pocas palabras:

Fruits Basket es una serie de anime que cuenta la historia de Tohru Honda, una chica huérfana que vive en una tienda de campaña después de la muerte de su madre. Un día, Tohru se encuentra con la familia Sohma, quienes tienen una maldición que los convierte en animales del zodiaco chino cuando son abrazados por alguien del sexo opuesto. Tohru promete mantener el secreto de la maldición y comienza a vivir con los Sohma, donde aprende sobre sus vidas y problemas personales. La serie explora temas de amor, amistad, familia y aceptación de uno mismo.

Conoce a los personajes de Fruits Basket

Hiro Sohma

Hiro es ese primo encantador que siempre tiene una sonrisa y una broma lista, tipo “ay, qué lindo” pero en serio, muy protector con la familia. Coqueto y algo atolondrado, puede pasar de payaso a serio en un parpadeo, y a veces te sorprende con consejos raramente profundos. Tiene un lado travieso que lo hace quererlo u odiarlo (por lo menos por cinco minutos), y también parece olvidar dónde dejó las llaves todo el tiempo, aunque nunca olvida a quién cuidar. Ah, y jura que le encantan las películas románticas aunque se burle de ellas en voz alta.

Kisa Sohma

Kisa es la personita dulce y tímida que te rompe el corazón porque es frágil pero mucho más fuerte de lo que aparenta. Callada, con ojitos enormes y un instinto protector salvaje si alguien la necesita, es una mezcla de conejo asustadizo y leona cuando se enciende. A veces parece tener cero sentido del humor y de repente suelta cosas absurdas (como coleccionar calcetines con estampado raro), lo cual la hace adorable y confusa al mismo tiempo. De verdad, una mini bomba emocional que te hace querer abrazarla y darle pastel… o algo así.

Hatori Sohma

Hatori es el típico adulto responsable que carga con todo y lo hace ver fácil, pero spoiler: no es fácil, y se nota en sus ojos. Médico serio, reservado, con pasado trágico y una calma que a veces da miedo porque es casi estoica; sin embargo tiene pequeños gestos suaves que te derriten (guardará tu paraguas sin decir nada). Es de los que no habla mucho pero cuando lo hace tiene peso, aunque cada tanto aparece con un libro tonto o una broma seca que te vuelve a recordar que es humano. Hay algo como melancolía elegante en él, y sí, secretamente le gustan las historias de amor antiguas (no lo grites).

Kagura Sohma

Kagura es puro fuego; intensa, dramática y con celos del tamaño de una montaña, pero también es tierna en su manera desordenada. Apoya incondicionalmente (sobre todo a Kyo) y cada gesto suyo tiene un volumen máximo: si gritas, ella grita más alto, si amas, ama a lo grande. A veces te hace reír con sus ocurrencias románticas y otras te parte el corazón con su nostalgia, y además es sorprendentemente buena en cosas delicadas como cocinar… o eso dice, porque su cocina puede ser un caos. Tiene un corazón gigante envuelto en fierros y dulces, una combinación rara pero efectiva.

Ayame Sohma

Ayame es teatro ambulante: extravagante, dramático y con un gusto por la moda que no conoce límites (y sí, él realmente usa esos trajes). Tiene un talento para aparecer en el momento más inesperado y soltar frases que sólo él entiende, pero también hay una ternura enorme cuando habla de Yuki; adorablemente sobreprotector y terriblemente cursi. Sus historias son kilométricas y a veces contradictorias (¿fue soldado o diseñador? Bueno, fue ambas cosas, supongo), y encima colecciona souvenirs rarísimos de sus viajes. Es imposible que pase desapercibido y, sinceramente, no queremos que lo haga.

Isuzu (Rin) Sohma

Rin es la mezcla perfecta de fría y ardiente, parece imponente y calculadora pero por dentro está hecha de lealtad absoluta. Madre sustituta de su manera, severa y directa, no anda con medias tintas y te dice la verdad aunque duela; sin embargo, tiene momentos blanditos donde compra cosas cursis en secreto (sí, le gustan las cosas pequeñas y bonitas). Es dura, intensa y a veces incomprendida, y aunque jura que no necesita a nadie, sus acciones hablan distinto. Peligrosa cuando se enoja, tierna cuando se suelta, y siempre un poco impredecible.

Arisa Uotani

Arisa es pura energía: ex-delinquente con corazón de oro, golpea fuerte pero abraza más fuerte todavía. Fuerte físicamente y emocionalmente, leal hasta la médula, siempre lista para defender a sus amigas con una furia adorable; a la vez lee poesías tristes cuando nadie la ve (lo juro). Tiene un sentido del humor seco y una paciencia infinita para las rarezas ajenas, y entre puñetazos y risas se revela como esa especie de hermana mayor que todos queremos. Y sí, le encanta el té y las cosas simples, aunque su aspecto diga otra cosa.

Tohru Honda

Tohru es un torbellino de bondad con una capacidad absurda para perdonar y ver lo mejor en la gente, a veces hasta en exceso. Siempre optimista, casi naíf, pero también sorprendentemente práctica cuando la situación lo exige; su amabilidad no es debilidad, es fuerza pura —no sé cómo lo hace—. Ama cocinar, limpiar (obsesivamente), y su sonrisa tiene la habilidad de arreglar días enteros, aunque a veces se olvida de sí misma en el proceso. Tiene esa inocencia que se siente casi mágica, y también una perseverancia de hierro que termina cambiando a los demás.

Kyo Sohma

Kyo es el volcán: temperamental, directo, con un orgullo que le pesa pero que también lo impulsa a mejorar, y sí, peleará si es necesario (mucho). Interiormente está lleno de inseguridades y culpa, lo cual lo hace explosivo pero también increíblemente humano; en el fondo es un romántico torpe que no sabe cómo decir las cosas sin gruñir. Quiere desesperadamente ser aceptado, odia ser débil pero a veces es terriblemente tierno (sobre todo con quien quiere). Es el tipo de personaje que te hace querer gritar “¡abrázalo!” y también verlo pelear cinco minutos después, todo en un mismo día.

Yuki Sohma

Yuki parece perfecto: elegante, tranquilo, casi príncipe de colegio, pero por dentro es un lío de inseguridades que pocos ven. Tiene ese porte frío y pulcro, sonrisa melancólica y fama de distante, pero cuando baja la guardia es encantador y sorprendentemente vulnerable (y sí, le gusta el pudding, don’t judge). Es inteligente, educado hasta lo extremo y con una historia que pesa, lo que lo hace compasivo aunque a veces se esconda detrás del “bien”. En resumen: hermoso por fuera, complicado por dentro, y con una dulzura que aparece en los mejores momentos.