Sobre Kaguya-sama: Love Is War en pocas palabras:

Kaguya-sama: Love is War es una serie de anime que sigue la historia de Kaguya Shinomiya y Miyuki Shirogane, dos estudiantes de la Academia Shuchiin que son los presidentes del consejo estudiantil. Ambos están enamorados el uno del otro, pero son demasiado orgullosos para admitirlo. En lugar de eso, tratan de hacer que el otro se confiese primero mediante una serie de juegos mentales y estrategias elaboradas. La serie combina comedia, romance y drama en una historia emocionante y adictiva que te mantendrá enganchado hasta el final.

Conoce a los personajes de Kaguya-sama: Love Is War

Kaguya Shinomiya

Kaguya es ese tipo de personaje que parece una estatua aristocrática pero en realidad está librando guerras internas dignas de telenovela; fría y calculadora en las estrategias, pero un desastre con cosas banales (como admitir que le gustan los dulces). Le encanta el juego mental, planear, manipular sutilmente, y luego se sonroja como si nada — o como si todo fuera culpa de alguien más, uh. Tiene una dignidad enorme y a la vez colecciona cosas cursis en secreto (¿sellos? ¿peluches? no lo sabrás hasta que ella lo niegue vehementemente). A veces es todo orgullo y después, ¡pam!, se le escapa una ternura que la vuelve humana otra vez.

Miyuki Shirogane

Miyuki es la personificación del trabajo duro: siempre estudiando, organizando, liderando con esa cara seria que te hace confiar en que todo va a salir bien. Es inseguro debajo de la coraza de presidente perfecto, se presiona hasta la extenuación y eso le da un encanto agridulce que te hace querer abrazarlo y darle un cuaderno nuevo. Tiene un ego competitivo y un sentido del deber enorme, pero también colecciona notas adhesivas de colores y podría llorar con una canción cursi (sí, lo vi). Es el tipo que intenta ser imperturbable y falla gloriosamente cuando Kaguya le sorprende; adorable y muy humano.

Chika Fujiwara

Chika es caos puro envuelto en lazos rosa y sonrisas contagiosas, la chica que puede cambiar el rumbo de una escena con un solo movimiento de ceja y un ritmo pegajoso. Es impredecible, talentosa (muy buena en juegos y cosas random como tocar el piano o inventar bailes), y a veces su ingenuidad funciona como una bomba creativa que desarma a los dos genios. Tiene momentos de absoluta lucidez estratégica, luego se olvida de dónde dejó su celular —o lo llevaba en la cabeza?—, y sus expresiones son un meme constante. Dulce pero letal en la diversión, y creo que come un montón de snacks invisibles mientras habla.

Yu Ishigami

Yu es el tipo que aparenta ser sombrío y anti-social pero que en realidad es leal hasta los huesos y demasiado honesto para su propio bien; tiene un sarcasmo que corta y un corazón blando que no admite. Socialmente torpe, con un pasado complicado, es el raro equilibrio entre borde y protector, y cuando se enfada mejor buscar refugio porque no se anda con chistes. Le gusta la tecnología, o los videojuegos, o escribir cosas tristes en su libreta, depende del día; a veces es melancólico, otras se pone tremendamente directo y… tierno, sí, tierno de forma inesperada. Se preocupa por los demás en silencio, y eso lo hace más grande de lo que él cree.

Ai Hayasaka

Hayasaka es la empleada perfecta, camaleónica y fría en apariencia, capaz de cambiar de personalidad como quien se cambia de abrigo; puede ser calculadora y a la vez sorprendentemente maternal (sí, es confuso y genial). Profesional y leal, maneja situaciones con eficiencia quirúrgica, pero ojo, tiene un lado secreto donde disfruta de cosas ridículamente mundanas como dramas románticos o moda exagerada. A veces parece una espía, otras una chica común —y ambas cosas son verdad—; es una mezcla de disciplina impecable y pequeños deslices humanos. Es la persona que, si se permite, podría ser adorable y dramática, pero lo niega con elegancia.

Miko Ino

Miko es la ley con falda: estricta, moralista y absolutamente comprometida con las reglas, pero también exageradamente sensible y, sorpresa, muy dramática cuando algo le toca el corazón. Está obsesionada con la justicia y el orden, y sin embargo se le pueden escapar momentos de nerviosismo romántico que la hacen murmurar cosas vergonzosas (¡y luego negarlo todo!). Es intensa, rígida en sus principios, y al mismo tiempo secretamente fan de novelas empalagosas o de debates acalorados por cosas pequeñas —esa dualidad la vuelve imposible de ignorar. Firme, directa y con una lengua afilada, pero con una ternura escondida que sale cuando menos lo esperas.