Sobre Oshi no Ko en pocas palabras:

Oshi no Ko es una serie de anime que sigue la historia de una joven llamada Mashiro Shibutani, quien es una aspirante a mangaka que sueña con convertirse en una autora exitosa. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando descubre que su padre biológico es en realidad un famoso mangaka llamado Yuki Aito. Mashiro se encuentra en un mundo completamente nuevo y emocionante, y debe aprender a navegar por él mientras lucha por alcanzar sus sueños y descubre la verdad sobre su pasado. La serie explora temas como la identidad, la familia y la creatividad mientras sigue la emocionante carrera de Mashiro en el mundo del manga.

Conoce a los personajes de Oshi no Ko

Ai Hoshino

Ai es fuego puro envuelto en purpurina; brillante, magnética y con una sonrisa que parece arreglarlo todo pero también esconder cosas, ya sabes. Tiene esa mezcla rara de ingenuidad de chica de barrio y calculadora estrella que sabe exactamente cuándo dar la nota —a veces demasiado manipuladora sin querer—. Madre protectora por encima de todo, pero también diva de escenario que se pierde en su propio personaje y, mira esto, colecciona llaveros de gatos como si fuera una adolescente. Es imposible no quererla y a la vez querer zarandearla, y sí, jura que no le gusta el té (aunque siempre tiene una taza junto a la cama).

Aquamarine Hoshino

Aqua es hielo y puñal, serio hasta la médula pero con una obsesión por la justicia que duele de bonita. Actuante por decepción y detective a ratos, vive calculando movimientos y guardando secretos como si fueran armas; frío, sí, pero con un núcleo que puede derretirse con la familia—cuando nadie lo ve. Habla poco, piensa mucho y tiene manías raras como organizar libros por color y leer novelas policíacas a medianoche, lo cual es increíblemente él. A veces parece amargado y otras un tierno exagerado que se sonroja por cosas pequeñas (contradicciones, las mejores).

Ruby Hoshino

Ruby es todo brillo inocente y una voluntad de hierro escondida bajo lazos rosas; adorable pero letal cuando se trata de cumplir sus sueños idol. Tiene una voz que derrite y una disciplina que te sorprende porque, honestamente, no parece que aguante tanto ensayo y frustración siendo tan dulce; sin embargo, lo hace y se vuelve más feroz. Se rie fácil, llora en películas sentimentales y luego se pone a practicar coreografías hasta sangrarse un dedo (dramático pero cierto). Oh, y guarda snacks secretos en el bolso por si acaso, aunque jura que sólo son “por emergencia”.

Kana Arima

Kana es una tormenta silenciosa: actriz prodigio, fría en apariencia pero con un talento que devora escenas como si fueran bocados de pizza a medianoche. Competitiva hasta el hueso, practica líneas como si fuera ciencia y tiene una ética de trabajo que te hace sentir culpable por respirar; sin embargo, tiene momentos ridículos como cantar en la ducha canciones setenteras y ponerse roja cuando la halagan. Es brillante, directa y raramente florituras, aunque secretamente colecciona postales antiguas y nunca admite que le gustan. A veces parece más niña de lo que admite y otras más vieja que su edad; adoro esa incongruencia.

Akane Kurokawa

Akane tiene un aura de modelo distante pero si te acercas un poco te das cuenta de que es sarcástica, leal y peligrosamente observadora; nota todo, todo. Sabe usar el silencio como arma y la mirada como diagnóstico, pero flipas cuando la ves reír con una comedia barata o robar un pastel mientras dice que “no tiene hambre” —contradicciones everywhere. Profesional y con un sentido del estilo impecable, también tiene manías como practicar caras para selfies frente al espejo a las tres de la mañana. Es el tipo de personaje al que quieres en tu equipo y también el que te asusta si te elimina en un solo comentario malintencionado.

Mem-Cho

Mem-Cho es el caos creativo vestido de pijama: un mangaka/destructor de corazones con ideas geniales, horarios atroces y un hábito de escribir en servilletas, paredes, cualquier cosa. Eterno desorden pero con un cerebro que arma tramas como si fueran relojes suizos, y sí, es un poquito excéntrico, dramático y a veces demasiado honesto en momentos raros. Tiene una sensibilidad grande por los personajes (aunque lo niegue con un cigarro en la mano) y colecciona figuritas de superhéroes que guarda en la nevera, o eso juraría que vi una vez. Irritante, adorable, brillante y un pelín peligroso creativamente hablando —y lo digo con amor, obviamente.