Sobre Fushigi Yuugi en pocas palabras:

Fushigi Yuugi es un anime de fantasía y romance que sigue la historia de una chica llamada Miaka, quien es transportada a un mundo mágico llamado El Universo de los Cuatro Dioses. Allí, ella se convierte en la sacerdotisa del Dios Suzaku y debe encontrar a los siete guerreros de Suzaku para salvar el mundo de la destrucción. En su búsqueda, Miaka se enamora de uno de los guerreros, Tamahome, y enfrenta muchos desafíos y peligros. La serie es emocionante y emocional, con personajes interesantes y una trama cautivadora.

Conoce a los personajes de Fushigi Yuugi

Tamahome

¡Tamahome es puro fuego y corazón, en serio! Protector hasta la exageración, se lanza sin pensar y te hace reír con gestos torpes justo cuando quieres que sea serio. Tiene esa mezcla de héroe de acción y niño que colecciona cosas tontas (sí, a veces guarda bolitas o figuritas, no me juzgues). Leal hasta lo imposible, pero también puede cerrarse como una puerta de hierro cuando alguien le hiere —muy melodramático, lo amo—.

Nakago

Nakago es el villano elegante que siempre parece saber tres pasos más que tú y además lo hace con una sonrisa inquietante. Frío, calculador y obsesionado con sus ideales, da escalofríos y a la vez fascina (sí, te manipula y lo hace parecer un poema). Tiene un lado casi artístico, como si escribiera cartas bonitas mientras planea caos; contradictorio pero funcionante. Es de esos personajes que te hacen cuestionar todo lo que creías bueno, y eso es lo que le da poder.

Chiriko

Chiriko es la calma en persona, sabio y silencioso, con una aura de monje un poco distante pero súper profundo. Casi nunca habla, pero cuando lo hace suelta cosas que te pegan como bofetadas de verdad —y luego se ríe, o no, depende del día—. Tiene una ternura curiosa (le gustan los dulces, o eso creo; o quizás es al revés, que los odia, ya no sé). En combate es letal pero luego te da consejo sobre flores o onomatopeyas, un personaje raro y muy entrañable.

Chichiri

Chichiri es el mago excéntrico que flota entre la sabiduría y la pereza absoluta, o sea, un viejo sabio con pijama imaginario. Tiene un humor seco, habla en acertijos y de repente suelta la verdad más clara del mundo —puro caos zen—. Es adorablemente olvidadizo (te juro que un minuto recuerda tu fecha de cumpleaños y al siguiente no recuerda dónde dejó su bastón). Hay veces que parece el abuelo que sabe todo y otras que parece un bromista profesional, y eso lo hace impredecible y fantástico.

Yui Hongo

Yui es la chica dulce y solidaria que siempre intenta mantener la paz, tipo la amiga que organiza meriendas y también pelea si alguien la provoca. Es práctica pero con un fondo de inseguridad que la hace humana, y tiene gestos muy cariñosos (tejo, no tejer, pero sí, algo así). A veces parece tímida, otras un volcán de sentimientos, y esas contradicciones la vuelven real y cercana. Tiene detalles pequeñitos que encantan, como decir palabras raras cuando se emociona, y eso la hace adorable.

Hotohori

Hotohori es la definición de elegancia imperial: hermoso, ceremonioso y con una simpatía que derrite. Es frío en apariencia pero en realidad es súper protector con su gente, muy dramático a la hora de mandar y también un romántico de novela (sí, clichés incluidos). Le gusta que todo sea perfecto, aunque a veces se le escapan gestos humanos que te sorprenden tipo comer a escondidas o reír como cualquiera. Es regal, melancólico y tiene una presencia que se impone sin esfuerzo, ¿qué más quiere uno?

Mitsukake

Mitsukake es el sanador tranquilo que da paz solo con estar en la habitación, muy zen y con manos suaves, literalmente. Habla despacio, piensa más despacio, pero cuando actúa lo hace con precisión médica —o casi—, y de vez en cuando suelta frases que parecen proverbios. Tiene un humor sutil que aparece en los momentos más raros (como cuando te cuenta una anécdota absurda sobre plantas). Es blando por fuera y firme por dentro, y aunque parezca que todo le resbala, en realidad siente muy fuerte.

Nuriko

Nuriko es fabuloso y complicado, dramático, sensual y a la vez dolorosamente vulnerable —un cóctel irresistible. Se presenta con máscaras y brillo, le encanta provocar, pero por dentro hay heridas y lealtades enormes; oh, y un sentido del humor que dispara flechas. Es contradictorio: quiere atención y a la vez se siente incómodo con ella; se maquilla y luego odia mirarse en el espejo, o algo así. Tiene una fuerza que no siempre muestra y cuando lo hace, uff, te deja sin palabras.

Tasuki

Tasuki es pura energía rebelde: temperamental, directo y con un estilo rudo que te atrapa al instante. Es de los que actúan primero y piensan después (a veces nunca piensan), ama los desafíos y tiene una risa contagiosa que aparece en los peores momentos. Se supone que es rudo pero tiene gestos tiernos, tipo cuidar a los demás con un codazo y una frase grosera; no falla. Le gusta apostar, comer cosas baratas y quejarse de todo, y aun así lo defenderías a muerte.

Miaka Yuuki

Miaka es la protagonista vibrante, explosiva y sentimental, de esas que no saben guardarse nada y por eso la adoramos. Llora, ríe, corre, se equivoca, se enamora a primera vista y después se enreda en veinte dramas —pero siempre con corazón gigante. Tiene una impulsividad adorable que le trae problemas, y una lealtad que la lleva a sacrificarse sin pensarlo demasiado. Es un torbellino humano y a veces contradictorio (egoísta un minuto, heroína al siguiente), lo que la hace increíblemente real.