¿Quién eres de ‘Shigatsu wa Kimi no Uso’ según tus preferencias alimentarias?
Bienvenidos al quiz ¿Quién eres de 'Shigatsu wa Kimi no Uso' según tus preferencias alimentarias? Si eres fanático de este anime o serie de televisión, y además eres un amante de la comida, este quiz es perfecto para ti. En este test, podrás descubrir qué personaje de 'Shigatsu wa Kimi no Uso' se adapta mejor a tus gustos culinarios. ¿Eres más de sushi o de ramen? ¿Prefieres la comida rápida o la comida casera? Descubre a quién te pareces más con este divertido quiz. ¿Estás listo para comenzar? Haz clic en el botón Comenzar a continuación y descubre tu resultado.

Sobre Shigatsu wa Kimi no Uso en pocas palabras:
Shigatsu wa Kimi no Uso es una serie de anime que sigue la historia de un prodigioso pianista llamado Kousei Arima, quien pierde la habilidad de escuchar su propio piano después de la muerte de su madre. Sin embargo, su vida cambia cuando conoce a una violinista llamada Kaori Miyazono, quien lo inspira a volver a tocar el piano y a encontrar su propio sonido. La serie explora temas como el amor, la amistad, la superación personal y la importancia de la música en la vida de las personas.
Conoce a los personajes de ‘Shigatsu wa Kimi no Uso’
Kousei Arima
Kousei es ese prodigio del piano que te rompe el corazón y luego te lo remienda a medias, muy serio pero con un lío emocional gigante por dentro. Técnica impecable, memoria musical brutal (cuando su cabeza no lo traiciona), y al mismo tiempo se paraliza frente a cosas que para otros serían obvias, lo cual es triste y bello a la vez. Tiene esa mezcla de ser ultra-organizado con partituras y al mismo tiempo olvidar comer o ponerse calcetines a juego — sí, parece contradictorio pero así es él, jaja. En la historia es el eje emocional, el que aprende a escuchar otra cosa que no sea la perfección; y ojo que a veces ríe raro cuando está nervioso, detalle que no muchos notan.
Kaori Miyazono
Kaori es una bomba de energía violinística que entra a la vida de todos como un vendaval, impredecible y absolutamente encantadora. Toca con una libertad que da miedo y consuela, rompe reglas y arregla corazones a la vez — su estilo no es perfecto pero es honesto, y eso importa muchísimo. Le encantan los dulces, las frases dramáticas y tener mil alarmas (aunque dice que odia la rutina), y por si fuera poco tiene ese humor medio ridículo que te hace quererla aunque te grite a las tres de la mañana. En la trama funciona como catalizadora: hace que los demás se muevan, que sientan, y también deja cicatrices, en el buen y en el mal sentido, pero siempre con una sonrisa terca.
Tsubaki Sawabe
Tsubaki es la amiga de toda la vida que te pega con cariño (metafóricamente) y te cuida como si fueras su hermano o su enemigo favorito, depende del día. Es deportista, directa, un poco mandona y con una lealtad feroz que a veces parece más una condena dulce que otra cosa; es adorablemente práctica pero también se derrite por sentimentalismos que niega públicamente. Cocina para todos (salvo pasteles, que le salen sospechosamente raros), colecciona recuerdos de infancia y dice que no le interesa el romance, aunque su cara se delata cada vez que alguien menciona a cierto pianista. Su papel es el de ancla — alguien terrenal en medio del drama— y además tiene un don para decir la verdad en el peor momento posible, lo cual es oro puro.
Ryota Watari
Ryota es el chico popular del instituto con sonrisa fácil, capitán de equipo y esa aura despreocupada que todos envidian un poquito. Parece superficial, flirteador y siempre listo para una broma, pero en realidad es extremadamente protector con los suyos y sorprendentemente maduro cuando importa (sí, es contradictorio, nadie dijo que fuera simple). Le encanta comer curry a medianoche, siempre tiene chicle en la boca y canta canciones parecidas a himnos aunque desafine a veces; detalles que lo hacen humano y no solo un trofeo del grupo. En la historia cumple la función del amigo fuerte y estable, ese que empuja a los demás a seguir adelante sin dramatismos, y también provoca celos y risas, ¡rollazo clásico!
