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¿Qué personaje de ‘Encanto’ eres?

¿Eres fanático de la serie 'Encanto'? ¿Te has preguntado alguna vez qué personaje de la serie eres? ¡Este es el momento perfecto para descubrirlo! En este divertido y emocionante quiz, podrás responder una serie de preguntas que te ayudarán a descubrir qué personaje de 'Encanto' se parece más a ti. ¿Eres como Mirabel, la valiente y decidida líder de la familia Madrigal? ¿O eres más como Isabela, la creativa y soñadora hermana menor? ¡Solo hay una forma de averiguarlo! Así que no esperes más, ¡comienza el quiz ahora mismo y descubre qué personaje de 'Encanto' eres! Haz clic en el botón Comenzar para empezar.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Encanto eres?

Sobre Encanto en pocas palabras:

Encanto es una serie de televisión animada que sigue la vida de la familia Madrigal, quienes viven en un mágico pueblo en Colombia. Cada miembro de la familia tiene un don especial, excepto la protagonista, Mirabel. Cuando la magia de la familia comienza a desvanecerse, Mirabel debe encontrar una manera de salvar a su familia y al pueblo de la desaparición. La serie explora temas como la familia, la identidad y la importancia de abrazar tus diferencias. Con una banda sonora increíble y personajes encantadores, Encanto es una serie emocionante y conmovedora que es perfecta para toda la familia.

Conoce a los personajes de Encanto

Mirabel

Mirabel es esa mezcla de nervio y ternura que no puedes evitar querer abrazar, siempre con las gafas torcidas y mil preguntas en la cabeza. Se siente fuera del cuadro mágico pero en realidad es quien más escucha y más se emociona por los demás, qué irónico, ¿no? Tiene una determinación rara, como si arreglara cosas con palabras y con remiendos en la ropa (literalmente cose y canta a la vez algunas veces). A veces se confunde, tropieza con los muebles de la casa y luego tiene la idea que nadie más habría tenido; es torpe y brillante y eso la hace humana.

Abuela Alma

Abuela Alma manda con la firmeza de quien ha cargado demasiadas cosas y cree que así protege a la familia, a veces parece un volcán controlado (o no tan controlado). Su historia está llena de sacrificios y eso le da esa mezcla de autoridad y vulnerabilidad que te deja medio culposo por cuestionarla. A ratos es amor puro y en otros parece más pendiente de la tradición que de escuchar —y aun así, hay momentos en que se ríe como si fuera una abuela cualquiera, con una taza, oye—. Tiene manías con la vela y los rituales, pero también una ternura escondida que asoma cuando menos te lo esperas.

Julieta

Julieta cura con la comida, en serio, sus platos son como abrazos que saben a mamá y a remedio casero; aunque también puede darte una mirada que corta el aire si te portas mal. Es suave, paciente, y tiene una fuerza tranquila: no hace falta que grite para que la familia sepa que mira con atención. Cocinar para todos la hace feliz, pero ojo, tiene límites y no es un saco sin fondo; hay veces que su paciencia explota con la precisión de una olla a presión. Ah, y guarda siempre un frasco con algo picante por si acaso —pequeño detalle que lo cambia todo—.

Isabela

Isabela parece la perfección hecha persona: flores, poses y balcón ideal, pero no te creas, tiene un lado explosivo que brota (literalmente) cuando se suelta un poco. Al principio piensas “todo es color y armonía”, y luego ves que puede lanzar enredaderas como si fuera una diva con poderes y, sí, también odia que le digan siempre cómo comportarse. Tiene esa lucha interna entre ser la imagen que todos esperan y querer experimentar cosas rarísimas (plantas que crecen al revés, por ejemplo —sí, lo imagino). A veces es vanidosa, a veces es rebelde, y a veces te arruina la selfie con sus flores gigantes; la quiero.

Luisa

Luisa es el pilar literal: carga casas, puertas y expectativas, y además te cuenta todo con un suspiro que pesa toneladas. Es fuerte hasta en la voz pero guarda un miedo chiquito y secreto que la hace tan real que te parte el corazón (y sí, también le hacen cosquillas, improbable pero cierto). Tiene un humor seco, es honesta hasta la brutalidad y a veces se permite ser tierna con cosas pequeñas, como una piedra bonita o un bocadillo escondido. En el fondo quiere que la gente la vea como más que “fuerza”, aunque a veces ella misma no lo sepa decir.

Pepa

Pepa es el clima personificado: un día soleada y luego una tormenta de emociones —literalmente—, cada gesto suyo parece afectar el pronóstico. Es dramática, amorosa, hipersensible y tremendamente sincera; no pretende esconder lo que siente y eso la hace adorable y a veces agotadora. Tiene gestos melodramáticos, abanicos, y una tendencia a exagerar que termina siendo encantadora (y también un poquito caótica, claro). Y, eh, le encantan las nubes raras y colecciona tarjetas con lluvia, yo lo juro, aunque a veces dice que no.

Antonio

Antonio es una alegría pequeñita con más valentía de la que su tamaño sugiere, habla con los animales y es como si tuviera un zoológico en el bolsillo. Es tímido al principio pero en cuanto suelta a su animalito es puro encanto y sabiduría —no sé por qué, pero los animales le cuentan cosas profundas, es raro y bonito—. Tiene esa mezcla de inocencia y astucia que lo hace sorprendente; a veces parece bebé y otra vez líder tribal (o algo así). Además colecciona hojas y tiene una risa que suena a campanitas; me lo imagino siempre con una ramita en el pelo.

Camilo

Camilo cambia de forma y también cambia de mood a velocidad récord, es puro teatro y se divierte con eso; me cae bien aunque a veces se pasa con las bromas. Es el maestro del disfraz y del sarcasmo, usa la transformación para protegerse y para hacer reír, pero hay una vena de inseguridad que asoma entre tanto cambio. Le encanta el drama (¿cómo no?) y a la vez es dulce y fiel, un camaleón con corazón. Ah, y tiene un gusto por la moda exagerada: sombreros, capas, clonaciones estéticas, whatever —le queda bien todo.

Dolores

Dolores escucha TODO, en serio, es como tener subtítulos humanos en tu cabeza; si hay un susurro a dos calles la distancia, ella lo sabe. Es silenciosa, observadora y punzante, guarda secretos como quien guarda caramelos y a veces su mirada te hace confesar cosas sin querer. Aunque parezca fría, tiene compasión y un humor seco que aparece de vez en cuando (cuando menos te lo esperas). Y sí, siempre tiene un par de zapatillas cómodas cerca porque no le gusta hacer ruido —irónicamente, la que más oye—.