Sobre DanMachi en pocas palabras:

DanMachi es una serie de anime que se desarrolla en un mundo de fantasía donde los dioses y los humanos conviven. La historia sigue a un joven aventurero llamado Bell Cranel, quien se une a la familia de la diosa Hestia para convertirse en un héroe y explorar el peligroso laberinto conocido como La Mazmorra. A medida que avanza en su aventura, Bell descubre nuevos amigos y enemigos, y se enfrenta a desafíos cada vez más difíciles mientras intenta alcanzar su objetivo de convertirse en el mejor aventurero de la ciudad de Orario. La serie cuenta con emocionantes escenas de acción, comedia y romance.

Conoce a los personajes de DanMachi

Asterius

¡Asterius es la bestia calmada que todos amamos y a la vez tememos! Es básicamente un toro gigante con corazón de… algo así, un tipo honesto y brutal que resuelve todo a base de fuerza, pero juro que tiene una ternura escondida (yo lo imagino cocinando, no sé por qué). En combate es una pared viviente, el típico tanque que no pregunta, sólo aplasta; fuera de eso a veces lo pintan como torpe y otras como sorprendentemente delicado, depende del día. Tiene gestos absurdos como recordar nombres de flores pero olvidar dónde dejó la armadura, lo que lo hace ridículamente entrañable.

Revis

Revis es el enigma elegante, el que siempre está tres pasos por delante y con una copa en la mano, tipo estratega frío y un poco teatral, ¡me encanta ese aura de misterio! Dice pocas palabras pero cada frase parece calculada, y al mismo tiempo se le nota un humor negro que surge cuando menos te lo esperas. Lo imagino con guantes y mapas, planeando algo que quizá no vaya a contar jamás, o sí, si le invitas café — aunque también dice que odia el café, contradictorio, lo sé. Tiene ese rol de sombra útil: líder de movimientos sutiles, y secretamente colecciona pequeñas cosas brillantes, no preguntes por qué.

Ais Wallenstein

Ais es la guerrera silenciosa por excelencia, la “princesa de la espada” que corta más que el viento, y sí, seguiría sus pasos hasta el final del mundo. Es fría en el combate, elegante y mortal, pero también hay momentos que la humanizan: le cuesta sonreír y luego de repente se ríe como si nada — ¡me derrite! Su papel es el de heroína taciturna que carga con un pasado pesado y una determinación de hierro; la describen como seria pero yo la imagino fritando panecillos a las tres de la madrugada (sin razón). A veces parece estoica e impenetrable y otras veces es sorprendentemente infantil, un combo que funciona demasiado bien.

Ottar

Ottar es el villano carismático que te hace cuestionar si lo odias o lo admiras, con esa sonrisa que nunca inspira confianza, ¿me entiendes? Es rudo, impredecible, y tiene fama de hacer lo que sea para salirse con la suya, pero ojo, no es malvado por deporte—en su cabeza todo tiene lógica, aunque retorcida. Le gusta la teatralidad, se presenta como el tipo duro pero resulta que tiene manías raras (colecciona llaves antiguas o le habla a su gato, algo así), y eso lo vuelve extrañamente humano. En la historia cumple el papel de antagonista/anticompañero, el tipo que mueve el conflicto con estilo y un toque de sadismo elegante.

Alfia

Alfia es ese personaje luminoso que, aunque no siempre recibe los reflectores, sostiene todo con cariño y conocimiento; tipo inventora/erudita con sonrisa contagiosa. Es curiosa, apasionada por lo arcano o lo científico (no sé, mezcla de ambas) y parece tener una solución para cada lío, aunque a veces sus experimentos explotan — literalmente, sí. Cumple el rol de apoyo sabio y algo excéntrico, la tía que te entrega un remedio raro y te lo receta con una anécdota larga. Y es un caos adorable: ordena papeles meticulosamente pero su bolso está lleno de trapos y notas pegadas por todas partes, contradicciones incluidas.

Zald

Zald es el tipo serio que saborea silencio como si fuera vino caro; viejo lobo con historia, mentor sombrío y a la vez curioso, me fascina su aura de biblioteca polvorienta. Tiene esa vibe de “sé demasiado” y lo suelta en momentos raros, enseñando por gestos más que por palabras, y siempre pareciera estar medio dormido aunque en cualquier segundo te da una lección brutal. En la trama funciona como consejero misterioso y puente entre el pasado y el presente, algo así como la voz que recuerda lo que los demás olvidan. Pequeño detalle raro: guarda tazas de té con fechas y nombres, como si coleccionara recuerdos en vez de cosas materiales, lo que lo hace dulce en su rareza.

Albert Waldstein

Albert es el tipo fuerte y serio, la figura paterna ruda que en el fondo tiene bolsillo para pañuelos y comentarios duros pero sinceros; un clásico mentor de espada, vaya. Es estricto, disciplinado, quizá un poco orgulloso, pero también protege a quienes considera su familia con una lealtad brutal — y sí, a veces he visto que se le cae la coraza y se pone sentimental por cosas pequeñas, soy débil ante eso. Cumple el rol de modelo a seguir y piedra angular moral, siempre con una frase sobre deber y honor que a veces da risa porque la repite mucho. También colecciona recuerdos absurdos (miniaturas, viejas medallas, fotos arrugadas) y eso lo hace más humano, aunque no lo reconozca jamás.