Sobre Samurai Champloo en pocas palabras:

Samurai Champloo es una serie de anime que sigue las aventuras de tres personajes principales: Mugen, un vagabundo rebelde y violento; Jin, un samurái silencioso y disciplinado; y Fuu, una joven camarera en busca del samurái que huele a girasol. Ambientada en el Japón feudal, la serie combina elementos de acción, comedia y drama mientras los tres personajes viajan por el país en busca del misterioso samurái. Con una animación impresionante y una banda sonora ecléctica que mezcla música tradicional japonesa con hip-hop moderno, Samurai Champloo es una serie emocionante y única que ha ganado seguidores en todo el mundo.

Conoce a los personajes de Samurai Champloo

Okuru

Okuru es ese personaje pequeñito y escurridizo que siempre parece saber más de lo que deja ver; roba miradas y ocasionalmente cosas, je. Tiene una mezcla de astucia de callejón y sorprendente ternura, como si fuera duro por fuera pero secretamente adore las cosas brillantes (sí, colecciona botones raros, o al menos eso le escuché decir). Es leal en su propio estilo errático y aparece justo cuando menos lo esperas, aunque a veces también desaparece por motivos misteriosos. A veces habla en voz alta consigo mismo y otras finge no conocer a nadie; un misterio adorable e imperfecto que te hace sonreír.

Ishimatsu

Ishimatsu vibra como el tipo que siempre tiene una broma a medio hacer y una risa demasiado alta, pero eh, también se asusta con facilidad — contradicciones, ¿no? Es muy de reír y hacer ruido, parece un compañero de taberna que cuenta historias interminables (y probablemente exageradas), aunque de pronto muestra una valentía absurda que no veías venir. Le encanta comer, claro, y siempre olvida dónde dejó la espada, o la deja en lugares ridículos, tipo dentro de un barril. Es un alivio cómico y a la vez una pequeña chispa de corazón cuando la cosa se pone seria.

Yatsuha Imano

Yatsuha tiene la elegancia silenciosa de alguien que ha vivido muchas estaciones, siempre con una mirada que guarda secretos y flores secas en los bolsillos (sí, no preguntes, lo hace). Es refinada pero no es fría: hay una calidez contenida, un humor seco que sale en el mejor momento y te sorprende, y a veces se emborracha con té como si fuera vino. Tiene un código propio, muy suyo, y es capaz de gestos grandiosos sin pedir nada a cambio — aunque también puede ser cruel sin querer, por honestidad brutal. Es de esas personas que manipulan la escena con solo entrar, aunque a veces tropieza con sus propios cordones, una contradicción adorable.

Umanosuke

Umanosuke se siente como ese samurái joven con más orgullo que sentido común y una obsesión un poco rara por los caballos o por coleccionar pequeñas espadas — o era por sombreros? En cualquier caso, es impulsivo, emocional, salta primero y piensa después, y a veces eso funciona y otras veces… no tanto, je. Tiene un corazón enorme y una tendencia a hablar demasiado cuando está nervioso, lo que lo hace peligrosamente honesto. Es el tipo que te da todo en una pelea y luego se disculpa por la sangre, así, sin filtros.

Mariya Enshirou

Mariya es un personaje con estilo teatral, parece sacada de una obra y además toca algún instrumento extraño en los momentos más dramáticos (shamisen? tal vez). Tiene una mezcla de sofisticación y un toque de locura creativa, siempre con planes complicados y una sonrisa que puede ser tanto seductora como siniestra. A veces actúa como si la vida fuera un escenario y en otras ocasiones desaparece en silencios largos que nadie sabe cómo interpretar. Es encantadora, peligrosa en pequeñas dosis, y a ratos se comporta como una conspiradora casi romántica — definitivamente alguien a quien observar con atención.

Shoryu

Shoryu emana la calma de quien ha visto mucho, y sin embargo de pronto explota en frases ridículamente apasionadas cuando algo le toca el alma (sí, es contradictorio pero funciona). Es serio y tiene un sentido del honor clásico, pero no espere que siga reglas aburridas; tiene sus propias reglas, bastante teatrales, y a veces baila al ritmo de su propio tambor. Es imponente en el campo y sorprendentemente dulce en privado, como si le gustara leer poemas entre combates. En resumen, alguien que parece una roca pero que guarda un cuenco de porcelana en el pecho.

Mugen

Mugen es puro caos genio — impredecible, salvaje, con una técnica de batalla que parece una mezcla de breakdance y pura rabia, y me encanta eso. No respeta autoridad, no quiere mapas y vive por el momento; es el tipo que prefiere una pelea en un bar a una noche tranquila en una posada, aunque guarda un raro código de lealtad. A veces actúa como un niño buscando pelea sin razón y a veces es peligrosamente profundo, como si llevara un océano dentro. Es ruidoso, provocador y sorprendentemente protector con quienes le importan, aunque jamás lo confesaría (o sí, dependiendo de la bebida).

Jin

Jin es la definición de calma afilada: precisa, disciplinada, aparentemente hecha de hielo, pero con pequeños destellos de humanidad que te rompen el molde. Es un samurái clásico, cortés y reservado, que piensa dos pasos adelante y guarda secretos como si fueran katana envainada. No le gustan las sorpresas y odia el desorden, pero a veces se permite una sonrisa mínima que lo cambia todo — no lo culpes, es raro verlo relajado. Tiene una dignidad silenciosa que hace que todo lo que hace parezca inevitable y correcto, incluso cuando te sorprende.

Sara

Sara tiene un aura melancólica y misteriosa, como esas canciones antiguas que se te quedan en la cabeza y no sabes por qué; además, tiene una presencia escénica tremenda. Es independiente, fría en la superficie, pero con un fondo de ternura oculto que aparece en gestos chicos, como compartir comida o mirar a alguien demasiado tiempo. Tiene habilidades impresionantes y un pasado complicado (obvio), y a veces canta o habla en versos raros que nadie esperaba. A ratos parece vengativa, a ratos protectora; en resumen, una mujer que no perdona fácil pero que tampoco puede ocultar su corazón por completo.

Kariya Kagetoki

Kariya es el tipo calculador que siempre tiene un plan B, C y D, y sí, puede que sea ligeramente paranoico (pero con razón, quizá). Es ambicioso, frío y está dispuesto a mover piezas —y personas— para obtener lo que quiere, con una sonrisa cortés que no llega a los ojos. Tiene un sentido del deber retorcido, como si la ley fuera un juguete que él interpreta a su manera, y eso da miedo y fascinación a partes iguales. De vez en cuando muestra una vulnerabilidad inesperada, una nostalgia por algo perdido, y entonces por un segundo lo entiendes (o te confunde aún más).