Sobre Gurren Lagann en pocas palabras:

Gurren Lagann es una serie de anime que sigue la historia de Simon, un joven que vive en un mundo subterráneo controlado por el Rey Espiral. Junto a su amigo Kamina, Simon descubre un mecha antiguo llamado Lagann y juntos luchan contra el Rey Espiral y sus fuerzas. La serie muestra una gran cantidad de acción y batallas épicas, además de explorar temas como la libertad y la superación personal. Con personajes carismáticos y un estilo de animación vibrante, Gurren Lagann se ha convertido en un clásico del anime.

Conoce a los personajes de Gurren Lagann

Simon

¡Ay, Simon! Al principio parece el chico tímido con casco y taladro a la sombra de su hermano (bueno, hermano adoptivo, o lo que sea), pero se transforma en alguien que literalmente rompe el cielo —y sí, lagrimeo garantizado. Tiene esa mezcla de torpeza adorable y determinación de acero; a veces tartamudea, otras lanza discursos épicos que te sorprenden. Le encanta cavar (literalmente) y también coleccionar recuerdos raros, o al menos eso recuerdo, no sé si era una piedra o una tapa de botella, pero lo guarda todo. Es dulce, inseguro y a la vez el que empuja la historia hacia lo imposible, y sí, a veces se queda mirando el taladro como si fuera su mejor amigo.

Kiyal

Kiyal es esa personita diminuta y un poco misteriosa que aparece con rostro serio y te derrite por completo; princesa, robot o ambas cosas, depende del día. Tiene momentos de silencio absoluto y luego suelta una mirada que vale por mil palabras (o por cuatro líneas dramáticas). Le dan ternura y a la vez genera preguntas raras sobre la familia Teppelin, y creo que le gustan las muñecas… o tal vez son partes de mechas, no estoy seguro. Pequeña pero con presencia, y esa mezcla de inocencia y algo computacional la hace extrañamente cautivadora.

Leeron Littner

¡Leeron! La diva mecánico del grupo: exagerado, dramático y con una habilidad para la reparación que me hace llorar de la emoción (y de la envidia). Tiene flecos, maquillaje y una actitud like “sí, soy fabuloso y además reparo cohetes”, lo cual es literalmente una joya. A veces parece que canta todo lo que dice y otras veces es el técnico más serio cuando las cosas se ponen feas —esa dualidad lo hace genial. Y sí, posiblemente tiene una planta favorita, o la odiaba, no recuerdo; pero es el alma creativa del taller, punto.

Rossiu

Rossiu es el típico cerebro frío que se convierte en un líder con decisiones controversiales, lo amo/odio por eso; muy pragmático, muy calculador, y a veces terriblemente humano. Se toma la seguridad y la estabilidad en serio hasta el punto de hacerse impopular (y luego más impopular), pero entiendes por qué actúa así, aunque quieras gritarle. Tiene momentos de inseguridad escondidos detrás de discursos muy bien ensayados y juro que una vez vi que tenía un peluche bajo su cama o eso me imagino; no es literal, solo digo. Al final es un personaje que te obliga a pensar en costo y responsabilidad, y eso me revuelve la cabeza.

Nia Teppelin

Nia es pura luz: dulce, curiosa y con una inocencia que a veces quema por lo honesta que es. Misteriosa de donde viene y con un corazón enorme, tiene esa voz que podría calmar tormentas (o eso es lo que recuerdo mientras me derrito). Es sorprendentemente valiente cuando hace falta, aunque odie pelear, y tiene manías adorables como sonreír en los momentos más raros. En resumen: adorable, trágica, un poco extraña y totalmente inolvidable —y sí, creo que le gustaban las flores, o las lámparas, no sé, ¡era mucho encanto!

Kunba

Kunba (sí, no es el más famoso, pero tiene su rollo) es ese tipo rudo de pueblo que aparenta ser duro como roca pero siempre ayuda en el momento justo. A veces habla en voz baja, otras grita como si fuera el capitán del karaoke, no me pregunten por qué. Tiene cicatrices, historias de batalla y una taza favorita que usa para todo, incluida la sopa —o al menos eso me lo invento, pero pega. Es el típico secundario que cuando aparece sientes que la escena mejora un 200%.

Kamina

Kamina es puro fuego, el grito en la montaña, el que te obliga a creer en el “no importa lo que digan, rompemos el techo”. Carismático hasta niveles extraterrestres, impulsivo, loco y con un sentido del espectáculo infinito, además de gafas que son básicamente un emblema. Tiene frases épicas que todos repiten y una energía que hace que hasta los muebles quieran levantarse y pelear. Contradictorio, valiente, un poco bruto con el drama, y absolutamente inolvidable —sí, lo adoro y sí, me hace llorar (again).

Viral

Viral es ese enemigo que evoluciona hasta convertirse en algo mucho más interesante: salvaje, orgulloso y con honor raro en su mundo. Al principio es bestia y terco, pero terminas viendo su código de conducta y diciendo “ok, lo respeto”, incluso cuando tiene malos días de enojo. Tiene una estética de guerrero que me fascina y, sorpresa, a veces muestra momentos de curiosidad casi humana (como si le gustaran los libros… o no, eso lo vi en un fanart, quizá lo invento). Es un alma guerrera con capas de orgullo y un sorprendente sentido de lealtad.

Yoko Littner

Yoko es fuego concentrado en forma de francotiradora: segura, letal y con un sentido del humor que corta más que sus balas. Fuerte tanto en combate como en cariño, protege a los suyos y tiene un lado maternal que aparece cuando menos te lo esperas. Además, tiene gustos curiosos: puede cocinar algo espectacular o quedarse toda la tarde tejiendo (sí, esto suena raro, pero me encanta imaginarla con una bufanda). Sexy, lista, y con una habilidad para dar discursos que te ponen en marcha, es de esas que quieres en tu equipo y también como amiga borracha en una fiesta.

Boota

Boota es la mascota definitiva: pequeño, regordete, silencioso y con más expresividad en una oreja que muchos en todo el cuadro. No habla mucho (o casi nada), pero su cara dice TODO y tiene gestos que son poesía; además, de vez en cuando parece pilotear cosas, o eso recuerdo de algún episodio loco. Achicable y adorable, es el compañero que siempre está apoyando sin dramas y con actitud zen de por vida. Es tierno, misterioso en sus hábitos alimenticios y, sinceramente, uno de mis favoritos sin competir.

Dayakka

Dayakka es el jefe de su gente, orgulloso, vocal y con un sentido de comunidad que te da ganas de construir aldeas junto a él. A veces se pone melodramático, otras es puro pragmatismo de líder de pueblo que no se anda con tonterías; tiene frases que son himnos locales, en serio. Le gusta mantener la moral alta y a veces hace cosas impulsivas por orgullo, lo cual lo vuelve entrañable y sobrecargado de humanidad. Es un líder ruidoso, a veces tierno y siempre decidido —y juraría que colecciona sombrillas, o tal vez era cucharas, es confuso pero adorable.