Sobre Shikimori’s Not Just A Cutie en pocas palabras:

Shikimori’s Not Just A Cutie es una serie de anime que cuenta la historia de una joven llamada Shikimori, quien es considerada la chica más linda de la escuela. Sin embargo, detrás de su apariencia adorable, Shikimori es una persona muy tímida y reservada. La serie sigue su vida diaria en la escuela, sus relaciones con sus amigos y su relación con su enamorado, quien también es un joven tímido y reservado. La serie es una historia dulce y conmovedora sobre el amor y la amistad.

Conoce a los personajes de Shikimori

Inuzuka

¡Vale, Inuzuka es ese amigo que parece salido de una comedia y de repente te salva la vida, literal o figurativamente! Siempre está hyperactivo, grita, hace bromas malas y luego te da el consejo más sensato a las 3 a.m. Es el tipo que insiste en que todos salgan a jugar al fútbol aunque nadie quiera, y que tiene una colección ridícula de gorros (sí, varios). A veces parece tonto pero tiene un corazón de oro y una memoria sorprendente para cosas pequeñas que nadie más recuerda.

Izumi Yuu

Izumi es el protagonista adorable que te hace suspiro constante, un poco torpe, súper dulce y a veces dramáticamente mala suerte (pero de la forma más tierna). Se ruboriza por cualquier tontería, pero también es tenaz cuando importa —no lo subestimes, no es solo un paquete de nervios—. Ama las pequeñas rutinas, colecciona bolígrafos raros y, curiosamente, le da miedo a los gatos aunque luego les hace mimos, sí, contradicciones everywhere. Es el tipo de chico que te da confianza sin decir mucho, por eso su relación con Shikimori brilla tanto.

Fuji Shikimori

¿Fuji? ¡Ok, Fuji tiene esa vibra de “tranquila pero explosiva” que tanto amo! Elegante, centrada, con una mirada que puede partir la calma en dos, pero también se le sale lo cuqui en momentos inesperados (tiene un peluche escondido, lo juro). Es increíblemente protectora con su gente y maneja las situaciones con una mezcla de calma y un puntito de dramatismo teatral. A veces parece casi perfecta y otras veces se le olvidan las llaves cinco veces al día —humanidad, por favor—.

Kamiya

Kamiya es un poco misterio envuelto en sarcasmo, el amigo que suelta comentarios punzantes pero termina siendo el más empático cuando cuenta. Tiene ese humor seco que te hace reír y luego te sorprende con una frase profunda sobre cosas ridículamente pequeñas (tipo: la mejor hora del día es la que no esperabas). Le gusta la música rara, colecciona vinilos (o snacks, no estoy segura), y por alguna razón siempre aparece en el momento justo. Es el personaje que nadie esperó que fuera tan importante para el balance del grupo, pero ahí está, firme como un pilar medio socarrón.

Yui Hachimitsu

Yui es pura energía: risas contagiosas, dramas pequeños y un corazón que parece una taza que siempre tiene espacio para más gente. Es la que organiza salidas, compra snacks para todos y te da consejos de amor que son mitad sabios, mitad instinto —y con demasiadas exclamaciones. Le encanta la moda (o al menos cambiarse cinco veces antes de salir) y tiene una risa que es prácticamente una alarma de felicidad. A veces es exagerada hasta el infinito, y otras se le escapan frases que son tan sinceras que te golpean.

Shikimori Micchon

¡Micchon! La mezcla perfecta de “ay qué mona” y “no te metas conmigo”, y sí, es tan encantadora como parece (y más). Tiene esa dualidad ridícula: sonríe como un ángel pero te sorprende con reflejos y coraje inesperado; además, parece que siempre sabe qué hacer hasta que no sabe, y ahí es adorablemente humana. Le gustan las cosas lindas, pero también el peligrocito (pequeño, solo un poquito), y tiene un talento para hacer que lo cotidiano parezca una escena de película. A veces le da por tararear canciones raras cuando está nerviosa y te juro que eso la hace tres veces más entrañable.

Nekozaki Kyou

Kyou tiene una vibra felina literal: elegante, reservada y con ese misterio que te hace sospechar que sabe más de lo que cuenta. Habla poco pero cuando lo hace, sus palabras pesan; es observadora hasta el extremo y tiene pequeños gestos que parecen calculados (o no, a veces olvida cosas, contradictoria como ella sola). Es la amiga que te sorprende con recomendaciones extrañas de libros o con un pastel casero inexplicablemente delicioso. Tiene un lado coqueto escondido bajo la seriedad, y sí, a veces ronronea metafóricamente —o eso te imaginas—.