Sobre The God of High School en pocas palabras:

The God of High School es una serie de anime de acción y aventuras que sigue a tres estudiantes de secundaria: Jin Mori, Han Daewi y Yu Mira, quienes se inscriben en un torneo de artes marciales llamado God of High School. El torneo es patrocinado por una misteriosa organización y promete otorgar al ganador cualquier deseo que tenga. A medida que luchan contra otros participantes, descubren que hay mucho más en juego que simplemente ganar el torneo. La serie está llena de peleas emocionantes, personajes interesantes y un misterio intrigante que mantiene a los espectadores enganchados.

Conoce a los personajes de The God of High School

Mori Jin

¡Mori es pura energía desbordante! Un fanfarrón adorable que pelea como si el mundo fuera un parque infantil y cada puñetazo tuviera banda sonora propia; de verdad, a veces parece que está de vacaciones permanentemente. Dicen que nadie le toma en serio hasta que lo ven pelear y entonces, boom, todo cambia — tiene una mezcla de inocencia y poder absoluto que me flipa. Come como un dragón y también hace chistes malos en mitad de los combates, aunque jura que es serio cuando toca.

Daewi Han

Daewi es el tipo serio que en realidad tiene un corazón enorme y una lista musical sorprendente (sí, escucha baladas en secreto). Le ves con cara de pocos amigos y de pronto lo atrapa la culpa por no ayudar, y ahí lo tienes defendiendo a quien haga falta aunque sea un desastre social. Fuerte, disciplinado y un poco testarudo, pero con una vulnerabilidad que te arruina: necesita amigos y no sabe admitirlo, lo que lo hace raro y genial. A veces actúa como si fuera tranquilo pero luego grita como si fuera una telenovela, no tiene término medio.

Mira Yoo

Mira tiene esa elegancia fría, todos la miran y se callan — pero ojo, no es una muñeca de porcelana, es una perfecta mezcla de cálculo y cariño raro. Controla las situaciones con una sonrisa fina, guarda secretos como si fueran chucherías y tiene un sentido del humor muy seco que aparece cuando menos te lo esperas. Es intensa, manipuladora a ratos, pero también protectora de los que quiere (aunque no te lo diga con flores). Le gusta el té… o café… no sé, una vez la vi con un batido, así que quién sabe.

Ilpyo Park

Ilpyo parece el típico petardo arrogante al que quieres pegarle un abrazo y una bofetada al mismo tiempo. Orgulloso, competitivo hasta la médula, le encanta demostrar que puede con todo y con todos, pero si te pones en su esquina, te sorprende con pura lealtad. Tiene historias de machacar a rivales y luego comprarse un peluchito, sí, contradicciones en pack. Oh, y se cree invencible, aunque secretamente colecciona recuerdos de infancia — demasiado dramático, demasiado adorable.

Seungchul Baek

Seungchul es el grandullón del grupo: come montañas, ríe aún más fuerte y te protege como si fueras familia, aunque probablemente te robe la última porción de pizza. Es bruto y tierno al mismo tiempo, con un sentido del humor que a veces roza lo absurdo; es el primer en entrar en la pelea y el último en irse. Tiene una sensibilidad escondida, lee algo cursi de vez en cuando y llora con anuncios, lo juro. Contradicciones everywhere: feroz en combate, pero terrible para guardar secretos (y para cocinar).

Manseok Gang

Manseok da pinta de tipo serio y demasiado duro, pero es básicamente un oso con gafas de jefe de banda que secretamente quiere mejorar el barrio. Lidera con mano firme, planea estrategias y de repente te suelta una broma que nadie esperaba; igual te asusta y te consuela en la misma escena. Es muy protector con los suyos y tiene un código que respeta aunque a veces lo rompa por instinto, lo que lo hace impredecible. Curioso: parece que nunca duerme, pero siempre llega puntual a todo, como si tuviera reloj interno.

Gamdo Go

Gamdo es el viejo lobo excéntrico que parece sacado de un libro raro: reglas antiguas, sabiduría y una manía con los papeles que te vuelve loco. Tiene historias sin fin y siempre habla como si estuviera narrando una leyenda, pero luego se pone a hacer cosas ridículas, tipo coleccionar bolígrafos rotos. Es disciplinado, un poco cascarrabias, y al mismo tiempo un mentor que aparece en los momentos más inesperados (y con un bocadillo, por lo general). No confíes en su cara de serio, porque a veces suelta una ocurrencia y te cambia el día.