Saltar al contenido

¿Quién eres de ‘Un Show Más’ según tus preferencias alimentarias?

¡Bienvenidos a nuestro quiz sobre 'Un Show Más'! Si eres fanático de esta serie animada, entonces este juego es perfecto para ti. En este quiz, descubrirás quién eres de 'Un Show Más' según tus preferencias alimentarias. ¿Eres más como Mordecai, que disfruta de una buena pizza de pepperoni? ¿O tal vez eres más como Rigby, que prefiere las papas fritas y las hamburguesas? ¡Solo hay una forma de averiguarlo! Así que, ¡no esperes más! Haz clic en el botón Comenzar a continuación para comenzar el quiz y descubrir quién eres de 'Un Show Más' según tus preferencias alimentarias. ¡Que comience la diversión!

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres de Un Show Más según tus preferencias alimentarias?

Sobre Regular Show en pocas palabras:

Regular Show es una serie animada de televisión que sigue las aventuras de Mordecai y Rigby, dos amigos que trabajan en un parque y siempre se meten en problemas. La serie es conocida por su humor absurdo y surrealista, así como por sus personajes excéntricos y coloridos. A lo largo de la serie, Mordecai y Rigby se enfrentan a todo tipo de desafíos, desde luchar contra robots gigantes hasta competir en videojuegos. A pesar de sus diferencias, los dos amigos siempre trabajan juntos para superar los obstáculos y mantener su amistad intacta. Con su estilo de animación único y su humor irreverente, Regular Show se ha convertido en un clásico de la televisión animada.

Conoce a los personajes de Un Show Más

Mordecai

Mordecai es ese chico azul medio melancólico que siempre parece estar a un paso de una gran idea… o de quedarse dormido en el sofá. Le encanta dibujar y tocar la guitarra (aunque su estilo es muy “lo intento, no lo logro”), se preocupa por sus amigos y a la vez es bastante perezoso cuando hay que trabajar; ¡vaya combinación! Tiene un corazón enorme, sobre todo en lo romántico (sí, las historias con Margaret son dolorosamente adorables), pero también mete la pata con decisiones estúpidas con bastante frecuencia. A veces parece adulto responsable y otras veces vuelve a ser ese tipo que juega videojuegos hasta las tres de la mañana; yo creo que vive en ambas cosas a la vez.

Rigby

Rigby es puro caos envuelto en rayas, un mapache que grita, corre y hace trampas con una energía infinita y a veces insoportable. Es egoísta y a la vez increíblemente leal, odia trabajar honestamente pero cuando hay que defender a un amigo aparece como por arte de magia (o por orgullo, no sé). Ama los videojuegos, las bromas grotescas y los snacks —y sí, también tiene un lado sorprendentemente valiente en momentos raros—. Es ruidoso, inmaduro y a veces te rompe el corazón sin querer; además, sospecho que guarda un diario secreto con confesiones sentimentales (no lo he visto, solo lo intuyo).

Benson

Benson es el jefe perfecto para gritarte a las siete de la mañana: una máquina de chicle con cara de estrés, exigente pero con sentido común. Se toma su trabajo demasiado en serio (sí, a veces se pasa), pero verdaderamente cuida del parque aunque no lo demuestre con abrazos; lo demuestra con reglas y listas interminables. Tiene momentos de ternura inesperados —le salen arranques de paciencia que lo contradicen todo— y creo que secretamente colecciona tazas feas, no lo puedo probar pero lo imagino. Si quieres orden, Benson es tu tipo, aunque te grite por dejar una servilleta en el suelo.

Skips

Skips es la sabiduría hecha yeti, eterno, calmado y con más historias que un libro de aventuras (y sí, a veces canta en la ducha, te lo digo yo). Es el que arregla todo con un método muy suyo: calma, fuerza y algo de magia antigua —literalmente, ha “skippeado” cosas temporales—. No habla mucho pero cuando lo hace te deja pensando, y además es sorprendentemente práctico; le gusta arreglar máquinas y contar chistes malos de vez en cuando. Tiene esa vibe de abuelo misterioso que a la vez te pide que no lo llames “viejo” aunque lo sea por siglos.

Thomas

Thomas (sí, el grandullón ese de verde que no pasa desapercibido) es pura energía bruta y bromas vergonzosas, el tipo que grita “¡mi mamá!” y todavía te hace reír. Le encanta gastar bromas, se pelea con Rigby por tonterías y luego le compra un paquete de papas como disculpa, es muy intenso, no sé cómo explicarlo. Aunque parece un matón a veces, tiene un lado sorprendentemente tierno con Starla y con su propia versión de sensibilidad (como cuando cuida una planta o llora con películas ridículas). Es un desastre organizado: no siempre tiene sentido, pero nunca te aburre.

Eileen

Eileen es adorable, nerviosa y absolutamente lista; una topita con gafas que ama los rompecabezas y la organización (sticky notes everywhere, de verdad). Es tímida al principio pero con una determinación feroz cuando quiere algo, muy dulce con Rigby aunque él se lo merezca o no, y tiene una paciencia que baila entre la ternura y la incredulidad. También tiene un sentido del humor muy raro y colecciona cosas pequeñas (clips, botones, recuerdos de cafés), cosa que la hace entrañable y medio obsesiva, según el episodio. A veces parece la persona más sensata del grupo y otras parece que piensa en mil listas a la vez; yo digo que eso la hace humana.

Margaret

Margaret es la robin que te rompe el corazón por ser tan auténtica: profesional, con sueños (sí, de verdad, metas reales) y con una pizca de misterio romántico. Es amable pero no es ninguna flor, sabe lo que quiere y no se deja manipular, aunque las cosas con Mordecai fueron todo un drama —y hermoso, y ridículo—. Le encanta el café, puede ser competitiva y a la vez tiene un lado bohemio que sale cuando menos te lo esperas; alguien debería hacerle un álbum de fotos con todas sus caras. A veces parece insegura y otras segura como una roca, lo que la hace imposible de encasillar y totalmente real.

Starla

Starla es fuego puro: fuerte, ruidosa, cariñosa en su propia manera brutal y la compañera perfecta para Thomas (sí, a veces exageran los dos, pero es adorable). Le encanta comer, cantar mal intencionado y presumir de ser la mejor en casi todo (lo dice con orgullo), pero también tiene un corazón enorme para su gente —casi siempre a su manera teatral—. Es del tipo que pega un abrazo que aplasta y luego te cuenta una anécdota tan exagerada que no sabes si creerle, y honestamente, no importa. Puede ser tosca y tierna al mismo tiempo; esa contradicción la hace épica.