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¿Qué personaje de ‘Así que soy una araña, ¿y qué?’ eres?

Si eres un fanático del anime o de las series de televisión, es probable que hayas oído hablar de 'Así que soy una araña, ¿y qué?'. Esta popular serie sigue la historia de una chica que es reencarnada como una araña en un mundo de fantasía. Si te identificas con la protagonista o simplemente te encanta la trama de la serie, ¡este quiz es para ti! Descubre qué personaje de 'Así que soy una araña, ¿y qué?' eres respondiendo a nuestras preguntas. ¿Estás listo para comenzar? Haz clic en el botón 'Comenzar' para empezar a jugar. ¡Buena suerte!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Así que soy una araña, ¿y qué? eres?

Sobre So I’m A Spider, So What? en pocas palabras:

So I’m a Spider, So What? es una serie de anime que sigue la historia de una estudiante de secundaria que es reencarnada en un mundo de fantasía como una pequeña araña. Ella debe luchar por sobrevivir en un mundo peligroso lleno de monstruos y mazmorras. A medida que crece y evoluciona, la araña aprende nuevas habilidades y se encuentra con otros personajes que también han sido reencarnados en este mundo. La serie es emocionante y llena de acción, y es una gran opción para los amantes de la fantasía y la aventura.

Conoce a los personajes de Así que soy una araña, ¿y qué?

Kumoko

Kumoko es pura energía caótica; una araña que no para de hablar consigo misma y con todo el mundo, incluso cuando nadie le contesta (sus monólogos son legendarios, en serio). Es increíblemente lista, improvisa trampas y hechizos como si fueran recetas de cocina, pero a la vez es torpe y se enreda en sus propias emociones — llora por cosas rarísimas y luego te lanza un ácido en la cara, ya sabes. Tiene un humor retorcido y un corazón sorprendentemente grande; protege a los suyos a su manera, que suele incluir insultos cariñosos. Y sí, colecciona chucherías y nombres ridículos para enemigos, lo cual la hace adorable y un poco obsesiva, en el mejor sentido.

Shun

Shun es el tipo calmado que siempre parece saber más de lo que deja ver, muy estratega y con esa mirada de “ya tengo un plan”, pero no esperes que te lo explique sin antes poner música dramática. Es formal, un poco frío a primera vista, pero guarda lealtades profundas; te defiende como si fueras parte de su familia (aunque a veces se le olvide sonreír). Tiene un lado absurdo — le encanta organizar cosas por color o por fecha, no sé por qué, y jura que es relajante — y eso lo humaniza bastante. En peleas es calculador y muy cómodo manejando crisis, lo cual es raramente divertido para los demás, pero tremendamente efectivo.

Katia

Katia es fuego directo; franca, impulsiva y con una sonrisa que te corta el aliento. Lucha con pasión y no se complica la vida: si algo está mal, lo arregla a golpe de espada o grito, depende del día. También tiene un lado tierno que aparece cuando menos te lo esperas — le gustan los pastelitos, los gatitos o las cosas cursis, lo juro, aunque nunca lo admitirá en público. Es la amiga que te arrastra a la aventura a las 3 a. m. y luego te salva, y probablemente te robe la última porción de pizza mientras ríe como maniática.

Filimos

Filimos tiene ese aire etéreo y teatral, como si viniera de una obra de teatro barroca; misterioso, elegante y con gestos exasperantemente perfectos. Puede parecer distante, casi cruel, pero hay capas y capas de dolor y decisiones raras detrás de su mirada (no preguntes o sí, pregunta, es un tema largo). Le encanta el drama, las frases grandilocuentes y a veces parece coleccionar momentos trágicos, pero también hay pequeños gestos inesperados: una flor dejada en secreto, una confesión a media voz. Y sí, a veces se contradice y actúa como si nada le importara, y al segundo siguiente te salva la vida; fabuloso y molesto.

Hugo

Hugo es ese tipo serio y robusto que podrías confundir con una estatua hasta que abre la boca y suelta una opinión sorprendentemente honesta (y lapidaria). Es leal, con un sentido del deber casi religioso, y hace las cosas con disciplina militar — pero ojo, porque guarda pequeñas excentricidades: colecciona plumas, canta raro cuando nadie escucha y come siempre a la misma hora. No es el más expresivo, pero cuando confía en alguien se vuelve inexplicablemente protector y hasta sarcástico de manera cariñosa. En el campo de batalla es roca pura, pero en la sobremesa puede desatar debates filosóficos que nadie pidió.

Ariel

Ariel es como una tormenta de creatividad divina; impredecible, caprichosa y con una fascinación absoluta por experimentar (a veces con gente, ups). Tiene una inteligencia brillante y un sentido de la maravilla que roza lo infantil; te convence de cosas imposibles y te pone ideas en la cabeza como quien planta semillas. Puede ser adorable y terrible al mismo tiempo: una sonrisa etérea seguida de decisiones que te dejan en llamas (literal o metafóricamente). Ah, y colecciona tazas, o eso creo — o fue una pila de libros? Confío en la idea de que tiene una taza favorita, eso seguro.

Sophia

Sophia parece dulce y clerical al primer golpe, toda sonrisas y manos que curan, pero no te confundas: tiene una mente científica ocultita detrás del velo. Es metódica, curiosa hasta lo obsesivo, y anota todo; sus cuadernos son peligrosos porque contienen maravillas y experimentos que nadie pidió pero que funcionan. Es maternal en el buen sentido, protege a los más débiles, pero también puede ser fría si la lógica lo requiere (sí, lo siento, sacrificios científicos, suena peor de lo que es). Tiene manías adorables, como ordenar hierbas por olor o hablar con su confesionario imaginario, y a veces olvida comer porque se queda leyendo teorías.

Shiraori

Shiraori es elegante y letal con un aura de misterio que hace que la gente le cuente secretos sin darse cuenta; silenciosa pero con una presencia que llena la sala. Parece cruel, sí, pero también tiene principios raros y una especie de código personal que solo ella entiende — a veces te salva y al rato te amenaza por modales, no me preguntes. Le encanta la música melancólica, lo cual es adorablemente contradictorio con su cara de “rompo espadas con la mirada”. En combate es precisión pura, pero fuera de ello puede ser sorprendentemente torpe con las emociones; la ves intentando entender memes y es lo más humano del mundo.

Wrath

Wrath es pura intensidad, un volcán de ira que es tristemente fascinante; entra en escena y ya sabes que algo va a explotar (metafórica o no). No es solo enojo gratuito: su ira viene de heridas profundas y decisiones difíciles, y eso le da una especie de nobleza brusca. A veces es brutal, otras veces tiene destellos de vulnerabilidad que te hacen querer abrazarlo y a la vez mantener la distancia, porque sí, es peligroso pero irresistible. Tiene hábitos raros cuando está tranquilo, como ordenar piedras por tamaño o recitar nombres como si fueran hechizos, lo que lo hace extrañamente encantador en su desorden.