Sobre Ranking of Kings en pocas palabras:

Ranking of Kings es una serie de anime que sigue la historia de Bojji, un príncipe que nació con una discapacidad que lo hace incapaz de hablar y luchar. A pesar de esto, Bojji se esfuerza por convertirse en un gran rey y ganar el respeto de su pueblo. La serie es una conmovedora historia de superación y amistad, con personajes entrañables y un mundo fantástico lleno de magia y aventura. La animación es impresionante y la música es hermosa. Ranking of Kings es una serie que no te puedes perder si te gusta la fantasía y las historias conmovedoras.

Conoce a los personajes de Ranking of Kings

Bojji

Bojji es ese príncipe pequeñito que te rompe el corazón y te hace querer protegerlo a la vez que te sorprende porque, sorpresa, es más valiente de lo que parece. Es dulce, tímido, casi siempre torpe en apariencia —y sí, es sordo, pero no le defines por eso—, tiene una sonrisa que te desarma y una fuerza de voluntad que te deja en silencio. Quiere ser rey de verdad, no solo por coronas, sino porque cree en la bondad; y sin embargo, a veces se asusta de su propia sombra (literal, le dan cosquillas las sombras, no sé por qué recuerdo eso). Ah, y colecciona piedras bonitas en secreto, como un niño que además está conspirando para cambiar el mundo.

Daida

Daida es puro fuego y espectáculo: carisma a tope, impulsivo, con esa energía de quien dice “voy a hacerlo aunque explote todo” —y muchas veces lo hace—. Es arrogante y magnético, un manipulador con sonrisa confiada, pero también tiene momentos ridículamente humanos de inseguridad que aparecen justo cuando menos te lo esperas. Le importa el poder, sí, pero también le molesta que le llamen “enserio” —como si a veces quisiera que lo odiaran y otras que lo idolatraran—. A veces quiere ser el héroe en un drama romántico, otras simplemente romperlo todo y luego volver a peinarse.

Hiling

Hiling es la madre-espada que no sabes si abrazar o temer, porque puede darte un consejo amoroso y después lanzarte a pelear sin pestañear. Es ferozmente protectora, brutalmente práctica y tiene esa mezcla de reina calculadora con corazoncito escondido (lo guarda detrás de una armadura, literal y figurativamente). Tiene un sentido del humor extraño —le gusta mofarse de la tibieza de otros mientras secretamente guarda galletas en el bolsillo de la armadura—, y es capaz de planear cinco movimientos por delante y aún así sorprenderse por algo pequeño. A veces fría, a veces ridículamente maternal, y siempre con la sensación de que sabe algo que tú no.

Domas

Domas da la impresión del grandote callado que no necesita hablar mucho para imponer respeto, tonelada de músculo y una mirada que ya cuenta historias. Es leal, directo y con un código de honor que a veces roza lo terco; también puede ser sorprendentemente sentimental por cosas inesperadas, como una canción tonta o una tortilla bien hecha. Tiene manías raras —dice que colecciona cadenas, pero a veces las regala a gente que encuentra por la calle—, lo cual te confunde porque no sabes si es generoso o despistado. En el fondo parece un tipo simple, pero no te equivoques: cuando se enfoca, no hay quien lo pare.

Bebin

Bebin es el compañero/síndrome del grupo que igual te hace reír y después te clava con una frase de sabiduría que no esperabas; como el alivio cómico con un máster oculto en estrategia (o al menos eso es lo que sospechas). Es alegre, un tanto ingenuo pero astuto en el momento justo, siempre con una sonrisa que te hace dudar si está tramando algo o simplemente ama las flores. Lleva detalles absurdos—una bufanda estrafalaria, un cuaderno lleno de garabatos que a veces tienen sentido—y es adorablemente contradictorio: habla mucho pero a la vez siente profundamente. Vamos, que es el tipo que te hace pensar “¿será tonto?” y luego demuestra que no.

Kage

Kage es el sigiloso y sarcástico aliado que vive entre sombras y chistes malos, pero cuya lealtad es la roca sobre la que se apoya todo —no exagero, literalmente daría su vida por su gente. Es pícaro, rápido, un ladrón con corazón gigante y un sentido del humor negro que aparece en los peores momentos (y por eso lo aprecias). Tiene hábitos raros, jura que odia sobresalir y luego hace cosas increíblemente nobles justo frente a todos, lo que es adorablemente contradictorio. Además tiene detalles tiernos: colecciona pequeñas comidas que nadie más nota y a veces se emociona con tecitos; no es consistente, claro, pero por eso lo queremos.