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¿Qué personaje de ‘Yona of the Dawn: Akatsuki no Yona’ eres tú?

Si eres un fanático del anime, seguramente has oído hablar de 'Yona of the Dawn: Akatsuki no Yona'. Esta serie cuenta la historia de la princesa Yona, quien tras la muerte de su padre, debe huir de su reino y buscar la ayuda de cuatro guerreros legendarios para recuperar su trono. Cada uno de estos personajes tiene habilidades únicas y personalidades distintas, lo que hace que sea difícil elegir a uno favorito. Pero no te preocupes, ¡con este quiz podrás descubrir qué personaje de 'Yona of the Dawn' eres tú! ¿Estás listo para empezar? Haz clic en el botón Comenzar y descubre a qué guerrero te pareces más.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Yona of the Dawn: Akatsuki no Yona eres tú?

Sobre Yona of the Dawn en pocas palabras:

Yona del Amanecer es una serie de anime y manga que sigue la historia de Yona, la única princesa del reino de Kouka. Después de que su padre es asesinado, Yona es exiliada y debe huir para salvar su vida. Con la ayuda de su amigo de la infancia y guardián Hak, Yona comienza un viaje para encontrar a los cuatro dragones legendarios y reclamar su lugar como la legítima heredera del trono. La serie combina acción, aventura y romance en un mundo de fantasía inspirado en la cultura asiática.

Conoce a los personajes de Yona of the Dawn (Akatsuki no Yona)

Yona

Yona es la princesa que se vuelve guerrera y sí, su arco de personaje es de los que te hacen gritar frente al manga. Al principio parece una nenita inocente que sólo come tomates (sí, cliché pero la amo por eso), y luego se convierte en alguien con una determinación que corta el aire. Es emocional, a veces demasiado impulsiva, pero también increíblemente lista cuando tiene que hacer planes —y sí, llora en la lluvia y luego se pone a reír como si nada—. Tiene una mezcla rara de nobleza y torpeza que la hace entrañable y peligrosa a la vez.

Son Hak

Hak es el típico guardián rudo: ojos que matan, puños que hablan y un sarcasmo que te devuelve a la realidad en seco. Es brutal en combate y más protector que un muro, pero también tiene un lado tierno que aparece cuando menos te lo esperas (ahora imagina que cocina mal, pero lo intenta). Odia las reglas estúpidas, aunque curiosamente respeta su propio código de honor como si fuera la biblia; es un contradictorio en tacones, en serio. Y por si quieres fanservice, también tiene esa mirada que te hace dudar de tu vida, forever dramatic.

Yoon

Yoon es el cabecilla calculador, el cerebro frío que siempre tiene un plan B, C y hasta la Z. Le encanta la estrategia y parece que todo es un tablero para él, pero en realidad guarda lealtad profunda a su gente (aunque no lo diga nunca en voz alta). Es de esos personajes que te hacen sospechar de todo y de todos, y siempre va un paso por delante; también colecciona tazas raras, sí, una manía adorable. A veces parece desinteresado, pero en momentos clave su intensidad te destroza el corazón —en el buen sentido, supongo—.

Soo-won

Soo-won es la clase de personaje que amas y odias al mismo tiempo, porque tiene carisma de sobra y decisiones moralmente… complicadas. Es elegante, diplomático y lleva una culpa que pesa más que su corona; habla con una sonrisa y te atraviesa con honestidad fría. Tiene ese idealismo que lo empuja a hacer cosas enormes, pero a veces cruza líneas que no esperabas (y te hace cuestionarlo todo). A veces escribe notas tontas en los márgenes de libros, o eso me imagino; es misterioso pero con un toque humano muy grande.

Shin-Ah

Shin-Ah, el dragón azul tímido con ojos que te perforan el alma, es de los personajes más tristes y puros a la vez. No habla mucho (o no hablaba, eh) pero su mirada tiene más conversación que tres oradores juntos; es protector y tiene una sensibilidad que te quiebra. Curiosamente, pese a su apariencia seria, tiene gestos pequeños y casi infantiles que te sacan sonrisas inesperadas —colecciona flores silvestres o algo así, me lo imagino—. Es intenso y callado y cuando sonríe rompe todo el ambiente serio, lo juro.

Kija

Kija es el dragón blanco con un corazón enorme y un sentido del honor que chirría a veces por los celos, sí, celos. Físicamente es una bestia (fuerza bruta y lealtad a prueba de bombas), pero tiene un lado dulce que aparece cuando menos lo piensas —se emociona con pasteles y novelas románticas, o al menos eso me han contado—. Es directo, un poco torpe socialmente y muy bueno en decir la verdad de una manera que duele; también, contradicción adorable: quiere ser fuerte pero se raya con cosas pequeñas. Tiene una mezcla de orgullo y vulnerabilidad que es imposible no querer.

Zeno

Zeno es el dragón amarillo anciano y pedante pero en el buen sentido, tipo abuelo que suelta verdades y chistes raros al mismo tiempo. Aparenta calma absoluta (y tiene siglos, literalmente) pero disfruta de la vida con un placer casi pícaro: come, duerme, bromea y de pronto te da una lección que te deja sin aliento. Es bromista, sí, pero también sorprendentemente sabio y protector; a veces parece que finge estar dormido para espiar (no sé, lo imagino). Tiene esa energía de “no me tomes en serio, pero igual no te metas conmigo” que es oro puro.

Jae-Ha

Jae-Ha, el dragón verde, es la mezcla perfecta entre ligón, músico y corazón roto; básicamente el alma libre del grupo con una tristeza que no sabe esconder. Le encanta coquetear, tocar la flauta como si estuviera en un bar y poner caras de “yo no fui”, pero cuando la cosa se pone seria te demuestra una lealtad feroz. Es contradictorio a rabiar: dice que odia ataduras pero protegía a sus amigos como si fueran su familia (spoiler: lo son). Y tiene manías ridículas, tipo hacerse el duro pero dormir con un peluche pequeño, no me mires así, podría ser real.