Sobre Tonikaku Kawaii: Fly Me to the Moon en pocas palabras:

Tonikaku Kawaii: Fly Me to the Moon es una serie de anime que sigue la historia de Nasa Yuzaki, un joven que se enamora a primera vista de Tsukasa, una chica misteriosa que aparece frente a él en la noche de su examen de ingreso a la secundaria. Después de un inesperado encuentro, Nasa le propone matrimonio a Tsukasa, y así comienza su vida juntos. La serie sigue su relación mientras enfrentan desafíos y aprenden a conocerse mutuamente. Con una animación hermosa y una banda sonora emotiva, Tonikaku Kawaii es una historia de amor dulce y conmovedora.

Conoce a los personajes de Tonikaku Kawaii: Fly Me to the Moon

Nasa Yuzaki

Nasa es el típico empollón adorable que planea hasta la hora de comer y luego se olvida de todo cuando ve a Tsukasa, juro que es real. Es metódico, serio y tiene una lista interminable de “procedimientos” para todo, aunque a veces se deja llevar por impulsos ridículos (como probar cosas picantes solo para impresionar). Le encanta la lógica, mide porciones y anota sabores, pero también se come helado a escondidas a las tres de la mañana —lo cual no encaja pero ahí está—. Es terriblemente formal y a la vez torpemente romántico; en resumen, buen corazón, un poco despistado y muy firme cuando importa.

Tsukasa Yuzaki

Tsukasa es un misterio envuelto en ternura: serena, dulce y con un apetito inesperado por comidas raras, ¡la persona más calmada que puede devorar una barra de chocolate en silencio! Tiene esa calma casi maternal que hace que todos confíen, pero también es raramente impasible y a veces da órdenes con la mirada y ya está todo listo (no preguntes cómo). Es adorable, aparentemente olvidadiza sobre algunas cosas (o eso dice), aunque cuando se trata de cocinar puede ser extraña y perfecta y también un poquito intimidante, lo cual amo. Pequeño dato random: colecciona cucharas pero siempre pierde los calcetines, sí, contradicción total.

Kaname Arisugawa

Kaname es el tipo elegante, serio y siempre un pelín melancólico, el que fingiría no disfrutar de una tarta pero en realidad la saborea con la cara cerrada; puro drama de clase alta, pero con corazón. Exige etiqueta y buenas maneras, jura que no le va lo “pop”, y luego lo pillas pidiendo un postre ridículo, así que no te fíes de las apariencias. Es protector con quienes quiere, un poco tembloroso en los sentimientos y también con un sentido del humor que sale a destiempo (y es sorprendentemente dulce). Tiene un gusto refinado por la comida y por el desastre emocional, sí, ambas cosas conviven extraño pero bien.

Aya Arisugawa

Aya es fuego puro: directa, sarcástica y brutalmente honesta, la que te dice que tu sándwich está mal hecho y luego lo arregla mejor que nadie. Ama los sabores fuertes (pica, sazona, intensifica) y no tiene paciencia para la tontería, pero ojo, en el fondo es súper leal y te pondría un plato en la mano aunque diga lo contrario. A veces actúa como si odiara todo lo dulce, pero la atrapa una culpa y se come dos trozos de pastel a la vez, así que sí, doble moral pero encantadora. Tiene un estilo exagerado y unas manías rarísimas con los cubiertos —algo con la posición de la cuchara—, detalles que nadie pide pero son suyos.

Chitose Kaginoji

Chitose es una bola de energía adorablemente obsesiva con Tsukasa —o tal vez con las galletas—, y siempre aparece con ideas extrañas para mejorar cualquier cosa, a veces útiles, a veces no. Es juguetona, un poco impulsiva, y tiene una risa contagiosa que te hace olvidar que probablemente haya arruinado la receta principal (pero la alternativa es mejor, cree ella). Le encantan los pequeños utensilios y guarda mini-condimentos en todos lados; no se sabe si es práctico o solo excéntricamente precavida. A veces tímida, a veces demasiado directa, es imposible aburrirse con ella y casi siempre tiene una historia extraña y aleatoria en la manga.

Charlotte

Charlotte es una explosión dulce y excéntrica: risueña, un poco dramática, y con una devoción innegable por los postres y las cosas brillantes; canta mientras come, en serio, es un mood. Tiene una personalidad que brilla —y a veces eso incluye usar la misma taza favorita para todo, aunque esté rajada—, y aunque parezca superficial, es sorprendentemente intuitiva con la gente. Se balancea entre ser mega sociable y desaparecer a leer un cómic, así que nunca sabes si va a invitarte a merendar o a esconderse en el armario con una bolsa de chips. Pequeño detalle: odia el pepino pero una vez se lo comió por error y luego lo defendió como “sabroso”, contradicciones, sí, por montones.

Aurora

Aurora tiene un aura etérea y elegante, como si viniera con música de fondo y una receta secreta, le encanta experimentar con sabores raros y combinar cosas que nadie más tendría el arrojo de mezclar. Es soñadora pero también curiosa y algo meticulosa, aunque a veces sus experimentos convierten la cocina en un caos precioso (y huele a incienso, no me preguntes por qué). Habla en susurros y luego te sorprende con opiniones muy firmes sobre el mejor ramen de la ciudad; es a la vez mística y obsesiva con los detalles. Y sí, tiene un tenedor brillante que usa exclusivamente para probar salsas —no es broma, es su amuleto—, un poco contradictorio pero totalmente suyo.