Sobre D.Gray-man en pocas palabras:

D.Gray-man es una serie de anime y manga que sigue la historia de Allen Walker, un exorcista que trabaja para la Orden Oscura, una organización que lucha contra los Akuma, criaturas demoníacas creadas por el Conde del Milenio. Allen tiene un brazo demoníaco que le permite controlar la energía de la inocencia, una sustancia sagrada que puede destruir a los Akuma. A lo largo de la serie, Allen y sus compañeros se enfrentan a peligrosos enemigos y descubren oscuros secretos sobre la Orden Oscura y el Conde del Milenio. La serie combina acción, drama y elementos sobrenaturales para crear una emocionante aventura.

Conoce a los personajes de D.Gray-man

Millennium Earl

¡El Earl es ese villano tan ridículamente teatral que no puedes dejar de mirar! Parece un payaso encantador que colecciona almas como si fueran figuritas, pero hay algo terriblemente frío y calculador detrás de la risa; es manipulación en forma de sombrero de copa. Le encantan los dulces (o eso dice), se pasea con esa pose exagerada y a la vez te da escalofríos, como si siempre supiera algo que tú no sabes. A veces parece melodramático y otras veces simplemente devastadoramente eficaz, contradicción pura y maravillosa.

Lavi

Lavi es el reportero-playful que todos adoramos: bromista, curioso y con una pasión casi enfermiza por la historia (y por los libros, obvio). Lleva un parche y un martillo enorme que usa como si fuera un bolígrafo gigante; en combate es sorprendentemente serio, sí, serio cuando toca, aunque siga chisteando en mitad del caos. Es el tipo que te hace una broma y luego te arregla una herida sin avisar, con esa mezcla de despreocupación y cariño que confunde muchísimo. Ah, y come cosas raras a horas extrañas; no preguntes, probablemente sea una modalidad de investigación.

Marian Cross “General Master”

Marian es la jefa fría-pero-no-tan-fría, esa figura que impone respeto al instante pero que también te da la sensación de haber vivido mil vidas y quedarse corta si te escucha. Rígida en las decisiones, maternal en las pequeñas cosas (sí, regala mantas, lo juro), y con un sentido del deber que corta como un bisturí. Tiene esa mirada que te hace pensar dos veces antes de mentirle, aunque por dentro a veces parezca hecha de papel; es fuerte, sí, pero con grietas bonitas. La imagino regando plantas en secreto y escribiendo cartas que nunca envía.

Kanda Yuu

Kanda es el típico “no me hables” que en realidad te salva la vida a regañadientes, eterno orgulloso y con una katana que brilla más que su sentido común social. Tiene un pasado que duele en la mirada, se enfada con el universo por sistema y aún así se preocupa (como un imbécil sensible), lo cual es lo mejor y lo peor de él. Es solitario pero no lo demuestra, odia confesar debilidades y a veces te sorprende sonriendo como un idiota. Detalle raro: tiene una colección de cosas que nadie esperaría (pegatinas? figuritas?) que guarda en su bolsa como si fueran talismanes.

Road Kamelot

Road es caos envuelto en piel pequeña: adorable y terrorífica a la vez, sonríe como si no entendiera reglas pero las rompe a propósito, y es, sí, uno de los villanos más memorables porque juega con todo. Es juguetona, sadista con estilo y, sorpresa, tiene un cariño especial por ciertas personas (Allen, ejem), lo que la vuelve impredecible y extrañamente fiel. Le gusta coleccionar objetos raros, hablar como narradora y arruinar planes por diversión; a veces canta, otras veces mata con una sonrisa. Es como un muñeco con filo y un corazón de cristal — bello y peligroso.

Aleister Crowley III

Aleister es el maestro oscuro con clase, el personaje que mueve hilos mientras toma té y sonríe como si el mundo fuera su tablero de ajedrez; elegante, distante y aterradoramente inteligente. Tiene planes dentro de planes, secretos en los bolsillos y un sentido del destino que da miedo, pero también un humor cortante que aparece en el peor momento posible. Es la figura paternal/perversa que encanta y exaspera; a veces parece frío, otras veces casi… comprensivo, lo que descoloca un montón. Y sí, probablemente tiene una pequeña colección de relojes raros que nadie entiende.

Allen Walker

Allen es el héroe bondadoso con maldición incluida: ojos que lo delatan (ese ojo anti-akuma), un brazo que parece tener vida propia y un corazón gigantesco que le hace caer en problemas por ayudar a todos. Es tierno, terco, ingenuo a ratos y feroz en combate; siempre intenta ver lo mejor de la gente aunque esa bondad le deje cicatrices por doquier. Hay una mezcla adorable de niño que quiere salvarlo todo y adulto que carga con traumas que duelen, y eso lo hace perfecto y triste a la vez. Tiene manías raras como coleccionar postales o hablar con su mascota, y a veces se queda dormido leyendo; lo amo.

Jasdero

Jasdero es uno de esos rostros menos conocidos pero que aporta textura: reservado, práctico y con una paciencia infinita, tipo bibliotecario-warrior en la sombra. No es del drama, prefiere soluciones — y probablemente mapas y listas — y tiene esa calma que calma a los demás (aunque por dentro esté pensando en mil cosas). Hay un aire de misterio sobre su pasado, tal vez más profundo de lo que deja ver, y de vez en cuando saca a relucir un sentido del humor seco que te sorprende. Lo imagino con té humeante y algún objeto extraño en el bolsillo que nunca explica.

Fou

Fou es la mascota que no es solo mascota: pequeño, peludo, adorable y con un sentido del timing cómico impecable, pero también con momentos de brillo casi humano que te hacen replantearte todo. Es el compañero leal de Allen, guarda secretos (literalmente a veces), y aparece en el peor momento para robarte el corazón o la cena. Tiene un comportamiento que a veces es totalmente animal y otras veces casi como si entendiera política mundial — inconsistente y perfecto. Y sí, come cosas raras, hace ruidos inexplicables y siempre consigue hacerte sonreír cuando menos lo esperas.