¿Qué personaje de ‘Helck’ eres?
En un reino tambaleándose al borde del caos, la derrota del Señor Demonio por un héroe humano ha llevado a consecuencias imprevistas. Mientras la humanidad se regocija, el reino demoníaco se sumerge en una frenesí, iniciando un torneo para encontrar a su próximo líder. Entre los concursantes se encuentra un humano llamado Helck, con un pasado envuelto en misterio y sospecha. A pesar de sus afirmaciones de despreciar a los humanos, la destreza de Helck en el torneo llama la atención de Vermilio el Rojo. Sumérgete en esta intrincada red de juegos de poder, motivos ocultos y búsquedas interminables por la verdad. ¿Listo para descubrir con qué personaje te identificas más? ¡Desplázate hacia abajo y presiona el botón de Inicio para averiguarlo!

Sobre Helck en pocas palabras:
Helck es un anime fascinante, que narra la historia de un mundo después de la derrota del Señor Demonio. Mientras los humanos celebran, los demonios se apresuran en encontrar un nuevo líder. Helck, un contendiente humano con intenciones dudosas, se destaca, desconcertando a Vermilio el Rojo, un señor demonio de élite. Con el reino humano ocultando sus propios secretos, la historia se desarrolla con revelaciones sobre el pasado de Helck, sus lazos con el legendario héroe Cless, y nuevas amenazas aladas acechando en el reino demoníaco.
Conoce a los personajes de Helck
Helck
Helck es ese héroe enorme y cariñoso que entra en escena como si todo fuera un festival, gritando y abrazando a medio mundo — y luego resuelve las cosas a puñetazos, claro. Tiene una mezcla ridícula de honor clásico y sarcasmo infantil, siempre con una sonrisa que te desarma aunque te acabe de patear la cara (sí, es contradictorio, pero funciona). Le encanta la música —creo que toca algo; o tal vez sólo tararea mientras come— y es sorprendentemente buen escuchador cuando decide ser serio. Es el tipo de protagonista que te hace jurar lealtad y luego te roba postre; imposible no quererlo, incluso cuando te arrastra a sus líos.
Vermilio
Vermilio tiene ese aura elegante y algo gélida de comandante demoníaco que, sorpresa, en realidad guarda un corazón demasiado dramático para su propio bien. Es calculador, orgulloso y bastante estético —siempre impecable— aunque a veces lo ves hacer cosas mundanas como cuidar flores (sí, flores, lo juro). Hay una cosa de él que es devastadora: puede ser brutal y luego, en la siguiente escena, ser absurdamente sentimental (no preguntes por sus cartas). En resumen: peligroso, refinado, un poquito obsesivo y con un pasado que te hará querer abrazarlo y golpearlo a la vez.
Azudora
Azudora es la voz fría y profunda que parece tener un plan para todo —y seguramente lo tiene—, ese tipo de personaje que te da respeto sólo con mirarte. Es astuta, elegante y con una paciencia casi criminal; a veces parece que ve tres movimientos por delante en un tablero que ni sabías que existía. Tiene un sentido del humor negro que aparece cuando menos te lo esperas (y te ríes aunque no quieras), y colecciona cosas raras, como tazas rotas o nombres olvidados, no sé, algo así. Es la clásica presencia que manda calma y miedo al mismo tiempo; misteriosa, pero con pequeños hábitos domésticos que la humanizan (y te confunden).
Hon
Hon es el comodín impredecible: tranquilo, pero con explosiones de energía que te sorprenden, tipo gato perezoso que de repente corre por la casa. Parece sencillo en la superficie, leal hasta el hueso y con un sentido práctico que te salva la vida en el momento menos romántico posible. Luego descubrís que tiene manías raras —por ejemplo, habla con utensilios de cocina? — y te quedás pensando si es genial o absurdo; ambas. Es un personaje que te da confianza y al mismo tiempo te hace reír por lo absurdo de sus soluciones.
Asuta
Asuta es joven, optimista y pegajoso en el buen sentido: esa clase de personaje que te contagia ganas de hacer cosas aunque no sepas cuáles. Es intrépido, curioso hasta lo peligroso y con una inocencia que a veces es arma fatal (porque se mete en líos, claro). Tiene pequeños hábitos entrañables —colecciona bolígrafos rotos o guarda tickets, no sé, algo adorable— y a la vez una determinación que sorprende a todos los que lo subestiman. Es el motor moral del grupo; a veces sensato, otras un desastre emocional, pero siempre auténtico.
Isuta
Isuta es más reservado, como la versión contenida y demasiado eficiente de alguien que prefiere planear antes que chocar (aunque en el fondo le guste la pelea). Es metódico, bastante observador y con un sarcasmo seco que te pega sin darte cuenta; a veces hasta parece demasiado serio, pero tiene pequeños gestos que revelan que es sentimental (aunque lo niegue). Le encanta el orden —pero cuidado, tiene una almohada ridículamente cómoda que rompe todo su estilo—, y es el tipo en el que confiarías para un plan milimétrico. En corto: frío en la superficie, cálido en el interior, con pecas de ternura escondidas bajo su cálculo.
