Sobre Encanto en pocas palabras:

Encanto es una serie animada de Disney que cuenta la historia de la familia Madrigal, quienes tienen un don mágico cada uno, excepto la protagonista, Mirabel. La familia vive en un lugar mágico llamado Encanto, pero su magia comienza a desaparecer y Mirabel debe descubrir por qué. La serie explora temas de familia, identidad y aceptación mientras Mirabel lucha por salvar la magia de su familia y encontrar su lugar en ella. Con una banda sonora increíble y personajes entrañables, Encanto es una serie que toda la familia puede disfrutar.

Conoce a los mejores amigos de Encanto

Mirabel

¡Mirabel es ese torbellino de energía que no se rinde! Curiosa, cariñosa y un poco despistada, siempre tiene una observación honesta que te sorprende —y sí, a veces tropieza con sus propias palabras o con el marco de una puerta, literalmente. Le encanta coser, hablar con la casa y resolver problemas como si fueran acertijos de domingo; aunque admite en voz baja que a veces no sabe qué hacer y se pone a cantar sola. Es la amiga que no sigue reglas porque ni siquiera recuerda si hay reglas, pero siempre aparece cuando más se la necesita.

Abuela Alma

Abuela Alma es la roca ancestral, la autoridad con historias en cada pliegue del vestido y un miedo que a veces pesa más que su sabiduría. Tradicional, severa y profundamente protectora, te da la sensación de que tiene un mapa de la familia en la cabeza y lo consulta constantemente (aunque a veces confunde fechas). Es una líder natos —y también humana, obvio—, capaz de dureza y de pequeños gestos blandos que te derriten, como cuando mira una foto y sonríe sin querer. Tiene ese aire de “yo sé lo que es mejor”, pero si la conoces bien, verás que también colecciona recuerdos como quien guarda caramelos raros.

Julieta

Julieta es la mamá-sanadora en su versión más cálida: todo lo arregla con comida y cariño, literal, tiene el don de curar con tortillas y sopa y es la definición de confort. Calmada, paciente y con manos mágicas, su cocina es un abrazo y también su campo de batalla contra cualquier mal día. A veces es tan maternal que olvida que los hijos ya son adultos, y otras veces es la que organiza fiestas clandestinas —sí, lo haría, y con pan casero—. Tiene una calma que engaña, porque debajo late una mujer feroz cuando alguien se mete con su familia.

Isabela

Isabela parece la perfección hecha persona: flores, vestidos impecables y una gracia que corta el aire… pero eh, no te creas, también tiene un lado rebelde que florece cuando menos te lo esperas. Creativa, elegante y con un sentido estético que podría decorar una galaxia, pero también es capaz de lanzar una planta sorpresa en medio de una sala silenciosa para hacer reír. Es la que busca la belleza en todo y a veces se preocupa demasiado por que todo quede “bonito” —y sí, puede ser un poco dramática cuando una flor no combina—. En el fondo quiere ser querida sin tanto protocolo, o sea, que le digan que está bien si se equivoca (aunque lo esconda bajo otro pétalo).

Luisa

Luisa es la fuerza personificada, literal: puede cargar una casa y probablemente también cargar tus problemas (y los de cinco extraños), pero no la subestimes, porque también tiene sentimientos gigantescos. Responsable hasta la médula y con un sentido del deber que le pesa a veces, es el pilar que todos miran cuando todo se va al garete. Muy práctica, con humor seco y alguna que otra autocrítica inesperada, te sorprende con su vulnerabilidad en los momentos menos esperados; sí, llora, y no por eso deja de ser una roca. Tiene un fondo tierno orgullosamente escondido detrás de músculos y chistes sobre volver a levantar la cocina.

Pepa

Pepa es puro clima emocional; literal, sus sentimientos son tormentas, solazos o brisas y su casa es un sistema meteorológico sentimental todo el tiempo. Exuberante, dramática y con una vitalidad que se siente como un carnaval, puede ponerse a ordenar paraguas cuando está triste y sacar confeti cuando está feliz —sí, confeti, lo juro—. A veces parece que habla con las nubes (o con el ventilador), pero también tiene una ternura enorme y es la primera en lanzarse a consolar con un abrazo húmedo de lluvia. Sus exageraciones son adorables y sus momentos de calma, raros pero reales, te hacen querer cuidarla.

Antonio

Antonio es la ternura hecha niño y la conexión con los animales, como si llevara una radio interna que sintoniza con todos los bichos del barrio. Tímido pero valiente cuando hace falta, su regalo es un puente con la naturaleza y tiene una mirada que derrite hasta piedras, lo juro. Habla bajito, a ratos parece mayor que su edad porque oye cosas que otros no oyen, y a veces te sorprende con un gesto de sabiduría que no sabes de dónde salió. Además, tiene una risa que suena como hojas al viento y colecciona insectos amistosos; no es raro que se vaya con una rana en el bolsillo.

Camilo

Camilo es el camaleón social, cambiante, gracioso y medio travieso; se transforma para el drama, para el chiste o para escapar de una responsabilidad (sí, culpable). Tiene talento para la actuación, los disfraces y sacar punta a cualquier situación con una imitación perfecta —aunque a veces se olvida de quién estaba imitando y hace una mala mezcla de voces. Encantador y un poco narcisista en el buen sentido, disfruta del caos creativo y de ser el centro de atención por diez minutos; después se va a cambiar de forma por diversión. Le encanta gastar bromas y, sorpresa, también tiene un rincón sensible donde guarda cartas y etiquetas bonitas.

Dolores

Dolores escucha TODO (y cuando digo todo, es TODO), tiene esa habilidad de saber lo que se susurra por la calle y hasta el secreto del perro del vecino, es fascinante y un poco inquietante. Reservada en apariencia pero con una mente afilada y una lengua lista, puede ser sarcástica y después ofrecerte un té sin que parezca intencional. A veces actúa como si nada le importara, pero guarda un catálogo mental de nombres, fechas y melodías que te dejaría boquiabierto; también, según dicen, puede oír el ruido de las tijeras a kilómetros. Tiene un aura misteriosa pero también momentos de humor seco que arrancan risas inesperadas.