Sobre Encanto en pocas palabras:

Encanto es una serie de televisión animada que sigue la historia de la familia Madrigal, quienes poseen un encanto mágico que les da habilidades especiales. Sin embargo, Mirabel, la única miembro de la familia sin poderes, debe ayudar a su familia cuando el encanto comienza a desvanecerse. La serie explora temas de familia, identidad y aceptación mientras los personajes luchan por mantener su encanto y su hogar juntos. Con una animación impresionante, personajes entrañables y una banda sonora increíble, Encanto es una serie que encantará a toda la familia.

Conoce a los personajes de Encanto

Mirabel

Mirabel es ese torbellino de cariño que no para un segundo y que tira adelante la casa aunque no tenga un don mágico (sí, exacto, la que no brilla como los demás). Es curiosa, cabezota y observadora a su manera —a veces se queda mirando detalles raros y otras se distrae con una mariposa—, y siempre intenta arreglar lo que cree que está roto, incluso si no sabe muy bien cómo. Tiene una energía contagiosa, una manera un poco desordenada de decir la verdad y unos empastes de esperanza que no se le quitan por nada. Y ojo, que aunque parezca torpe, tiene una memoria para chismes familiares que asusta, pero también una ternura que te derrite en segundos.

Abuela Alma

Abuela Alma es la roca y la regla de la familia, la que llevó la vela y el peso de la casa durante años, con una fuerza que es a la vez impresionante y un poco aterradora. Es estricta, tradicional, y a veces autoritaria, pero también está hecha de miedos antiguos que salen disfrazados de sermones; protege la familia con uñas y dientes (y con reglas). Tiene esa cosa de querer controlar todo porque teme perderlo, y a la vez hay momentos en los que se le nota solo y nostalgia, y te rompe el corazón. En fin, es la matriarca que no pide permiso para mandar, pero que, si se le acerca con paciencia, es capaz de romperse en un suspiro y sorprenderte con un abrazo.

Julieta

Julieta cura todo con comida, en serio, es la mamá que te arregla la vida con un guiso y un beso en la frente; su don es literal medicina y cariño mezclados. Es calmada, paciente y fuerte en una forma suave, la que mantiene la casa en el centro emocional (y además siempre tiene una receta para cualquier cosa, desde un corte hasta un corazón roto). A veces parece más callada de lo que es porque deja que sus platos hablen por ella, pero cuando habla se nota que es profunda. Y, verdad que no viene al caso, pero juraría que tiene una cucharita favorita que nunca deja en la cocina.

Isabela

Isabela parece la perfección hecha persona: flores, orden, una compostura impecable… y luego te sorprende porque también tiene un lado secreto de rebeldía que brota como enredadera cuando menos te lo esperas. Es elegante y concisa, siempre buscando armonía, pero en cuanto se permite soltarse las cosas se vuelven totalmente wild —vines everywhere— y te encuentras con colores raros y formas locas; o sea, dualidad pura. Su rol es el de la flor de la familia, la que embellece todo y a la vez tiene muchísimo potencial para cambiar las reglas del jardín. Además, rumor personal: le encanta poner calcetas combinadas aunque diga que no, muy misteriosa.

Luisa

Luisa es la fuerza absoluta, la musculosa con corazón gigante que carga la casa (y las expectativas) en la espalda, y eso la hace admirable y a veces agotada. Por fuera parece invencible, resolutiva, práctica hasta el extremo, pero por dentro hay ansiedad y miedo a romperse —una cosa que la vuelve humana de golpe y te deja queriéndola muchísimo. Es la que saca a la familia adelante cuando todo se cae, la que soporta bultos y responsabilidades; y pese a todo eso tiene manías pequeñas y tiernas, como coleccionar botones diminutos o apretar el dedo índice cuando piensa. En resumen: una mezcla de Hulk y abuela cariñosa, con lágrimas y risas en el mismo paquete.

Pepa

Pepa es pura tormenta y color, literalmente maneja el clima con sus emociones y eso la hace dramática, hilarante y un poquito impredecible (prepárate para arcoíris y truenos según su estado de ánimo). Es expresiva, exagerada y honesta hasta que duele, pero tiene un sentido del humor que te sorprende en el mejor momento. Su papel es el de descargar emociones y hacer que todo sea más vivo —y además da pie para mil chistes sobre paraguas y calcetines mojados—. Y sí, se enoja rápido pero luego se le pasa, y a veces usa gafas de sol incluso cuando no hay sol, por si acaso.

Antonio

Antonio es el pequeño encantador que habla con los animales y hace que todo sea más adorable de inmediato; su don le da una conexión con la naturaleza que es pura ternura. Es tímido con la gente pero valiente cuando se trata de proteger a sus nuevos amigos peludos (o escamosos o emplumados), y tiene una imaginación gigante que lo hace ver el mundo como un parque de aventuras. A veces parece más viejo por la sabiduría que le sale y otras veces es un bebé que necesita que le lean un cuento, y ambas cosas lo hacen perfecto. Mini dato random: guarda una piedra que le regalaron los monos y la nombra en voz baja cuando tiene suerte.

Camilo

Camilo es el maestro del drama y la improvisación, un camaleón literal que puede ser quien quiera en cuestión de segundos, lo que lo hace divertido, imprevisible y a veces… un poco tramposo (pero adorable). Le encanta ser el centro de atención, hacer imitaciones y salvar el momento con un cambio de forma; es protector con su familia y usa su don tanto para bromas como para ayudar en serio. Tiene un humor filoso y un corazón blando, y a veces confunde jugar a ser otros con esconder quién es de verdad (qué tragicómica). Ah, y colecciona sombreritos raros, o eso jura él, aunque se los robe a sus versiones.

Dolores

Dolores oye TODO. Es la que sabe los secretos, las conversaciones en la cocina, los pasos en la noche; su don la convierte en una biblioteca ambulante de chismes y verdades incómodas. Es sigilosa, observadora, con una calma que a veces da miedo porque está siempre dos pasos por delante; al mismo tiempo es muy leal y usa lo que sabe para proteger más que para herir (aunque se divierta un poquito con los detalles jugosos). Tiene una voz baja y unos gestos mínimos, pero cuando suelta una frase la sala entera se queda callada; curiosidad: guarda notas en pequeños papelitos que pone en su zapato por si acaso.