Sobre Golden Kamuy en pocas palabras:

Golden Kamuy es una serie de anime que sigue la historia de Saichi Sugimoto, un veterano de la guerra ruso-japonesa que busca oro en Hokkaido en 1904. En su búsqueda, se encuentra con una joven aina llamada Asirpa, quien lo ayuda a descubrir los secretos detrás de un mapa que lleva a un tesoro escondido. Mientras tanto, también están en busca del tesoro un grupo de criminales y un teniente del ejército japonés. La serie está llena de acción, aventura y misterio, y explora temas como la cultura aina y la historia de Japón.

Conoce a los personajes de Golden Kamuy

Tokushirou Tsurumi

¡Tsurumi es la clase de personaje que te deja intrigado y un poco inquieto al mismo tiempo! Carismático hasta decir basta, parece tener un plan para todo y a veces para nada, y su sonrisa calma esconde una locura fría — o al menos eso digo yo, que me hago ideas. Es manipulador, culto, y tiene una presencia que domina la escena aunque no esté gritando; es de esos que hablan bajito y todos se callan, ¿no? Ah, y juraría que colecciona sellos raros o tal vez no, pero seguro que tiene un capricho extravagante que nadie espera.

Yoshitake Shiraishi

Shiraishi es el escape artist por excelencia, el ladrón torpe que siempre termina sorprendiendo a todos — se le cae la dignidad y aún así sale vivo, lo juro. Es nervioso, risueño, y tiene un instinto de supervivencia ridículamente efectivo; parece cobarde y luego se planta como un héroe raro. Le cae bien la comida (como a casi todos) y parece que siempre tiene un plan B, C y Z, aunque a veces olvide dónde dejó el B. Es encantador en su mezcla de ingenuidad y astucia, y me encanta cuando se pone serio, porque no lo hace muy seguido pero cuando pasa es potente.

Toshizou Hijikata

Hijikata es la versión samurái que llegó tarde a la modernidad pero no quiere soltar sus principios — serio, feroz y con un sentido del honor que te pega en la cara. Tiene esa aura de líder duro que no demuestra mucho cariño pero en realidad le importan un montón las cosas (o eso me gusta creer); también baila entre ser estrictísimo y un poco adorablemente terco. Es experto en combate, no habla mucho y cuando sonríe da miedo, aunque a veces parece sentir nostalgia por cosas pequeñitas, como un viejo recuerdo de infancia — o eso me imagino. Ah, y seguro que tiene una manía rara, tipo contar botones antes de dormir; ¿lo inventé? Tal vez.

Hajime Tsukishima

Hajime es pura eficiencia con patas y una mirada que te dice “no pierdo el tiempo”, pero también guarda un humor seco que aparece en los peores momentos. Es práctica y dura, capaz de cuidar de alguien o de atravesarlo todo para conseguir lo que necesita, y tiene esa mezcla de ternura oculta bajo una capa de soldado curtido. A veces parece fría, otras veces actúa como si nada la afectara, pero debajo hay un motorito que empuja sin descanso — como ese tipo que escucha baladas a escondidas, no sé si eso es verdad. Me encanta cómo su lealtad se paga con hechos, no con palabras, y que de repente hace algo impulsivo y te sorprende.

Saichi Sugimoto

Sugimoto, el “Inmortal”, es pura fuerza bruta con un código ético que te despierta respeto, siempre adelante aunque el mundo intente derribarlo; es fanático de sobrevivir y también de proteger, sí, ambos a la vez. Leal hasta la médula, tozudo como una roca y con un humor sarcástico que aparece cuando menos lo esperas, aunque jure que no le gustan las cosas sentimentales (pero en el fondo le dan ganas de llorar en silencio). Maneja muy bien la desesperación, cocina mal pero come bien, y de vez en cuando se permite ser increíblemente ingenuo sobre el corazón de la gente. Y lo mejor: parece que nada lo tumba, aunque después lo veas comerse un caramelo como quién no quiere la cosa.

Hyakunosuke Ogata

Ogata es el francotirador cerebral que disfruta jugar al gato y al ratón con las mentes ajenas, frío, calculador y con una sonrisa que sabe demasiado. Es el tipo que observa tranquilo y después pega el tiro perfecto, pero también a veces parece aburrido y busca emoción en cosas raras — coleccionar recuerdos, venganzas, lo que sea. Tiene capas: traicionero cuando le conviene, sorprendentemente poético en momentos inusuales, y con una moral que cambia según el viento (o su humor de la mañana). Me flipa lo impredecible que es; un día te salva, otro día te hace trampa, y aún así, uno no puede dejar de mirarlo.

Genjirou Tanigaki

Tanigaki es el tipo fuerte, ruidoso y entrañable al mismo tiempo, un bruto con corazón blando y un sentido del humor que puede romper tensiones en dos segundos. Le encanta pelear, gritar, y después ofrecerte sake como si nada pasó; es directo, leal y a veces sorprendentemente profundo en conversaciones a las tres de la mañana. Tiene esa presencia de “compañero de equipo” que te cubre la espalda aunque te caiga mal, y encima suele tener manías simpáticas—quizá coleccione llaveros de animales, o tal vez sea que canta fatal en la ducha, no sé. En resumen: rudo por fuera, buenazo por dentro, y siempre listo para la acción (y para contar la misma anécdota mil veces).