Sobre The Loud House en pocas palabras:

The Loud House es una serie de televisión animada que sigue la vida de Lincoln Loud, un niño de 11 años que vive en una casa con sus diez hermanas. Cada hermana tiene una personalidad única y juntos, enfrentan los desafíos de la vida cotidiana. La serie es conocida por su humor y sus valores familiares positivos, y ha sido elogiada por su representación de la diversidad y la inclusión. The Loud House ha sido un éxito de taquilla desde su estreno en 2016 y ha ganado varios premios por su animación y guión.

Conoce a los miembros de la familia Loud

Lincoln

Lincoln es el único hermano varón en medio de un caos de hermanas y, pobrecito, es como el traductor oficial del desastre familiar, jaja. Es ingenioso y siempre está ideando planes (a veces demasiado complicados) para sobrevivir un día más en la casa Loud. Tiene esa mezcla de paciencia y resignación que me mata, se preocupa mucho por todos pero también quiere su espacio… aunque nunca lo consiga. Ah, y le encantan los cómics y los videojuegos, y a veces habla con su perro como si fuera un consejero de vida.

Lori

Lori es la hermana mayor y la jefa no oficial —manda, organiza y dramatiza con la misma intensidad—, ¡es básicamente una mezcla de mamá y reina de la casa! Le encanta su teléfono, hablar de novios y dar órdenes (sin siquiera pestañear), pero bajo todo eso es súper protectora y sentimental, sí, lo noto cada vez que algo sale mal. Puede ser mandona y luego olvidar por qué estaba enojada —claro, típico adolescente, pero con tiara—. En fin, es responsable, un poquito exagerada y secretamente blanda cuando hay drama real.

Leni

Leni es el alma más dulce y… bueno, un poquito despistada, pero de la forma más adorable posible; vive en su nube de moda y gafas de sol. Es fashionista por excelencia, habla despacio y confunde palabras (a veces para el mejor resultado, otras para reírnos), pero tiene una bondad que derrite. Curiosamente puede ser increíblemente útil (sí, en serio) y a la vez perderse en la tienda como si buscara un concepto existencial. Ah, y ama a las mascotas y las telas, y creo que también cree que los maniquíes tienen sentimientos.

Luna

Luna es la rockera de corazón, vive con una guitarra en mano y un verso listo en la lengua; libre, apasionada y tan vibrante que ilumina la habitación. Es súper empática, amiga leal y siempre tiene una canción para cada drama familiar (o para lavar los platos, eso quizás también). Habla en metáforas, colecciona púas y a veces parece más sabia que ella misma cree —y sí, duerme con un poster de su banda favorita, obvio—. Tiene un lado sensible que no muestra siempre, pero cuando lo hace, uff, te atrapa.

Luan

Luan es la comediante oficial de la familia, vive para el chiste malo y el golpe cómico perfecto —y yo la adoro por eso—. Sus bromas son un arte: hay planeación, emoción y ocasional culpa (porque sí, algunas veces la gente no se ríe, pobrecita). Es juguetona, creativa y se toma en serio lo de hacer reír, aunque por dentro a veces dude si la entienden; pero sigue adelante con su caja de chistes. También colecciona chistes malos en un cuaderno y guarda una nariz de payaso por si acaso.

Lynn

Lynn es energía pura y competencia encarnada, como si el deporte fuera su religión y cada día fuese un torneo. Es ruidosa, rápida, siempre lista para una carrera o una pelea amistosa y come como si no hubiera un mañana (con estilo, claro). Tiene un gran corazón y una voluntad de hierro, aunque a veces el drama la sigue porque no sabe relajarse mucho, ¿relajarse? qué es eso. Y sí, a veces cocina cosas raras después de ganar un partido, y te sorprendería lo buenísima que es en trucos inesperados.

Lucy

Lucy es la hermana gótica y amante de lo macabro; poemas en la noche, sombras en la habitación y un aura misteriosa que me encanta. Es súper reservada, habla poco pero cada palabra pesa como un poema triste; te da la sensación de que todo lo ve desde otro mundo. A la vez, es tierna de maneras raras (como dejar un dibujo secreto en tu mochila) y tiene un sentido del humor oscuro que te hace reír cuando menos lo esperas. Ah, y colecciona cosas extrañas, como plumas o frascos con cosas que nadie sabe qué son.

Lana

Lana es la chica de los charcos y los animales, literal: ropa sucia, botas siempre, y un amor enorme por todo lo que tenga patas (y a veces escamas). Es práctica, manitas, no le teme a la suciedad ni a un sapo con actitud, y tiene una habilidad casi mágica para entender bichos que a mí me horrorizarían. A veces quiere flores y cosas suaves (sí, sorpresa), y otras te logra arreglar el motor del coche con cinta adhesiva y una canción. También tiene un corazón romántico escondido entre botas fangosas y cajones llenos de raicillas.

Lola

Lola es la reina del glamour y la reina de los temperamentos explosivos; vestidos, tacones y drama en cada pestañeo. Competitiva hasta la médula, quiere ser la ganadora en todo (concursos, miradas, tartas), pero debajo de las túnicas de princesita hay una chica que siente muchísimo y que defiende lo suyo con uñas y tiara. Es medio diva, medio adorable, y puedes encontrarla ensayar poses frente a un espejo o llorando porque su corona se salió (drama real). A veces es exigente y al rato te regala el caramelo más raro con cara angelical.

Lisa

Lisa es la genio de la casa, laboratorio ambulante con teorías, artilugios y poca paciencia por lo que considera “irracional”. Es brillante, fría en la forma pero curiosa y con un humor muy peculiar (experimentos que salen volando incluidos). Le encanta conquistar problemas con ciencia y a veces olvida que no todo es un experimento—lo cual suele resultar en caos y luego en soluciones brillantes. Tiene inventos por todos lados y un pequeño robot o dos que la siguen como cachorros lógicos.

Lily

Lily es la bebé-bomba de ternura que aparece en el momento justo para confundir y derretir a todos; es pequeñita pero definitivamente manda en el corazón de la casa. Hace cosas impredecibles, como sonreír justo cuando alguien está a punto de explotar, y sus babitas tienen poderes extraños (creo). Es juguetona, curiosa y sospechosamente persuasiva para tener tan pocos dientes; todos la miman y ella lo sabe, claro que lo sabe. Y sí, duerme con una colección de peluches que parecen conspirar entre sí.