Sobre Gakuen Babysitters en pocas palabras:

Gakuen Babysitters es una serie de anime que sigue la vida de Ryuchi y Kotaro Kashima, dos hermanos que pierden a sus padres en un accidente aéreo y son adoptados por la directora de una escuela privada. Ryuchi comienza a trabajar en la guardería de la escuela, donde se encarga de cuidar a los niños mientras sus padres trabajan. A medida que se familiariza con los niños y sus familias, Ryuchi aprende a ser un buen cuidador y a superar la pérdida de sus padres. La serie es una conmovedora historia sobre la familia y la importancia de cuidar a los demás.

Conoce a los personajes de Gakuen Babysitters

Ryuichi Kashima

Ryuichi es el típico adulto que te hace suspirar de lo responsable que es, pero ojo, no es aburrido, tiene momentos de payaso torpe que te derriten. Es protector hasta el hueso con los niños (y con su hermano pequeño, sí, ese hermano que a veces es un imán para problemas), y organiza todo como si llevara una lista mental infinita. Tiene esa paciencia gigante pero de vez en cuando se le nota el cansancio y se le salen comentarios sinceros que cortan el aire — en el buen sentido —. Ah, y curiosidad: jura que no le gustan los dulces pero siempre hay migas en su bolsillo.

Kotaro Kashima

Kotaro es el mini sol portátil, adorable, pegajoso cuando quiere y sorprendentemente capaz cuando la situación lo exige. Llora como un volcán y cinco segundos después te da la mano de la forma más tierna, es tan impredecible que te obliga a estar alerta pero también te hace reír sin querer. Le encantan las siestas largas (o no, depende del día) y tiene esa mirada capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa; arma peligrosa, en serio. Y sí, a veces come como si hubiera entrenado para un concurso de comida, y otras es selectivo como un crítico gourmet.

Hayato Kamitani

Hayato es el niño tranquilo que guarda un mundo dentro, muy observador, como si siempre estuviera recopilando datos para un proyecto secreto (que probablemente existe). No es el más hablador del grupo, pero cuando lo hace, su voz tiene una calma extraña que te atrapa; a veces parece mayor que su edad y de pronto explota en risas tontas. Le gusta lo familiar y lo seguro, pero no te sorprendas si un día toma una decisión impulsiva y todos quedan en shock: tiene ese lado inesperado. Ah, y es misteriosamente un poquitín fan de las cosas ordenadas, aunque su mochila diga lo contrario.

Taka Kamitani

Taka es el torbellino divertido: energía pura, risa contagiosa y un talento innato para meterse en líos, pero de buen corazón siempre. Ama jugar y correr y hacer que la guardería se parezca más a un campo de juegos que a un aula, pero también tiene momentos dulces donde se queda ayudando a otro niño sin que nadie le vea. Es el que promete que hará algo y lo olvida en cinco minutos, pero luego regresa con una excusa ridícula que en realidad te conquista. Y sí, es desordenado como él solo, pero cuida sus cosas con orgullo inexplicable cuando se lo pides.

Kazuma Mamizuka

Kazuma tiene ese aura de “serio pero tierno” que es imposible no querer: tranquilo, un poco sarcástico a veces, y muy protector con los más chicos. No es el tipo que busca atención, pero si alguien necesita un apoyo silencioso ahí está, con un gesto pequeño y efectivo; el héroe discreto del grupo. Le gusta imponer reglas (no siempre las sigue) y tiene un cariño secreto por los peluches o cosas suaves que nadie esperaría. Por alguna razón, siempre parece saber cuándo alguien está a punto de llorar, como radar humano, y eso da confianza.

Takuma Mamizuka

Takuma es la versión más expresiva y temperamental (en el mejor sentido) de su hermano; no se guarda nada, lo notas en la cara, en la voz, en la manera de saltar a defender a sus amigos. Es impulsivo, carismático, y dramático cuando se enoja —pero después se le pasa y pide perdón con besos y esas cosas que te rompen el plan—. Le encanta probar cosas nuevas (comidas, juegos, retos estúpidos) y rara vez dice que no a una aventura, aunque a veces termine arrepintiéndose al minuto. Y confieso que tiene manías raras, como organizar todo por color un día y ser un caos absoluto al siguiente.

Kirin Kumatsuka

Kirin es el niño calmado que parece flotar por la sala, muy soñador y con una inclinación hacia lo artístico, como si viviera en una película lenta. Habla poco a veces, pero cuando suelta una idea te sorprende por lo profunda o graciosa que es; no es que sea extraño, es que ve el mundo en ángulos distintos. Le encanta la rutina pero también colecciona pequeñas rarezas (taza favorita, dibujo obsesivo, que nadie se entere), y tiene una risa suave que aparece justo cuando menos te lo esperas. Y sí, a veces es despistado hasta niveles épicos —pierde calcetines y gana stickers, esa clase de persona.

Yuki Ushimaru

Yuki es el grande silencioso al que todos respetan: fuerte, serio y con un concepto de justicia propio que nadie quiere poner a prueba, porque gana siempre (en su estilo). Es protector, pero no de forma exagerada; más bien tiene una presencia que calma y organiza, como si todo encajara cuando él está cerca. Debajo de esa capa dura hay un niño que disfruta de las pequeñas cosas —un helado, un dibujo, una historia pésima— y se derrite con gestos simples (lo juro, es muy tierno en secreto). A veces parece frío pero luego le ves cuidar una planta o cantar bajito y te preguntas cuándo empezó a ser tan entrañable.