Sobre Urusei Yatsura en pocas palabras:

“Urusei Yatsura” es una icónica serie de anime que gira en torno a una narrativa hilarante y caótica alrededor de Ataru Moroboshi, el joven más desafortunado y lascivo de la Tierra, y Lum, una impresionante princesa alienígena del planeta Oni. Cuando la Tierra enfrenta una invasión del espacio exterior, el destino de Ataru se entrelaza con el de Lum en una serie de desventuras que exploran temas de amor, amistad y rivalidad, en medio de intercambios culturales interestelares. La serie es celebrada por su ecléctica mezcla de personajes, humor slapstick y su capacidad para entrelazar lo fantástico con lo mundano, creando un rico tapiz que ha cautivado a las audiencias durante generaciones.

Conoce a los personajes de Urusei Yatsura

Lum

¡Lum es puro caos adorable! Extraterrestre, celosa, eléctrica y con un gusto terrible por los bikini de tigre, literalmente entra en escena y se come todo el aire; a la vez puede ser sorprendentemente tierna y comprensiva —y de vez en cuando fría como un rayo, literal—. Vive por hacer reír, provocar y salvar la situación aunque la líe, y tiene una risa que pega en el cerebro; ah, y creo que colecciona postales, pero no juro que eso no lo inventé. Siempre intensa, a veces infantil y, sorpresa, a veces sensata (sí, lo juro).

Ataru Moroboshi

Ataru es el rey del desastre y del impulso, medio pervertido, medio héroe por accidente; si algo malo va a pasar, él está en el centro y probablemente lo provocó. Es increíblemente patoso y a la vez sorprendentemente competitivo, con una suerte que fluctúa entre «no puede ser» y «esto es injusto» —y, eh, sí, odia perder en todo aunque finja lo contrario—. Tiene un corazón raro: egoísta en público, y de vez en cuando casi romántico sin querer, lo cual complica todo, especialmente con Lum. Ah, y es increíblemente rápido corriendo cuando le persiguen moscas o algo así; lo vi una vez, juro.

Benten

Benten es la chica ruda con moto, guitarra y actitud de «no me toques», una mezcla de biker espacial y amiga leal que pega y protege con la misma naturalidad. Tiene un sentido del honor tonto y a veces se comporta como si tuviera diez vidas, pero también le encantan las cosas brillantes y, raro, las peluches pequeños —no preguntes, la contradicción es parte de su encanto—. Es feroz en peleas, más floja con asuntos sentimentales, y siempre parece que podría arrancar el capó de un coche por diversión. Aporta energía y músculo al grupo, aunque secretamente (o no tan secretamente) puede ser muy sentimental.

Ryuunosuke Fujinami

Ryuunosuke es ese tipo de personaje que parece callado pero tiene mil historias internas, un poco enigmático, con gestos suaves que no pegan con su mirada seria. Es artista, o eso dicen, y a veces se le ve dibujando cosas raras en los márgenes de los exámenes; otras veces está en plan luchador silencioso, no sé, es confuso pero encantador. Tiene un aire melancólico que te hace pensar que guarda secretos importantes (o quizá solo guarda snacks, depende del día). En definitiva, ese amigo inesperado que aparece cuando nadie se acuerda y se roba el protagonismo sin querer.

Kotatsu-neko

El kotatsu-neko es básicamente la criatura perezosa definitiva: ama el calor, los lugares acogedores y la siesta, y si tienes un kotatsu probablemente ya le pertenece aunque no lo sepas. Es meloso y a la vez muy independiente, aparece y desaparece según su humor —y sí, a veces habla en susurros raros o roba calcetines, no es muy consistente con las normas sociales. Curiosamente tiene momentos de sabiduría absurda, como si fuera un viejo sabio en un cuerpo mullido; otras veces solo ronca. Es el tipo de personaje que salva el día durmiendo encima del plan en lugar de detenerlo activamente, y aún así funciona.

Shuutarou Mendou

Mendou es el chico rico, guapo y siempre impecable que parece salido de una postal: controlado, elegante y con un aura de frío absoluto que es medio fascinante, medio insoportable. Detrás de la corbata hay un tipo competitivo y muy estratégico, pero sospechas que debajo hay un corazón que colecciona pequeñas vulnerabilidades (y probablemente bolígrafos caros). Es el contraste perfecto con el desastre de Ataru: planificador, serio, y sí, un poquito manipulador a veces, pero también sorprende con gestos raramente tiernos. Por cierto, tiene un gato, creo, o tal vez le tiene miedo a los gatos; depende de la escena.

Ran

Ran es la belleza algo inquietante del grupo, elegante, fría y con un sentido del humor cortante que te deja pensando si está bromeando o midiendo tu alma. Tiene un aire misterioso, a veces cruel y otras increíblemente protectora, y siempre sale con comentarios que nadie esperaba (y que duelen un poco). Es de esas personas que parecen saber demasiado y que vuelven a aparecer en los momentos más raros, con la calma de quien ha visto todo antes. Y, eh, me parece que colecciona abanicos o espadas, o ambos; la estética manda.