Sobre Banana Fish en pocas palabras:

Banana Fish es una serie de anime y televisión que sigue la historia de Ash Lynx, un joven líder de pandillas en Nueva York. La trama gira en torno a la búsqueda de Ash por descubrir el misterio detrás de una droga llamada Banana Fish, que tiene la capacidad de controlar la mente de las personas. Acompañado por Eiji, un fotógrafo japonés, Ash se adentra en el mundo del crimen organizado y la corrupción política mientras lucha por proteger a sus seres queridos y desentrañar los secretos detrás de Banana Fish. La serie es conocida por su intensa trama, personajes complejos y emocionantes escenas de acción.

Conoce a los personajes de Banana Fish

Eiji Okumura

Eiji es el tipo dulce que te hace sonreír sin esfuerzo; tranquilo, con una paciencia casi sobrenatural y una mirada que siempre parece escuchar. Fotógrafo aficionado, ama las cámaras y a veces olvida dónde dejó el objetivo, pero nunca olvida a la gente importante —y eso duele bonito—. Tiene una fortaleza sorprendente escondida detrás de su voz suave, y sí, puede ser absolutamente cabezón cuando algo le importa. Ah, y siempre trae una merienda misteriosa en el bolsillo, a veces sushi, a veces una galleta que jura que no es para compartir.

Shunichi Ibe

Ibe es el intelectual algo rígido que intenta ser pragmático pero se le escapa el sarcasmo a ratos; serio, muy directo y con una moral más firme que un plato de cerámica. Le gustan las reglas y también sorprenderse rompiéndolas, aunque eso le haga sentir incómodo (se ruboriza, lo juro). Tiene un sentido del deber enorme y a veces habla como si leyera un informe —pero con sentimiento, sí, contradictorio—. Y escondido bajo esa coraza hay un tipo que colecciona bolígrafos raros y los usa hasta que no escriben más.

Max Lobo

Max es rugoso, idealista y cansado en los ojos, ese periodista que no se rinde aunque el mundo le pegue y le deje marquesitas. Protector hasta lo enfermizo, cuida a la gente como si fueran piezas de su familia rota; hay amor en cada decisión, incluso en las más duras. Tiene un humor áspero que te sorprende cuando aparece, a veces canta en el coche (mal) y luego lo niega con orgullo. Sus métodos no siempre son limpios, pero su brújula apunta a lo justo —y a veces a una buena taza de café quemada.

Lao Yuen-Tai

Lao es misterioso y elegante en una forma que no pide atención pero la exige, sabes, silencio y poder, casi como un gato con traje. Calculador, frío en el exterior, pero sí, luego hay destellos de curiosidad genuina y un cariño raro que aparece cuando menos lo esperas. Le encanta el orden y el control, y a veces colecciona objetos pequeños —a veces cambia de idea y los deja en cualquier mesa—. Tiene pasado y heridas que hablan por él, y una sonrisa que puede ser tanto amenaza como consuelo, dependiendo del día.

Yut-Lung

Yut-Lung es sofisticado, cruel y muy inteligente; ese tipo que maneja el juego desde la sombra y hace movimientos que te dejan sin aliento. Mezcla encanto con veneno, y encima lo hace lucir bien, lo cual es irritante y fascinante a la vez. Le gusta el lujo, los tratos fríos y las decisiones rápidas, aunque a veces se da lujos extraños como leer poesía (sí, poesía) en la madrugada. Contradictorio: puede ser teatral y luego, de pronto, implacablemente práctico, con una sonrisa que no sabes si aplaudir o temer.

Jessica Randy

Jessica es el caos encantador, extrovertida, ruidosa y con una franqueza que corta como cuchillo pero en realidad cura. Periodista obstinada, dice lo que piensa y arrastra a la gente a sus planes locos —a veces por buena intención, a veces por puro ego—. Tiene un gusto por lo dramático, ama las historias grandes y los nombres brillantes, pero también guarda secretos pequeños y dulces que nadie imagina. Y sí, colecciona recortes de prensa y cafés con demasiada azúcar; es adorable y un poco peligrosa, en el buen sentido.

Frederick Arthur

Frederick es cerebral, elegante y con una educación impecable que se nota en cada gesto, aunque a veces habla como si recitara un manual antiguo. Tiene principios y una lógica firme, pero no es insensible: le importan las causas, y lo demuestra con acciones meticulosas, todo planeado, todo con intención. Le salen chistes secos de vez en cuando —muy secos— y a veces trae una pluma estilográfica por costumbre, incluso cuando no firma nada. Es leal hasta donde la moral se lo permite, y es posible que tenga pequeñas dudas en las noches frías; humano al fin.

Sing Su-Rin

Sing es fuego contenido: caliente, impredecible y con una energía que te arrastra sin preguntar. Artista de la supervivencia, se mueve por instinto y por lealtades que brillan más que el miedo; a veces parece que sonríe solo por provocar. Tiene capas —irónica, sentimental, temperamental— y colecciona anécdotas como si fueran medallas, algunas ciertas y otras un poco exageradas (mentirijillas bonitas). Es el tipo de persona que aparece en la peor tormenta con un paraguas roto y un chiste mal contado, y aun así te hace sentir protegido.

Shorter Wong

Shorter es explosivo, imagen de corazón puro en un cuerpo pequeño y con mal genio ocasional —muy humano—. Leal hasta lo imposible, vive con una mezcla de bravura y ternura que desarma en segundos; tiene un humor directo y una impulsividad adorable. Es creativo, canta cosas raras para motivarse y a veces roba comida de las mesas (culpable), pero también sabe cuándo tomar decisiones difíciles. Tiene cicatrices, tanto de peleas como de cariño, y eso lo hace un personaje con capas que se sienten reales y ruidosas.

Ash Lynx

Ash es la tormenta en forma de persona: brillante, peligroso, pero con una vulnerabilidad que pincha el alma —y sí, es seductor sin pedir permiso. Líder natural, estratégico, con manos que crean y destruyen, se mueve entre violencia y ternura como si fuera parte del mismo traje. Tiene un pasado que pesa y lo impulsa, y aún así mantiene momentos extraños de ternura (le gusta leer, o eso dicen, y a veces toca una canción en silencio). Es intenso, contradictorio y magnetizante; te hace pensar que lo tienes entendido y justo ahí te muestra otra capa.