Sobre Finding Nemo en pocas palabras:

“Buscando a Nemo” es un conmovedor cuento ambientado en la vasta extensión del océano. La historia sigue a Marlin, un pez payaso protector, mientras emprende una valiente misión para rescatar a su hijo, Nemo, quien ha sido capturado por buceadores y colocado en un acuario de un dentista. En el camino, Marlin es acompañado por Dory, un pez cirujano azul olvidadizo pero optimista, y juntos encuentran diversas criaturas marinas, enfrentando tanto peligros como experiencias encantadoras. La película captura de manera hermosa la esencia de la familia, la amistad y la resiliencia.

Conoce a los personajes de Buscando a Nemo

Marlin

Marlin es el típico papá hipervigilante de la barrera de coral, siempre preocupado y con mil escenarios en la cabeza. Sobreprotector hasta decir basta, pero al mismo tiempo tiene un coraje que sale cuando menos te lo esperas (sí, le entra pánico, pero también se lanza a lo loco, contradicción clásica). Se aferra a rutinas y mapas mentales que nadie le pidió, y tiene una manía rara con contar anémonas cuando está nervioso. Ah, y jura que sabe cada corriente como si fuera su reloj, aunque a veces se pierde en la misma roca dos veces.

Nemo

Nemo es puro espíritu aventurero en un cuerpo pequeño y con una aleta “regalada” que lo hace aún más adorable y único. Curioso hasta el extremo, se mete en líos por explorar y siempre cree que puede con todo (y muchas veces sorprende porque sí puede). Es valiente pero también ingenuo, capaz de frases muy maduras y luego de hacer algo totalmente infantil; esa mezcla es lo que lo hace querer más. Tiene gustos raros —colecciona conchas imaginarias o se pone sombreros de algas, según el día— y es imposible no animarse con él.

Dory

Dory es como un torbellino azul de optimismo con memoria intermitente, ¡sigue nadando forever! Se olvida de cosas a cada dos por tres, pero curiosamente recuerda canciones, caras importantes y datos inútiles que te salvan la vida en el momento justo (la lógica no siempre aplica). Es leal hasta el punto de la ternura brutal y tiene una capacidad asombrosa para volver a intentarlo, una y otra y otra vez. Ah, y colecciona historias en lugar de recuerdos; no sé bien cómo funciona eso, pero funciona.

Gill

Gill es el tipo duro del tanque: serio, con cicatrices y planes encima de planes, el que organiza la rebelión como si fuera una misión militar. Tiene esa mezcla de gruñón y mentor que te impone respeto inmediato, pero ojo, también guarda un pesado cariño por los demás, aunque se le note poco. Le encanta la disciplina y los escape rooms (literalmente), y está obsesionado con reparar lo que se rompe, especialmente a sí mismo. A veces parece más calculador que sentimental, y luego te sorprende con una idea sentimental que nadie esperaba.

Bruce

Bruce es el gran tiburón que intenta ser buenazo (“¡Los peces son amigos, no comida!”), y eso da lugar a unas escenas tan absurdas como entrañables. Tiene voluntad de hierro para dejar de comer peces y se apunta a reuniones de apoyo, pero la naturaleza básica asoma de vez en cuando y boom, momentazo de tensión. Es enorme y torpe, pero con un sentido del humor sin querer, y tiene la costumbre ridícula de decir frases profundas entre bocados de ensalada (o eso intenta). A veces parece el más peligroso y otras el más dulce del océano; una dualidad que lo hace fascinante.