Dororo: ¿Qué personaje eres?
¡Bienvenido al quiz Dororo: ¿Qué personaje eres?! Si eres fanático del anime o de las series de televisión, seguro que ya conoces esta historia épica y emocionante. Basada en el manga de Osamu Tezuka, Dororo sigue la vida de un joven samurái llamado Hyakkimaru, quien se propone recuperar los órganos que le fueron robados por demonios al nacer. En su camino, se encuentra con Dororo, un joven ladrón que se convierte en su compañero de viaje. ¿Te gusta la serie? ¿Te has preguntado qué personaje de Dororo eres? ¡Entonces este quiz es para ti! ¡Comenzar el quiz y descubre a qué personaje te pareces más!

Sobre Dororo en pocas palabras:
Dororo es una serie de anime que sigue la historia de Hyakkimaru, un guerrero que nació sin varios órganos y extremidades debido a un pacto que su padre hizo con demonios. Hyakkimaru se propone recuperar sus partes del cuerpo y derrotar a los demonios que se apoderaron de ellas. En su camino, se encuentra con Dororo, un joven ladrón que se une a él en su búsqueda. Juntos, enfrentan peligrosas criaturas y descubren oscuros secretos sobre el pasado de Hyakkimaru y su familia. La serie es emocionante, llena de acción y tiene una trama interesante que mantiene a los espectadores enganchados.
Conoce a los personajes de Dororo
Jukai
Jukai es ese sabio raro que te roba el corazón sin querer; herrero de prótesis, médico autodidacta y un poco cascarrabias, siempre con las manos llenas de engranajes y algodón. Tiene la mezcla perfecta de paciencia infinita y mal humor de abuelo, y sí, fuma (o eso parecen siempre los adornos en su taller, ¡quizá es solo incienso?), no estoy seguro pero queda bien. Lo ves arreglar piernas y almas con la misma seriedad, y de algún modo siempre encuentra tiempo para sermonear y abrazar al mismo tiempo. Me encanta que sea práctico pero con momentos filosóficos raros, tipo “la vida es reducida a tornillos” — no sé si lo dijo, pero suena a Jukai.
Mio
Mio tiene esa tristeza tranquila que te hace querer abrazarla y golpear a quien la lastimó (en serio), es maternal pero nada empalagosa. Es trabajadora, práctica, siempre con una taza de té en la mano y una mirada que entiende más de lo que dice; a veces parece frágil y otras cambia a una especie de furia silenciosa que te paraliza. Me late que guarda secretos —dice que no le gusta la violencia pero luego, bueno, la sorpresa— y tiene una risa que aparece en los peores momentos, lo que la vuelve humana y confusa a la vez. Pequeño dato random: creo que guarda semillas en un cajón, o eso he imaginado, quién sabe.
Hyakkimaru
Hyakkimaru es el protagonista con el aire más lacónico y letal que puedas imaginar: le faltan partes del cuerpo (literalmente) y aun así avanza buscando demonios y respuestas. Es callado, como si cada emoción fuera una herramienta nueva que aprende a usar, pero cuando se enciende no hay quien lo pare; a la vez tiene momentos infantiles que te rompen el pecho (sí, llora, y duele bonito). Su camino es una lección lenta sobre qué significa ser humano: a golpes, cortes y, de vez en cuando, con una sonrisa inesperada. Además guarda objetos chiquitos como si coleccionara fragmentos de vida, lo cual es raro pero muy él.
Dororo
Dororo es puro dinamismo: pequeño/a, rápido/a, sarcástico/a y con más recursos que un ejército de ladrones — te roba la comida y la dignidad con la misma mano. Te encariñas en segundos (y luego te siegan con sus bromas), y esa mezcla de humor ácido y ternura insoportable es lo que lo/la hace inolvidable. Cuando se enfada es adorablemente peligroso/a, juro que es contradictorio pero funciona; a veces dice cosas superfilosóficas y otras solo quiere correr y comer dulces. Bonus: corre en calcetines como si fuera una personalidad, apuesto que tiene escondido un osito viejo o algo así.
Tahomaru
Tahomaru es ese hermano-príncipe que te provoca una mezcla de empatía y ganas de gritarle a la pantalla; orgulloso, valiente y con un ego que a veces le juega en contra. Está moldeado por el deber y la corte, quiere demostrar que es el mejor (y muchas veces lo es), pero debajo hay inseguridad, celos y un corazón que late demasiado fuerte ante lo imposible. Sus escenas son intensas, dramáticas y llenas de humo emocional — toma decisiones que te hacen cuestionar si aplaudir o lamentar. Y sí, tiene un gusto raro por los accesorios brillantes, como si la corona fuera una lámpara de noche que le calma.
Yajiro
Yajiro es la versión humana de “no me metas en líos pero cuéntame todo”, un mercenario gruñón que es el compañero improbable perfecto. Es rudo, bebe, dice tacos a tiempo completo, pero cuando alguien lo necesita saca una ternura absurda que nadie esperaba (sí, hasta le pueden gustar los gatitos, lo juro). Tiene ese encanto de hombretón peludo que repara cosas con la misma mano que te da una paliza, y además canta canciones tristes cuando nadie lo mira —o eso me gusta imaginar cuando lo veo con una botella. Lo mejor es que nunca sabes si te va a traicionar por dinero (spoiler: probablemente no), aunque a veces actúa por puro orgullo.
