Sobre Spawn en pocas palabras:

Spawn es una serie animada y de televisión basada en el cómic homónimo creado por Todd McFarlane. La trama sigue a Al Simmons, un soldado que fue traicionado y asesinado por su propio equipo, quien hace un pacto con un demonio para regresar a la vida y vengarse de quienes lo traicionaron. Sin embargo, pronto descubre que su resurrección lo convirtió en un soldado infernal y debe luchar contra otras fuerzas demoníacas mientras intenta recuperar su humanidad. La serie es conocida por su estilo oscuro y violento, y ha sido elogiada por su narrativa compleja y su representación de temas como la redención y la corrupción.

Conoce a los personajes de Spawn

Spawn

Spawn es el protagonista oscuro y al mismo tiempo el alma del lío entero; mitad soldado, mitad demonio, con un traje que parece tener vida propia y muy mal humor por las mañanas. ¡Es rudo y trágico pero también tiene momentos raros de ternura, lo juro! Se supone que es implacable, pero a veces actúa casi por culpa, o por nostalgia, o por hambre (no sé, a veces imagino que le gusta el café). Es complicado, pero de esa forma que te atrapa y no te deja mirar a otro lado.

Cogliostro

Cogliostro es el viejo mentor con más secretos que libros en una biblioteca mal iluminada; sabio, cascarrabias y muy misterioso, con esa mezcla de rabia antigua y paciencia de monje (o eso dice él). Te da consejos tipo “no juegues con el infierno” y los dice mientras fuma algo raro y bebe té — sí, té, no café, ¿lo sabías? A veces parece que está del lado bueno y otras veces que tiene su propia agenda, así que confías en él… hasta que no.

Wanda Blake

Wanda es la parte humana que duele de la historia, amor perdido, madre coraje y mujer que intenta seguir con la vida aunque todo sea un desastre (y sí, también tiene malos días de pijama y helado). Es fuerte sin pretenderlo, ama con una lealtad que quema, pero también se le nubla la memoria a veces o actúa distante sin que ella misma lo entienda — muy real, muy cruda. Hay momentos en los que parece que podría romperse y luego te sorprende con algo tonto y dulce, tipo coleccionar postales viejas.

Sam Burke

Sam es el poli de corazón grande que huele a cigarro y a sarcasmo; terco, fiel y con una ética que no siempre es oficial pero que funciona. Tiene chistes malos para todo y una habilidad para aparecer en el peor momento posible (y salvar el día). Es de los que irían hasta el final por un amigo, aunque a veces eso le meta en problemas enormes — y sí, come mucha comida rápida, cliché pero cierto.

Gareb

Gareb es el artista raro del barrio, siempre con pintura en las manos y ideas que a veces son geniales y a veces dan miedo; sensibilidad extrema mezclada con un temperamento de tormenta. Puede ser encantador y luego desaparecer por semanas sin contestar, o volver con una pieza que te rompe el alma; es intenso y contradictorio como un buen poema mal escrito. También tiene un lado oscuro que asusta un poco (pero ojo, a veces es solo dramatismo).

Jason Wynn

Wynn es la definición de villano elegante: traje impecable, sonrisa fría y una obsesión por el control que da escalofríos. Es burocrático y monstruoso a la vez, el tipo que fabrica horrores desde un despacho con aire acondicionado — y lo hace con una copa de vino en la mano, claro. Calculador hasta el hueso, pero de vez en cuando suelta alguna broma seca o un gesto casi humano, como si practicara humanidad en frente del espejo. No te fíes, no importa cuán pulcro parezca.