¿Qué personaje de ‘Hataraku Maou-sama: El diablo es un trabajador a tiempo parcial’ eres?
Si eres un fanático de los animes, seguramente habrás escuchado hablar de 'Hataraku Maou-sama: El diablo es un trabajador a tiempo parcial'. Esta serie de televisión japonesa ha ganado gran popularidad entre los amantes del género y ha logrado cautivar a su audiencia con su interesante trama. ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de esta serie eres? ¡Ahora es tu oportunidad de descubrirlo! Contesta nuestras preguntas y descubre si eres el astuto y ambicioso Rey Demonio, el valiente y leal Empleado a Tiempo Parcial, la encantadora y misteriosa Heroína o el divertido y torpe Alas Ramus. ¡Comienza el quiz ahora y descubre qué personaje de 'Hataraku Maou-sama: El diablo es un trabajador a tiempo parcial' eres! Haz clic en el botón Comenzar para empezar a jugar.

Sobre Hataraku Maou-sama: The Devil is a Part-Timer en pocas palabras:
Hataraku Maou-sama es una serie de anime y manga japonesa que sigue la historia de Satanás, el rey demonio, quien es transportado a la Tierra después de ser derrotado en su mundo. Él se encuentra en Tokio, donde debe encontrar una forma de sobrevivir en un mundo desconocido y extraño. Para hacerlo, comienza a trabajar en una cadena de comida rápida llamada MgRonald’s, donde se encuentra con otros personajes interesantes, incluida una heroína que busca venganza contra él. La serie es una mezcla de comedia y fantasía, y ha sido muy popular entre los fans del anime y el manga.
Conoce a los personajes de Hataraku Maou-sama
Miki Shiba
¡Miki! Esa chica que siempre te deja pensando “¿pero cómo hace eso?” — súper eficaz, fría por fuera y con una paciencia sorprendente, aunque de vez en cuando explota como un volcán pequeñito. Tiene mirada de bibliotecaria que te juzga por llevar los calcetines desparejados, pero jura que no le importa la moda (mentira, le importan un montón los accesorios). Es de esas que recuerda cumpleaños y agendas, aunque a veces olvida dónde puso el móvil — lo típico, ¿no? Me encanta que dé la sensación de ser un misterio envuelto en una agenda de cinco colores.
Maou Sadao
Sadao es básicamente el jefe que también trabaja a tiempo parcial en comida rápida y lo hace con orgullo samurái, literal; orgullo y curry es su lema. Es carismático, competitivo, un poquito teatral (vale, muy teatral) y cuando se enfada se le ven las venas, pero también lava platos como nadie y tiene un sentido del deber raro y adorable. A veces es cruel, a veces tierno, y suele actuar como villano de novela aunque esté comprando patatas en la tienda del barrio. Lo mejor es que siempre tiene un plan… o al menos una pose heroica, y amo esa ambigüedad.
Emi Yusa
Emi es la heroína que no pide permiso para regañarte y al mismo tiempo te salva la vida sin muchos comentarios; súper recta, orgullosa y con una fuerza moral que da respeto. Se la ve dura, pero cuando menos lo esperas aparece una vulnerabilidad que te parte el corazón (pero shh, ella no va a admitirlo). Tiene espada, ética profesional y una cara seria que derrite fans, pero también le encanta cocinar (puede que lo mencionara una vez, o lo soñé). En resumen: justo, feroz y con un sentido del deber que chirría contra su lado más humano — qué combinación.
Hanza Urushihara
Hanzo es el tipo raro de la pandilla, medio filosófico, medio otaku, todo impredecible; pide respeto pero también trae camisetas extrañas y teorías conspiranoicas a la mesa. Lo ves calmado y pensativo y de repente suelta un comentario pervertido o una broma absurda, y te sorprendes porque también puede ser profundamente leal cuando hace falta. Tiene un halo de “no me entres por el molde” y, sin embargo, se pega a los amigos como una lapa; contradictorio, sí, pero funciona. Ah, y jura que no le gustan los dulces… mentira, tiene una bolsa secreta.
Shiro Ashiya
Shiro es el mayordomo estratega que vive en modo “orden y disciplina”, pero con un corazón que derretiría mantequilla; súper competente, freak del control y culpable de tener la casa impecable aún con un señor demonio viviendo ahí. Le encanta planear cosas, cocinar con precisión militar y corregir posturas mientras te dice frases amables casi sin querer. A veces parece frío y distante, otras veces se deja llevar por la ternura y se le escapan microsonrisas (lo he visto, juro). Lo adoro porque combina eficiencia extrema con pequeños momentos ridículos, tipo coleccionar imanes de nevera o llorar por un gato ficticio.
Albert Ande
Albert tiene esa aura de noble clásico: educado, serio y con un sentido del deber a prueba de bombas, aunque de vez en cuando se le va la mano con la solemnidad y se queda mirando al vacío. Es el que intenta ser puente entre mundos, diplomático y correcto, pero también se permite caer en cosas mundanas como comer snacks a medianoche (se siente culpable después, pero lo hace). A veces parece demasiado formal — y lo es — y otras veces suelta una improvisación que te deja pensando “¿qué acaba de pasar?”. En fin, un caballero que guarda secretos y cafés fríos en la oficina, un combo extraño pero encantador.
