Sobre Goblin Slayer en pocas palabras:

Goblin Slayer es una serie de anime que sigue la historia de un guerrero solitario que se dedica a cazar goblins. A pesar de ser un aventurero de bajo nivel, su habilidad para luchar contra estos monstruos es impresionante. Con la ayuda de un grupo de amigos aventureros, incluyendo una sacerdotisa, una hechicera, un enano y un elfo, Goblin Slayer se enfrenta a una variedad de desafíos peligrosos mientras intenta proteger a su pueblo de los ataques de los goblins. La serie es conocida por su violencia gráfica y su enfoque en temas oscuros y maduros.

Conoce a los personajes de Goblin Slayer

Goblin Slayer

¡Goblin Slayer es obsesión pura con armadura, casco y una dedicación espeluznante a su trabajo! Silencioso, práctico y brutalmente eficiente, tiene una sola misión y la cumple sin glamour —aunque a veces parece que disfruta de los pequeños trofeos que guarda (sí, colecciona cosas, raro). No es ni un héroe romántico ni un tipo simpático, pero su moral es extrañamente sólida: no salva a todo el mundo por fama, sino por convicción y venganzas personales, o sea, complicado. Y sí, socialmente es un desastre total; le cuesta hablar de otras cosas además de tácticas anti-goblin, pero cuando suelta una orden todo encaja.

Onna Shinkan (Priestess)

La Priestess empieza como la típica sacerdotisa tímida y dulce y termina siendo sorprendentemente dura cuando hace falta —crecimiento de personaje, sí señor—. Tiene una bondad enorme, curaciones sinceras y a veces llora por cualquier cosa (películas, un gato, una buena comida), pero ojo, también lanza hechizos que te dejan boquiabierto. Se guarda dudas, inseguridades y un par de oraciones susurradas que nadie entiende, aunque a veces se atreve a decir lo obvio y eso la hace adorable y útil. Ah, y tiene un gusto raro por los dulces; lo digo porque lo he leído en mil fanarts, así que podría ser verdad.

Dwarf Shaman

El enano chamán es ruidoso, testarudo y con una barba que parece tener vida propia (literalmente, a veces parece que guarda cosas en ella). Es práctico y feroz en combate mágico, mezcla runas, cánticos y un poquito de mala leche; parece que lo arregla todo con un martillo y un hechizo borracho. Protector de su clan, tiene ese humor crudo y directo que quieres cuando las cosas se ponen feas, aunque también te pondrá a caldo si adoptas costumbres extrañas. Pequeño, pero con enorme presencia; y sí, bebe como un tonel, o eso dicen (tal vez exagero, quizá solo le gusta el hidromiel).

Elf

El elfo es la definición de “frío, elegante y letal con un arco”, esa estética de bosque eterno y mirada que juzga tus elecciones de vida. Tranquilo y distante la mayoría del tiempo, pero con un sentido del deber muy fuerte hacia la naturaleza y sus propios códigos —y raramente cede, lo que lo vuelve un aliado difícil pero leal. Socialmente torpe con humanos, sí, pero con una puntería que te deja sin palabras; y por alguna razón ama los postres (muy contradicción típica de elfos, lo sé). A veces toca flauta al anochecer; no es consistente, pero cuando lo hace la escena se siente sacada de un cuento triste.

Lizard Priest

El sacerdote lagarto es serio, estoico y con esa calma reptiliana que intimida más de lo que parece; no habla mucho y sus ojos ya te están midiendo. Es un guerrero-fulminante y un religioso firme; sus rituales parecen simples pero son peligrosos y efectivos, y tiene una paciencia infinita en el campo—salvo cuando algo le toca lo que sea de su orgullo, ahí se enciende. Extrañamente tierno con animales pequeños (sí, sí, lo juro), y le encanta tomar el sol como si fuera una iguana normal; contradicción adorable. Su lealtad es cruelmente confiable: si te respalda, es para siempre, y si no, mejor no te metas.

Majo

La Majo es pura excentricidad mágica: con calderos, libros raros y un sentido del humor que a veces roza lo inquietante, ella manda en el caos controlado. Es poderosa, misteriosa y un poquito loca (en la mejor acepción), experimenta con hechizos raros y colecciona ingredientes que nadie identificaría; también da consejos prácticos cuando quiere. A veces parece distante y arcanamente fría, otras te prepara té y te cuenta historias de hace mil años —no es consistente, y eso la hace fascinante. Sus motivaciones no son siempre transparentes, pero siempre deja huella, ya sea con un hechizo o un comentario mordaz.

Uketsuke-jou (Guild Girl)

La chica de la guild es la oficina con cara: eficiente, organizada y brutalmente honesta (a veces sarcástica, siempre sudando papeles). Lleva las listas, aprueba misiones y te mira como si tus planes fueran un proyecto escolar mal hecho —pero en el fondo tiene corazón y escucha a la gente, aunque finja lo contrario. Tiene esa mezcla de profesionalismo y chismes de pasillo; guarda rumores en el cajón y te da consejos prácticos que funcionan. Y sí, usa lazos adorables pero no te equivoques, puede despedirte con la misma sonrisa con la que te ofrece una hoja de misión.

Ushikai Musume (Cow Girl)

La chica del ganado es como un rayo de campo: cálida, maternal y sorprendentemente fuerte (levanta cubos como si nada). Ama a sus vacas con devoción que raya en lo cómico; hay quienes piensan que habla con ellas y… probablemente es verdad. Sencilla en apariencia pero lista en la práctica: sabe de cría, cuidados y hasta de cocinar cosas con leche que te vuelan la cabeza. A veces parece ingenua y otras revela un temple que nadie esperaba —y sí, tiene un delantal manchado que nunca se quita, o al menos eso dicen en los rumores.