Sobre Tower of God en pocas palabras:

Tower of God es una serie de anime que sigue la historia de un joven llamado Bam, quien entra en una torre misteriosa para encontrar a su amiga Rachel. La torre está llena de peligros y desafíos, y cada nivel tiene una prueba que deben pasar los participantes para avanzar. Bam hace amigos y enemigos en su camino hacia la cima de la torre, mientras descubre secretos oscuros sobre su pasado y el propósito de la torre. La serie es emocionante y llena de acción, con personajes interesantes y un mundo intrigante.

Conoce a los personajes de Tower of God

Khun

Khun es el estratega brillante y un poco sardónico que siempre tiene un plan (o diez) aunque a veces se anda por las ramas con sus propios trucos. Frío en la superficie pero con un cariño raro y calculado hacia su gente —y sí, come demasiadas galletas, aunque a veces dice que no le gustan las cosas dulces, no sé por qué miente—. Es leal en su manera retorcida, manipulador con una ética muy personal y un sentido del humor seco que te atrapa. Siempre parece tres pasos adelante y cinco pasos orgulloso, como si disfrutara ser misterioso aunque se enoje si lo llaman calculador.

Rak

Rak es el bruto adorable: aplasta con su maza y luego te invita a cenar, todo en el mismo día. Honesto hasta la médula, con una confianza exagerada que a veces se ve divertida porque también se asusta de cosas pequeñas (¿insectos? sí, insectos). Es protector, ruidoso, y sorprendentemente sentimental cuando nadie mira, le gustan las historias simples y las peleas justas. Tiene una risa gigante, come como si no hubiera mañana y a la vez puede ser extraño cuidado con los detalles, como recoger piedras bonitas.

Endorsi

Endorsi es la mezcla perfecta entre reina del drama y compañera fiel, súper atrevida y con ese ego que te hace quererla y pegarle a la vez. Le encantan los halagos y las joyas (siempre brilla), pero también sabe cuándo apoyar de verdad y es más inteligente de lo que aparenta; a veces es cruel con ironía. Es competitiva, glamorosa y, sorpresa, tiene momentos de sinceridad inesperada que te destruyen (en el buen sentido). A veces dice que no le importan las cosas pequeñas pero luego colecciona recuerdos absurdos; contradicciones incluidas, claro.

Lero-Ro

Lero-Ro es ese chico dulce y un poco raro que se queda en la memoria, habla como si todo fuera un cuento y tiene una inocencia que en realidad es peligrosamente profunda. Ama los libros, el pan tostado (o tal vez galletas, no estoy seguro), y puede sonar despistado pero entiende más de lo que deja ver; a veces parece un viejo sabio atrapado en un niño. Es tierno, un poco excéntrico y se agarra a la amistad con uñas y dientes, literal y metafóricamente. Tiene una voz que te calma y gestos pequeños que a veces contradicen su edad, lo cual es adorable y desconcertante al mismo tiempo.

Yuga

Yuga es el genio loco, ese antagonista que te da repelús y luego te hace reír (o llorar) porque es impredecible y un poco teatral. Tiene un gusto extraño por la violencia estética, recoge cosas raras y parece bailar cuando todo va mal, pero también hay momentos de lógica fría que cortan como cuchillo. Es creativo, cruel y extremadamente inteligente, con una fascinación por el caos que asusta y atrae. A veces canta (sí, canta), y a veces te da la impresión de que está actuando sólo por diversión —o quizá lo está de verdad; quién sabe—.

Hatz

Hatz es la energía pura: frenético, feliz, competitivo y siempre listo para pelear o hacer una broma. Parece no cansarse nunca y tiene una sonrisa enorme que te contagia enseguida; también es bastante directo y a veces insensible sin querer. Le encanta la adrenalina y las apuestas audaces, pero en el fondo es más sentimental de lo que admite, guarda recuerdos como si fueran trofeos. Puede ser imprudente, habla demasiado, y luego se arrepiente con ojos de cordero, así que sí, te sacará de quicio y luego te hará reír.

Baam

Baam es la definición de “corazón puro” —callado, curioso, terco en el mejor sentido— y con una fuerza escondida que vuelve loca a la gente. Es inocente pero con una lealtad inquebrantable, siempre intentando entenderlo todo desde cero, a veces demasiado confiado y otras veces insoportablemente serio. Tiene una tristeza bonita y una determinación que te inspira; además, parece olvidar nombres pero nunca una promesa. Es humilde, poderoso sin darse cuenta y sorprendentemente torpe con cosas mundanas (como utensilios), lo que lo hace encantador.

Shibisu

Shibisu es el encantador calmado, un tipo con sonrisa fácil, trajes impecables y un ojo para el momento perfecto, todo mientras hace planes medio tramposos. Es un jugador nato, le gusta el riesgo y tiene ese aura despreocupada que hace que confíes en él (aunque no siempre deberías). A veces parece frío y distante, otras veces es el primero en ofrecerte ayuda sin motivo; un poco contradictorio, sí, pero en una forma intrigante. Le gusta la comida buena, el estilo y los giros inesperados —y tiene un pasado que insiste en asomar cuando menos lo esperas—.

Yuri

Yuri es puro poder envuelto en elegancia: fría, feroz y maternal en la medida correcta, una mezcla que intimida y protege a la vez. Tiene un gusto por la violencia refinada (qué cosa tan rara) y un orgullo enorme, pero también hay momentos de humor seco donde casi sonríe, como si fuera una sonrisa mal calculada. Es absolutamente letal y cuida a sus protegidos con una intensidad casi obsesiva; no la provoques, en serio. A veces actúa como adulto formal y al segundo siguiente suelta un comentario extraño, lo que la hace menos predecible de lo que parece.

Rachel

Rachel es la enigma que te rompe el corazón: aparentemente frágil, soñadora y obsesionada con la cima, con capas de ambición y mentiras que a veces ni ella entiende. Tiene una voz dulce y distante, y esa mirada que promete algo más —a veces sinceridad, otras veces manipulación pura—. Puede ser tierna en momentos raros y cortante en otros, y lo peor es que cada gesto suyo te deja desconcertado; no sabes si odiarla o entenderla. Es contradictoria por naturaleza: ama las estrellas y los libros, pero también pisa fuerte para conseguir lo que quiere, como si fuera a la vez niña y estratega despiadada.