¿Qué personaje de ‘Hotel Transylvania: Transformania’ eres?
¡Bienvenidos al quiz ¿Qué personaje de 'Hotel Transylvania: Transformania' eres?! Si eres un fanático de esta serie animada, entonces este quiz es perfecto para ti. En esta última entrega, Mavis sorprende a Drac con un viaje familiar a un crucero de monstruos para que pueda tomarse unas merecidas vacaciones. Pero lo que no esperan es que Drac se enamore de la misteriosa capitana del barco, lo que lo lleva a una transformación que cambiará su vida para siempre. ¿Estás listo para descubrir qué personaje eres en esta película llena de aventuras y diversión? ¡Comienza el quiz ahora y descubre tu resultado!

Sobre Hotel Transylvania: Transformania en pocas palabras:
Hotel Transylvania: Transformania es una serie de televisión animada que sigue las aventuras de Drácula, su familia y amigos en el hotel más famoso y divertido para monstruos. La serie se centra en la vida cotidiana de los personajes y en cómo lidian con los problemas que surgen en su mundo mágico. En esta temporada, los personajes se enfrentarán a una nueva amenaza, una extraña fuerza que causa transformaciones en los monstruos. Con humor y acción, Hotel Transylvania: Transformania promete entretener a toda la familia.
Conoce a los personajes de Hotel Transylvania: Transformania
Jonathan
Jonathan es ese amigo humano que llegó sin pedir permiso y se quedó por puro amor al caos y a los monstruos (y a la pizza, siempre pizza). Es torpe pero adorable, con una energía incansable y mil ideas a la vez; te juro que nunca sabes si está a punto de tocar la guitarra o de inventar algo peligroso en la cocina. Le encanta la vida moderna, las cámaras, los selfies y también tiene un corazón gigante que a veces olvida dónde dejó las llaves. Ah, y jura que es alérgico a las noches aburridas; puede que sea una exageración, pero es muy probable que no.
Mavis
Mavis es la hija valiente y moderna que equilibra tradición y libertad como nadie: protectora, empática y con un radar para el drama familiar. Tiene una habilidad extraña para calmar a todo el mundo —monstruos incluidos— y al mismo tiempo puede planear unas vacaciones épicas en un minuto, aunque a veces se quede dormida en el avión, sí, en el avión. Le encanta la familia, pero también necesita su espacio; es dulce pero con un filo sorprendentemente firme cuando lo requiere. Tiene una risa contagiosa y, bueno, colecciona imanes de nevera de todos los lugares que visita, aunque jura no ser una coleccionista.
Ericka
Ericka empieza como la “villana” típica —científica fría y eficiente— pero resulta que es más compleja, con capas y capas, como una cebolla con diplomas. Es pragmática, meticulosa y un poco distante, pero tiene momentos de ternura que te rompen el alma, además de habilidades tecnológicas impresionantes (y un peinado impecable). Guarda secretos, odia perder y secretamente disfruta de una buena comedia romántica cuando nadie la ve. A veces parece implacable y cinco minutos después está haciendo galletas, sí de verdad, y nadie sabe por qué.
Van Helsing
Van Helsing es el arquetipo del cazador serio y meticuloso, obsesivo con su misión y con una mirada que te hace sentir descubierto aunque solo estés comiendo una manzana. Es duro, con códigos muy estrictos, pero tiene ese pequeño resquicio humano que aparece en momentos raros —como cuando habla de reliquias o de cuidar a la nieta— y entonces se ablanda un poco. Le encanta el orden y las listas; tiene listas para sus listas, creo que eso es real. Por cierto, finge no llorar con películas tristes pero luego siempre se le empañan los ojos; lo vi, lo juro.
Wayne
Wayne es el papá lobo perfecto: agotado, caótico, leal y absolutamente abrumado por la prole, como si cada hijo fuera una pequeña revolución canina. Es clásico, montones de chistes malos, y tiene una paciencia que a veces se agota en el primer intento de organizar la noche familiar. Ama los rituales de lobo (a veces demasiado) y es sorprendentemente tierno cuando cuida a los suyos; también tiene una colección de corbatas horribles que nadie le pidió. Oh, sí, ronca como trueno pero se lo toma con humor; eso nunca falla para que lo quieras.
Wanda
Wanda es la madre eficiente y feroz, la que organiza cumpleaños con precisión militar pero también baila en la cocina a las 3 a.m. Tiene una mezcla de pragmatismo y pureza maternal que da miedo en el mejor sentido: te intimida y te acaricia al mismo tiempo. Sabe manejar crisis familiares como si fueran fichas en un tablero y luego te prepara sopa como si nada hubiera pasado. Y sí, tiene un cajón secreto con notas de sus hijos y unos cuantos caramelos prohibidos que saca en momentos estratégicos.
Griffin
Griffin, el hombre invisible, es el amigo incómodo y brilliante que explicarías con mil adjetivos raros: ingenioso, ansioso, un poco exhibicionista pero por miedo, no por gusto. Es super creativo, le encanta hacer trucos y aparecer en los peores momentos (literalmente desaparece cuando las cosas se ponen serias, sí, eso pasa). Guarda secretos en hojas de papel pegadas por la casa y deja notitas para sí mismo —porque a veces no recuerda dónde dejó el sombrero, aunque no se le vea—. También tiene un sentido del humor extraño que funciona cuando menos te lo esperas; se ríe en voz baja, como si fuese cómplice de su propia invisibilidad.
Murray
Murray es el alma del drama antiguo: teatral, vanidoso y con una predilección por contar historias de su pasado glorioso, aunque a veces las fechas no cuadren. Le encanta todo lo relacionado con la historia y las tumbas bonitas, pero también es sorprendentemente suave y adora una buena fiesta familiar (y los postres con mucho caramelo). Se queja, mucho, pero lo hace con estilo, y en el fondo es leal hasta lo ridículo; si lo necesitas, aparece con una bandeja y una anécdota. Ah, y colecciona perfumes raros; sí, perfumitos de sarcófago, lo cual es completamente lógico si lo piensas… o no.
Drácula
Drácula es el patriarca melodramático, lleno de energía y orgullo, pero con un corazón enorme que a veces se le olvida esconder tras la capa. Es protector hasta los extremos, experto en lecturas teatrales y en montar planes imposibles solo para mantener a su familia a salvo (o para impresionar, depende del día). Baila como si no hubiera mañana y tiene un ego que necesita constantes caricias; aun así, cuando se trata de amor familiar se transforma en el tipo más tierno del mundo. Ah, y aunque sea un vampiro clásico, le gustan los desayunos con pan tostado, sí, muy raro pero cierto.
Frankenstein
Frankenstein es el gigante tierno que cumple con cualquier estereotipo: músculos, buen corazón y un leve desconcierto sobre cómo funcionan las cosas modernas. Es protector, noble y sorprendentemente reflexivo, con una calma que desarma a cualquiera y con una sonrisa que te derrite (a veces literalmente, bromita). Le encanta la jardinería y hablar con las plantas; sospecho que les cuenta secretos que no necesita compartir con nadie. Tiene momentos de confusión total, pero siempre termina siendo el que arregla las cosas, aunque lo haga con un martillo y mucho entusiasmo.
