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¿Qué personaje de ‘Undead Girl Murder Farce’ eres?

Adéntrate en el mundo místico de "Undead Girl Murder Farce" donde los límites entre la vida y la muerte se difuminan y maravillas mágicas esperan en cada esquina. Acompaña a Tsugaru Shinuchi, el determinado medio demonio, y a su leal sirviente, Shizuku Hasei, mientras navegan por Europa durante los tumultuosos finales del siglo XIX y principios del siglo XX. ¿Su misión? Encontrar el cuerpo de Aya Rindo, cuya enigmática decapitación solo dejó su cabeza viva como guía y testigo. Mientras te sumerges en esta cautivadora historia de misterios sobrenaturales, ¿alguna vez te has preguntado con qué personaje te identificas más? Adéntrate más y descubre tu chica no muerta interior o entidad mística. ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para revelar tu destino!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Undead Girl Murder Farce eres?

Sobre Undead Girl Murder Farce en pocas palabras:

“Undead Girl Murder Farce” es una cautivadora serie de novelas japonesas escrita por Yugo Aosaki. Con su narrativa envolvente ambientada en el telón de fondo de una Europa mágica, los lectores y espectadores acompañan a Tsugaru Shinuchi en su incansable búsqueda por encontrar el cuerpo de Aya Rindo. Junto a Shizuku Hasei, sus aventuras están llenas de seres sobrenaturales, secretos arcanos y numerosos misterios. Desde su inicio en diciembre de 2015, este relato de magia, lealtad e intriga ha encontrado su camino en el manga y recientemente se ha transformado en una serie de anime que se estrenará en las pantallas de Fuji TV en el bloque +Ultra en 2023.

Conoce a los personajes de Undead Girl Murder Farce

Tsugaru Shinuchi

Tsugaru es ese tipo de protagonista que te atrapa sin querer: serio pero con momentos de torpeza adorable, como si fuera un samurái que olvidó su espada y se llevó un paraguas. Tiene una mirada que dice “no te metas” y luego le regala un onigiri a un gato callejero, o sea ¿qué? Su sentido del deber es casi insoportable de lo fuerte que es, pero también se deja sorprender por cosas ridículamente pequeñas (una flor lo puede paralizar, literalmente). Ah, y tiene un pasado medio críptico que siempre suelta pistas raras —no lo olvidarás, aunque a veces parezca contradictorio.

Sherlock Holmes

Sherlock es el clásico cerebral y cortante, pero aquí parece más teatral, como si disfrutara que todos lo miren aunque lo niegue; es brillante hasta el punto de doler. Observa detalles que nadie más ve y tiene un ego que podría llenar un cuarto, aunque en el fondo hay destellos de algo casi humano (shh, no le digas). Se le nota que vive por el caso, pero también se distrae con tonterías como afinar un violín a las tres de la mañana o coleccionar tazas de té con diseños raros. En fin, genio con pinta de teatrero y alguna que otra contradicción adorable.

John H. Watson

Watson es el equilibrio emocional que todo grupo necesita: calmado, empático y siempre listo para poner orden cuando la cosa se desmadra (y se desmadra mucho). Es veterano, curtido, pero también tiene esa vena romántica y práctica; escribe las cosas con cariño y a veces exagera un poco —no por maldad, es que lo vive todo intensamente. Le sale ser el confidente de Sherlock y al mismo tiempo el tipo que trae sopa cuando alguien está enfermo, y aunque suele perder la paciencia (spoiler: mucho), nadie lo cambiaría. Tiene manías pequeñas, tipo coleccionar bolígrafos, que lo hacen entrañable aunque a veces sea imprudente.

James Moriarty

Moriarty es el villano elegante que te da escalofríos y ganas de aplaudir al mismo tiempo; refinado, cruel y con una sonrisa que no es de confianza. Maestro del caos, planifica hasta el detalle más insignificante y luego lo convierte en arte tejido con maldad —es fascinante y terrorífico; ¿cómo cabe tanta inteligencia en una sola cabeza? A veces actúa como si todo fuera un juego (porque en su mente lo es), pero hay momentos en que muestra una lógica casi poética, como si tuviera su propio código. Es probable que tenga una mascota extraña o una afición bizarra que nadie esperaría; lo imagino coleccionando relojes rotos, pero no me lo tomes al pie de la letra.

Shizuku Hasei

Shizuku es misteriosa y etérea, la clase de personaje que habla poco pero cada palabra pesa toneladas; tiene una presencia fría que, sorpresa, puede derretirse con una taza de té caliente. Es hábil y letal cuando la situación lo exige, aunque a veces parece distraída mirando hojas caer; un contraste que funciona raro pero increíblemente bien. Da la impresión de ser casi inmune a las emociones, hasta que de vez en cuando te suelta algo que te rompe el corazón —y luego niega que le importara, claro. Tiene pequeños gustos curiosos (le gustan las historias cursis aunque diga que son absurdas) y manías contradictorias que la hacen humana.

Aya Rindo

Aya es pura energía concentrada: directa, mordaz y con una sonrisa capaz tanto de intimidar como de encantar; es esa amiga que te empuja al riesgo pero también te cubre la espalda. Es práctica, sarcástica y a veces demasiado honesta (lo siento, no hay filtro), pero bajo esa coraza hay lealtad a prueba de bombas y un sentido del humor bastante retorcido. Le encanta la adrenalina, los desafíos imposibles y aparentemente colecciona chicles usados en un frasco (no lo sé, me lo estoy inventando y suena bien). En resumen: dinamita con botas —impredecible, eficaz y sorprendentemente dulce de vez en cuando.