Sobre Hetalia: Axis Powers en pocas palabras:

“Hetalia: Axis Powers” es una serie de anime y manga que personifica a las naciones como personajes, mostrando sus estereotipos culturales, relaciones históricas e interacciones de manera humorística y ligera. Se centra principalmente en las Potencias del Eje de la Segunda Guerra Mundial – Italia, Alemania y Japón – y sus relaciones con otros países, aportando un giro único a los eventos históricos.

Conoce a los personajes de Hetalia: Axis Powers

Italy (Feliciano Vargas)

¡Oh, Italia! Feliciano es ese personaje que te hace sonreír incluso cuando está huyendo de la batalla, básicamente adorable y caótico a la vez. Amante de la pasta, pero curiosamente malo recordando recetas exactas —jura que la salsa es opcional—, siempre con una bandera que ondea más por costumbre que por estrategia. Tiene un miedo enorme a casi todo (gatos, gente seria, reuniones largas) y sin embargo a veces hace cosas sorprendentemente valientes y totalmente impulsivas; no siempre tiene sentido, pero funciona. Es un torbellino de energía infantil con un corazón gigante y, sí, canta aunque desafine, y eso lo hace aún más encantador.

Germany (Ludwig)

Ludwig es el típico serio y eficiente que te organiza la vida solo con la mirada, pero ojo, no es frío: tiene un código moral muy fuerte y se preocupa de verdad por los demás. Le encanta el orden, la puntualidad y construir cosas —y también a veces colecciona cucharas o miniaturas, no preguntes por qué—. Puede parecer implacable cuando se enoja (y eso pasa pocas veces) pero suele ser protector y extremadamente leal; a veces bromea con humor seco y nadie sabe si está bromeando en serio. Es el típico líder que inspira confianza aunque te intimide un poco, y secretamente puede cocinar muy bien, o eso dicen.

Japan (Kiku Honda)

Kiku es súper reservado, elegante y calmado, con esa aura de paz que te deja pensando que de verdad sabe más de lo que muestra. Tradicionalista en muchas cosas, ama lo clásico y mantiene costumbres antiguas, pero también tiene un lado modernísimo: es fanático de la tecnología y a veces se queda mirando anime en secreto. Tiene una paciencia infinita pero no lo confundas con indiferencia, porque cuando se preocupa por alguien se nota en pequeños actos muy considerados (y a veces extrañamente directos). Es tranquilo, observador y con una filosofía de vida que suena profunda; me encanta que sea tan contradictorio: sereno pero con gusto por las rarezas.

America (Alfred F. Jones)

Alfred es la explosión de energía que entra a la escena mascando chicle y cantando el himno mientras reparte hamburguesas imaginarias; es ruidoso, orgulloso y absolutamente dramático. Cree firmemente en la libertad, la grandiosidad y en que todo es mejor si lo haces con estilo, aunque también tiene una tendencia adorable a sobreestimar sus capacidades (hola, invasiones improvisadas). Es divertido y optimista, y debajo del patriotismo exagerado hay una inseguridad tierna que lo hace humano —le gusta el cine, los cómics y las comidas gigantes—. A veces olvida detalles importantes y otras veces sorprende siendo bastante sagaz; es un caos encantador que inevitablemente te cae bien.

England (Arthur Kirkland)

Arthur es ese grumpi-canarino con sarcasmo a flor de piel y un paraguas que parece tener más secretos que él mismo; siempre quejoso, pero en el fondo un poco nostálgico y, sí, sorprendentemente romántico en una manera muy rara. Tiene una historia complicada que lo hace melancólico a veces, y su magia de brujería es algo que lo distingue (o eso murmuran los fans), aunque él seguiría negándolo con elegante irritación. Es irritable, protector y maniático del té, y tiene un sentido del humor oscuro que aparece cuando menos te lo esperas; también colecciona cosas viejas y a veces canta para aburrir a la gente. No es de sonreír mucho, pero cuando lo hace —rarísimo— todo el mundo lo nota.

France (Francis Bonnefoy)

Francis es puro drama romántico con boina incluida, amante del estilo, la poesía y de provocar (sí, le encanta provocar). Vanidoso, seductor y con un sentido del romance que puede ser tanto encantador como insoportable, pero le perdonas porque tiene una gracia natural que nadie más posee. También es artístico, disfruta de la cocina y de gestos exagerados, aunque a veces se contradice y confiesa gustos terriblemente comunes (como series baratas, shhh); un snob cultural que secretamente es buen compañero. Es elegante hasta en su pereza, orgulloso pero capaz de gestos tiernos y, cuando nadie lo mira, puede estar comiendo croissants a escondidas mientras recita versos.