¿Qué personaje de ‘Lackadaisy’ eres?
Sumérgete en el glamoroso y peligroso mundo de San Luis en la década de 1920, donde los gatos antropomórficos causan problemas, mezclan cócteles y se mueven en la delgada línea entre la legalidad y la criminalidad en el famoso speakeasy Lackadaisy. Después de la trágica y misteriosa muerte de su fundador, el destino de este icónico establecimiento pende de un hilo, con el drama y el humor entrelazados en un cautivador baile de suspense. ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje dinámico serías en este mundo galardonado creado por la brillante Tracy J. Butler? Es hora de descubrirlo. ¡Desplázate hacia abajo y presiona el botón "Comenzar" para comenzar tu viaje en Lackadaisy!

Sobre Lackadaisy en pocas palabras:
Lackadaisy es un webcómic aclamado por la crítica ambientado en la era de la Prohibición en St. Louis, donde felinos antropomórficos dirigen el speakeasy Lackadaisy. Combinando comedia, crimen y misterio, la historia se desarrolla mientras el speakeasy enfrenta un declive después del asesinato de su fundador. Rico en detalles, el estilo artístico evoca recuerdos nostálgicos de las estéticas de las películas animadas de Walt Disney y Don Bluth.
Conoce a los personajes de Lackadaisy
Roark “Rocky” Rickaby
Roark es puro fuego contenido, el tipo que parece que no puede evitar mandar y sonreír al mismo tiempo; dueño de la taberna, cerebro improvisado de mil planes y siempre con un cigarro que nunca lo compromete (¿o sí?). Es elegante en su propia versión desordenada de elegancia, le encantan los trajes pero lleva las mangas remangadas como si nada, y tiene una voz que podría venderte cualquier cosa, hasta tu reloj. Se nota que es protector con los suyos, aunque también puede ser frío cuando se necesita, y tiene un sentido del humor que a veces entra por la ventana sin previo aviso. Ah, y curiosamente colecciona tazas, lo cual no cuadra pero me encanta imaginarlo, con esa taza agrietada en la mano mientras trama algo grande.
Calvin “Freckle” McMurray
Calvin es esa chispa juvenil que no para: torpe, optimista y con más ideas que sentido común — y sí, las pecas son literal señal de identidad, las cuentas todas y se enorgullece (o eso dice). Es leal hasta la médula, se mete en problemas porque su valentía no entiende de prudencia, pero también tiene una ternura que te parte el corazón en dos. A veces parece despistado y otras es increíblemente observador, como si guardara todo en un bolsillo secreto de memoria. Y sí, toca algo —¿percusión?— o batea platos; en cualquier caso hace ruido en el mejor sentido.
Mitzi May
Mitzi es glamur y caos en un mismo paquete, la chica del micrófono que puede atrapar una sala entera con una nota y luego perder el sombrero en la calle (y fingir que no pasó). Ama el teatro, la moda y el drama, y lo usa todo como si fuese parte de su disfraz favorito, pero debajo hay una persona sinceramente cálida que se preocupa muchísimo por la gente. En el escenario es una estrella absoluta, fuera de él se pone a reorganizar cosas sin orden y escribe cartas que nunca envía (o que sí, a medianoche). Tiene unas manías adorables —come limón entre canciones, o eso recuerdo— y una risa que puede cambiar el tono de una habitación.
Ivy Pepper
Ivy es fuego pequeño: rápida, directa y con manos que saben arreglar lo que haga falta (o romperlo con estilo), siempre en movimiento, siempre con una mirada que lo dice todo. No se deja impresionar por posesiones ni por grandes palabras, pero secretamente disfruta de detalles delicados —empreñada en cómo encajar lo rudo con lo bonito—, lo cual la hace genial y contradictoria a la vez. Tiene un humor ácido y luego te sorprende regalándote una flor que probablemente robó (o consiguió por arte de magia). A veces parece la más dura de la banda y otras la más sentimental; imposible aburrirse con ella.
Mordecai Heller
Mordecai es el tipo serio que aparenta no tener sentido del humor pero en realidad tiene un sarcasmo perfecto y muy puntual; hay algo melancólico en su mirada, como un pasado que pesa y a la vez lo define. Es metódico, calculador, el que cuida los detalles y guarda secretos en cajones que ni sabía que tenía; parece policía de novela negra pero con un abrigo todavía más dramático. No es el primero en hablar, pero cuando lo hace te desarma: frases cortas, directo al hueso —y a veces un chiste seco que nadie pidió. Por cierto, colecciona llaves antiguas por razones que cambian según el día (mañana te da una versión diferente y no mentiría del todo).
Serafine Savoy
Serafine es elegante y letal en tacones, una mezcla de misterio, encanto y esa sensación de “no me acerques demasiado” que inexplicablemente invita a acercarse. Habla suave, mueve los dedos como si siempre tocara un piano invisible y tiene mil historias —reales, exageradas o mitad y mitad— que cuenta con una sonrisa curva. A veces parece una benefactora sofisticada, otras veces una potencia fría que hace negocios a su manera; y sí, tiene un gato al que pasea en secreto (o eso dice). Lo mejor es que nunca sabes si la estás subestimando hasta que ya es demasiado tarde, cosa que me fascina y me asusta a partes iguales.
