Sobre Beyblade en pocas palabras:

Beyblade es una serie de anime que sigue la historia de un grupo de jóvenes que compiten en batallas con sus Beyblades, peonzas con habilidades especiales. La serie sigue a Tyson, un joven apasionado por los Beyblades, y su equipo de amigos mientras luchan contra otros equipos en torneos y batallas épicas. A medida que la serie avanza, los personajes se enfrentan a desafíos cada vez mayores y descubren la verdadera fuerza de sus Beyblades y de sus amistades. La serie ha sido muy popular en todo el mundo y ha inspirado una línea de juguetes y videojuegos.

Conoce a los personajes de Beyblade

Tyson Granger

¡Tyson es pura chispa, tío! Un huracán de energía que grita “¡vamos!” en mitad de una batalla y luego come tres empanadas como si nada (sí, come mucho, a veces sin sentido). Es impulsivo, valiente hasta lo temerario y sorprendentemente tierno con sus amigos cuando nadie lo espera. A veces parece no pensar, pero tiene instinto puro para el Beyblade; y sí, pierde la paciencia con las cosas aburridas, aunque luego se queda leyendo manuales raro.

Kenny

Kenny es el cerebrito del grupo, tipo genio silencioso con auriculares y un brillo en los ojos cuando habla de hardware; te juro que podría construir un lanzador con chicles y clips. Callado, curioso y siempre con una solución técnica, hace que todo funcione detrás de cámaras —aunque a veces se queda atascado en detalles ridículos por horas. Tiene ese humor seco que sale de vez en cuando y te rompe la seriedad; contradicción: odia las multitudes pero es el primero en poner música a todo volumen.

Max Tate

Max es el corazón blando del equipo, surfista zen con sonrisa eterna y un abrazo literal para cualquier desgracia (o así parece). Optimista, le importan los demás muchísimo y su estilo es más de “relájate y fluye”, aunque en la arena se vuelve competitivo sin perder la calma; sí, un poco contradictorio. Le encantan los animales y a veces escribe notas cursis—no siempre las manda—y pese a todo tiene una puntería fina cuando la cosa se pone seria.

Ray

Ray tiene esa calma helada que hipnotiza: calculador, elegante, preciso en cada movimiento y con ojos que dicen “sé más de lo que digo”. Formal, distante a veces, pero cada gesto está pensado; es el estratega frío que de vez en cuando suelta una frase dramática (y sí, le quedan bien). Curioso detallito: dice que no le importan los aplausos, pero luego ajusta el pelo después de cada victoria; humano, claro.

Kai

Kai es el tipo oscuro y serio que te hace pensar “wow” sin hablar mucho; intensa lealtad y un orgullo enorme, casi tan grande como su melancolía. Es frío en batalla, casi cruel con los oponentes, pero tiene destellos de cariño escondidos como fotos en un cajón (no quiere que lo veas). Practica con disciplina, no es de chistes, aunque a veces cocina platos raros y sale malísimo; sí, literal, contradicción maravillosa.

Dizzi

Dizzi es pura excentricidad, un torbellino colorido que parece salido de un carnaval y que a la vez puede ser sorprendentemente profundo por un minuto. Le encanta el drama, las entradas grandiosas y los accesorios brillantes; también colecciona cosas raras (¿imanes de nevera con caras?). Es impredecible, divertido y un poco caótico, y a veces su seriedad aparece de la nada como si nada —lo cual es totalmente desconcertante y genial.

Hilary

Hilary es esa amiga que hace todo, desde curar un raspón hasta poner orden a medias y aún así termina riéndose a carcajadas; amorosa y directa. Tiene un lado práctico y fuerte (puede patear traseros si hace falta), pero también es la primera en preparar meriendas o vestir a alguien para una cita, contradicción adorable. Le importa la gente de verdad y suele decir lo que piensa sin filtro; a veces es dramática, otras veces demasiado sensata, y siempre memorable.

Dunga

Dunga es el gigante bonachón que parece sacado de una historia de taberna: fuerte, con risa amplia y un apetito para diez personas (sí, más comida). Es pacífico en el fondo, pero cuando se enfada se transforma en una maquinaria imparable; curioso porque le encanta hacer artesanías con madera en sus ratos libres. Leal hasta la médula, un poco despistado y con frases que suenan como proverbios confusos; a veces habla en ejemplos raros y todos asienten, aunque nadie entiende del todo.