Sobre Akame ga Kill! en pocas palabras:

Akame ga Kill! es un anime de acción y aventura que sigue la historia de Tatsumi, un joven que llega a la capital del Imperio para unirse al ejército y ganar dinero para su pueblo. Sin embargo, pronto descubre la corrupción y la crueldad del gobierno y se une a un grupo de asesinos llamado Night Raid para luchar contra ellos. La serie presenta personajes carismáticos, intensas escenas de batalla y una trama llena de giros y sorpresas. Con un final impactante, Akame ga Kill! es una serie emocionante que no te puedes perder.

Conoce a los personajes de Akame ga Kill!

Prime Minister Honest

Este tipo es la definición de “sonrisa que te hiela la sangre”, y mira, es encantador en la superficie aunque debería ser ilegal. Político maestro, manipulador fino, y con una paciencia que asusta; siempre parece tres pasos por delante y medio impaciente por ver el caos (sí, lo disfruta, no me mires así). Tiene ese aire de señor elegante que a veces te recuerda a un tío en una fiesta que cuenta chistes malos —y luego ordena una purga—. Ah, y de vez en cuando parece genuinamente paternal, lo cual confunde mucho, pero también añade esa capa de maldad deliciosamente sutil.

Mine

Mine es puro fuego con un rifle enorme y una lengua aún más afilada; directo, orgullosa y, sorpresa, totalmente vulnerable cuando no quiere admitirlo. Es sarcástica hasta la médula pero también increíblemente leal, como si la ira fuera su forma de amar, ¿me entiendes? Tiene esa mezcla de “no me toques” y “te protegeré hasta morir”, a veces excesivamente dramática, otras veces tierna sin querer. Y ojo: le gusta comer dulces sola a medianoche, o al menos eso juraría que le he visto —o me lo inventé, quién sabe—.

Bols

Bols parece el tipo tranquilo y frío, pero en realidad es todo un estudio en contradicciones (muy militar, muy dramático en su corazón). Le encanta la disciplina, los uniformes impecables y el silencio… hasta que se desata y entonces es una fuerza brutal que no pide perdón. Tiene un sentido del deber absoluto, aunque de vez en cuando sus decisiones rozan lo obsesivo, sí, muy intenso. Y confieso que a veces imagino que colecciona tazas de té con soldados dibujados —no tiene sentido, pero esa imagen me hace reír—.

Leone

Leone es la energía pura: ruidosa, cariñosa, brutalmente honesta y con una risa que te contagia aunque no quieras. Es la amiga que te roba comida y te salva la vida al mismo tiempo; feroz, ágil y con un sentido del humor un poco burdo pero entrañable. Le encantan las peleas cuerpo a cuerpo y, sin embargo, se derrite por historias cursis (sí, te sorprendería). A veces actúa como si nada le importara, y justo después te abraza como si fueras su cachorro; contradicción adorada.

Kurome

Kurome es inquietante y triste de una forma hermosa, una mezcla de niña engañada y máquina de matar que te atrapa sin querer. Tiene una lealtad torcida, muy compleja, y esa mirada que dice “no estoy bien” pero sigue adelante porque no tiene otra opción. A veces parece dulce y juguetona, y en el siguiente cuadro es fría como el acero; me parte el corazón cada vez. Y sí, creo que colecciona muñecos rotos o quizás estoy proyectando cosas, pero encaja, ¿no?

Akame

Akame es la épica silenciosa: fría, letal, y con una brújula moral que no admite medias tintas; héroe trágico con mirada de acero. Habla poco pero cada acción pesa toneladas; es ese tipo de personaje que no necesita grandilocuencia para golpearte en el estómago emocionalmente. Tiene un sentido del deber que raya en lo monástico y, sorpresa, a veces muestra un toque de ternura que derrite aunque no lo busque. Me encanta imaginarla cocinando algo simple entre misiones, aunque sea totalmente inverosímil.

Seryu Ubiquitous

Seryu es… wow, una mezcla explosiva de justicia torcida y entusiasmo extremo; es fanática, literal, y peligrosa por su autoestima mal dirigida. Tiene una moral rayada en neón y una cara de bueno que da miedo, tipo “soy puro y soy violento”; hay algo casi caricaturesco en su fervor. Le encanta la ley (y sus propias interpretaciones) y tiene una devoción a prueba de balas por lo que considera correcto, aunque a veces eso incluya medidas brutales. Y, no sé por qué, la imagino escribiendo cartas agradecimiento a sus armas —sí, suena raro, pero pega con ella—.

Dr. Stylish

Dr. Stylish es sinónimo de caos con bata y porte elegante, un científico loco con clase que disfruta de la estética tanto como de los experimentos horribles. Es vanidoso, refinado y perturbador; siempre con una sonrisa que no promete nada bueno y con gadgets que te hacen cuestionar la ética. Hay un gusto por la teatralidad, le encanta hacerse el intelectual y luego soltar una bomba metafórica (o literal). A veces me lo imagino practicando poses frente a un espejo antes de matar a alguien, ¿dramático? totalmente.

Sheele

Sheele es esa persona tranquila con una habilidad mortal: dulce, despistada, y cuando se pone en serio, implacable. Tiene esa inocencia que la hace adorable y, al mismo tiempo, una fuerza inesperada que sorprende a todos —excepto a los que la conocen bien—. Es torpe socialmente pero tremendamente competente en combate; un combo raro pero perfecto. Y me gusta pensar que canta bajito mientras afila sus tijeras gigantes, aunque no lo verías venir.

General Liver

General Liver es el arquetipo del líder frío y calculador, pero con esa vena de arrogancia que lo vuelve tan convincente como insoportable. Estricto, orgulloso y muy consciente de su posición; maneja a la gente como un ajedrecista que odia perder. Tiene una presencia que impone y, sin embargo, a veces parece inseguro por dentro, como si toda esa fachada necesitara confirmación constante. Creo que colecciona mapas estratégicos antiguos o algo así, lo imagino consultando rollos mientras toma té amargo.

Chelsea

Chelsea es camaleónica y juguetona; una maestra del disfraz con una sonrisa traviesa que guarda secretos profundos. Le encanta el teatro (literalmente), manipular apariencias y jugar con identidades, pero también tiene un lado humano que aparece en los momentos más raros. Es encantadora y peligrosa en dosis iguales; nunca sabes si te va a secuestrar, besar o salvar —quizás todo a la vez—. Y, eh, a veces me la imagino coleccionando pelucas, sí, muchas pelucas, y eso la hace más linda y un poco loca.