Sobre Kakegurui en pocas palabras:

Kakegurui es una serie de anime que se desarrolla en una escuela privada exclusiva para hijos de familias ricas y poderosas. La protagonista, Yumeko Jabami, es una estudiante de intercambio que parece ser una chica tímida e inocente, pero en realidad es una adicta al juego que disfruta de la emoción de arriesgar todo lo que tiene. En esta escuela, los estudiantes juegan juegos de azar y apuestan grandes sumas de dinero para subir en la jerarquía escolar. La serie sigue a Yumeko mientras se enfrenta a diferentes oponentes en juegos cada vez más peligrosos y emocionantes.

Conoce a los personajes de Kakegurui

Ryota Suzui

¡Ryota es ese chico que te rompe el corazón de lo bonachón que es! Tímido, leal hasta doler y siempre un poco agotado por las locuras de los demás (especialmente las de Yumeko). Parece débil pero tiene una terquedad sorprendente cuando importa, y sí, se sonroja con cualquier cumplido — a veces casi parece un héroe secundario clásico. Tiene la manía rara de hacer caras muy expresivas cuando está nervioso, como si toda su alma se escapara por la boca.

Midari Ikishima

Midari es pura adrenalina embotellada, una bomba con lazos y vendas, literal y figurativamente, y sí, casi siempre con un arma rara cerca. Es masoquista, ama el peligro y canta como si todo fuera un musical cuando algo va a estallar (bueno, no siempre canta, a veces sólo ríe). Inquietante y apasionada, puede ser terrorífica y a la vez extrañamente adorable en su obsesión por el riesgo. No es la más lógica del grupo, pero es imposible no mirarla cuando aparece; además colecciona relojes rotos o algo así, no preguntes.

Erimi Mushibami

Erimi tiene ese aura de misterio que te hace preguntarte qué come por las noches (insectos? es broma… tal vez). Silenciosa, con una presencia fría pero con destellos de emoción que aparecen como relámpagos, y parece que disfruta observando cómo se desenrollan las cosas antes de intervenir. Puede sonar contradictorio, porque a veces es sorprendentemente cariñosa con la gente que le cae bien, aunque nunca lo admitiría en voz alta. Tiene manías raras, tipo arreglar el pelo de otros cuando nadie la mira — súper creepy y dulce al mismo tiempo.

Ririka Momobami

Ririka es pequeña, callada y letalamente calculadora; la típica persona que parece inofensiva hasta que te das cuenta de que lleva diez pasos de ventaja. Tiene una sonrisa muy tranquila que no sabes si es verdadera o una máscara (spoiler: probablemente ambas). Le gusta pasar desapercibida y jugar con las reglas desde la sombra, y sí, a veces se le olvida que está manipulando a alguien porque se distrajo con un lazo de cabello bonito. A veces parece una hermana pequeña adorable, otras veces es la estratega que organiza todo; un popurrí raro y perfecto.

Itsuki Sumeragi

Itsuki da la impresión de ser el estudiante modelo: orden, puntualidad y una sonrisa impecable, pero no te confíes, detrás hay una vena de… rebelión ordenada. Ama las reglas pero disfruta torcerlas de manera elegante, como si hiciera origami con la burocracia escolar. Es meticuloso, algo neurótico con los detalles, y sin embargo tiene hobbies absurdos (tejer a las tres de la mañana, ¿en serio?). Un poco contradictorio, siempre tratando de mantener la compostura mientras secretamente planea su próxima jugada.

Sumika Warakubami

Sumika parece salida de una canción pop: alegre, ruidosa y con una risa contagiosa que enmascara cosas más oscuras. Es muy simpática y sociable, siempre rodeada de gente, pero cuando juega se vuelve fría y sorprendentemente calculadora — no lo verías venir hasta que es demasiado tarde. Tiene esa chispa de “amiga de todos” pero también un orgullo feroz que la impulsa a competir hasta el final. Y sí, colecciona delantales raros (creo) y a veces se queda en blanco cuando alguien le habla de política.

Runa Yomozuki

Runa es todo el drama y la teatralidad; anuncia como si la vida fuera un espectáculo eterno y de verdad, ¡y probablemente lo cree! Tiene esa voz perfecta para la cuenta regresiva y un sentido del show que raya en lo obsesivo, con accesorios ridículos y un peinado que desafía la gravedad. Detrás del glamour hay una mente muy observadora, le encanta el ruido y la emoción del público (y sí, a veces exagera las cosas para hacerlas más sabrosas). Es exagerada, encantadora y un poco imparable — siempre con un caramelo en la boca o algo por el estilo.

Mary Saotome

Mary es elegante, aguda y, sinceramente, encantadora en su orgullo; empezó como rival pero terminó siendo mucho más compleja que eso. Tiene ese aire de “te voy a pasar por encima con una sonrisa”, súper competitiva y orgullosa, pero también tiene un lado sorprendentemente leal (aunque no lo confiese). Puede ser cruel y encantadora a la vez, es como té amargo con un toque de azúcar, y tiene manías muy refinadas: le gusta practicar reverencias o algo así, no sé por qué lo recuerdo. Es de las que te mira y sabes que está calculando tus probabilidades antes de hablar.

Kirari Momobami

Kirari es la reina fría y juguetona del tablero, elegante hasta en el modo de respirar y terriblemente eficiente. Tiene esa mezcla de calma imperial y diversión maliciosa, como quien mueve piezas de ajedrez y sonríe mientras lo hace; adorable y escalofriante a la vez. Es manipuladora, inteligente y un poco niña caprichosa cuando se aburre (pero ojo: su aburrimiento puede ser peligroso). Colecciona tazas de té o drones o algo elegante, y siempre parece estar dos pasos por delante — y diez pasos por encima.

Yumeko Jabami

Yumeko es puro fuego y ternura mezclados: se ve delicada y adorable, pero cuando huele el peligro del juego se transforma en algo magnético y aterrador. Vive por la emoción del riesgo, no por el dinero (eso dice, aunque quién sabe), con una risa tan contagiosa que te arrastra solo con escucharla. Es impredecible, generosa y totalmente obcecada con el “thrill”, a veces habla bonito y luego hace cosas que no tenían sentido pero funcionan. Tiene esa manía de inclinar la cabeza cuando está emocionada y, sí, le brillan los ojos como si fuera Navidad siempre que apuesta.