¿Quién eres de Black Butler según tus preferencias alimentarias?
¿Eres fanático de Black Butler y te encanta la comida? ¡Entonces este quiz es para ti! Descubre quién eres de Black Butler según tus preferencias alimentarias. ¿Eres más de dulces o salados? ¿Prefieres la comida rápida o la comida gourmet? ¿Te gusta comer en casa o salir a restaurantes? Responde estas preguntas y descubre si eres Ciel, Sebastian, Grell o Undertaker. No esperes más, ¡comienza el quiz ahora! Haz clic en el botón Comenzar a continuación y demuestra cuánto sabes sobre Black Butler y tus gustos culinarios. ¡Buena suerte!

Sobre Black Butler en pocas palabras:
Black Butler es una serie de anime y manga que sigue las aventuras de Ciel Phantomhive, un joven aristócrata inglés que hace un pacto con un demonio llamado Sebastian Michaelis. Juntos, Ciel y Sebastian resuelven misterios y luchan contra enemigos mientras mantienen la fachada de ser el mayordomo y el sirviente perfectos. La serie está llena de intriga, acción y humor oscuro, y explora temas como la venganza, el poder y la lealtad. Con personajes memorables y una animación impresionante, Black Butler es una serie imperdible para los amantes del anime y los fanáticos del género gótico.
Conoce a los personajes de Black Butler
Grell Sutcliff
¡Grell es puro drama y lentejuelas andando! Exagerada, romántica hasta el exceso y con una fascinación por las tijeras (que, sí, usa para “empacar” a la gente), siempre roba cada escena como si fuera suya. Tiene un sentido del humor oscuro pero se siente encantadoramente vulnerable a veces —y sí, dice ser muy femenina y luego rompe todo en un arranque de entusiasmo, clásico—. Te juro que a veces parece una diva de teatro y otras una niña que encontró un juguete nuevo; no hay término medio con ella.
Ciel Phantomhive
Ciel es el aristócrata taciturno, frío y calculador que manda desde la sombra, con una mirada que te atraviesa y no perdona tonterías. Tiene una lista de prioridades rarísima: venganza, deber, té (sí, y también un poco de moda exquisita), y todo ejecutado con precisión militar. Hay un niño ahí, claro, que a veces se asoma entre protocolos —y luego desaparece en su disfraz de amo implacable—; esa mezcla te descoloca y fascina. Es el tipo que planea cinco jugadas por delante y aun así pierde el autobús porque mira demasiado el cielo; contradicciones lindas.
Sebastian Michaelis
Sebastian es la perfección hecha mayordomo: elegante, letal y con una sonrisa que no presagia nada bueno. Hace de todo impecablemente —desde limpiar una taza hasta desmembrar a un enemigo en dos segundos— y siempre con ese tono educado que da frío. Tiene un gusto por las cosas finas (y por poner todo en su sitio), aunque a ratos se permite bromas oscuras que te recuerdan que no es humano; le encanta el drama, pero lo controla con una mano de seda. (Y sí, cree que “obedezco” es arte, pero hay algo simpáticamente sarcástico en cómo lo dice.)
Mey-Rin
Mey-Rin es la típica doncella torpe y adorable… hasta que entra en modo francotirador mental y te deja boquiabierto. Es adorablemente insegura, se confunde con las cosas, tropieza y luego, sin avisar, maneja un rifle como si nada; dualidad total. Tiene un corazón grande y una lealtad feroz hacia la familia que la contrata, y guarda secretos de acero bajo su falda de encaje. A veces parece que se sueña a sí misma como heroína de novela romántica y al minuto siguiente está gruñendo porque rompieron su taza favorita —muy humana, muy real—.
Tanaka
Tanaka es ese viejo gruñón con un pasado militar que siempre sabe más de lo que deja ver, y con frases épicas como “en mis tiempos…” que tú adoras. Es despreocupado en apariencia, pero cuida la casa con un celo casi paternal (y un poco chinche, sí). Tiene manías curiosas, come comida picante a las tres de la mañana y se queja del ruido como si fuera dios del silencio; contradictorio y entrañable. No es quien brilla en batallas, pero si hay que mantener la calma en la tormenta, él ya tiene el plan listo (y un trago en la mano).
Finnian
Finnian, o Finny, es ese gigante con manos de cuidador: trabaja la tierra como si fuera terapia y al mismo tiempo es capaz de arrancar una puerta con la misma sonrisa boba. Es inocente, puro músculo con corazón de tulipán, protector hasta el exceso y a veces un poco despistado —pero en el mejor sentido, porque eso lo hace adorable. Tiene uno de esos humores infantiles que te derriten y al mismo tiempo unas ganas locas de destrozar cosas cuando se enfada, lo que es… confuso pero coherente de alguna forma. Ama las plantas, dice que los barrotes no son para abrazar pero los abraza en secreto (esto quizá no sea literal, o tal vez sí).
Alois Trancy
Alois es puro espectáculo: teatral, posesivo, exasperante y magnéticamente impredecible; te provoca risas y rechazo en la misma conversación. Tiene un ego gigantesco, una risa nerviosa que te estremece y una manera retorcida de atraer atención (a veces con crueldad, otras con un llanto infantil), y su pasado oscuro se asoma en cualquier momento. Puedes odiarlo y sentir lástima por él casi a la vez; esa combinación es lo que lo hace fascinante. Es un rompecabezas mal pegado: nobleza fingida, corazón roto, y una costumbre extraña de regalar caramelos que nadie quiere; sí, es un lío hermoso.
Snake
Snake es silencioso, inquietante y terriblemente eficiente; parece que cada movimiento suyo tuviera un propósito secreto. Habla poco (o nada) y mira con una expresión que no sabes si es desprecio o profundo aburrimiento, y eso lo vuelve más peligroso. Tiene hábitos extraños (colecciona cosas pequeñas, sí, cosas que uno no esperaría), y aunque parezca despiadado, hay momentos en que cuida de los que están cerca como si fuera un gato viejo. Es misterioso en plan “no me enteré de su biografía” y eso, honestamente, le queda perfecto.
Beast
Beast es la bestia literal y figurada: salvaje, primitivo y con instintos que te ponen los pelos de punta, pero con un punto de ternura que salta cuando menos lo esperas. Parece hecho para el choque —gruñidos, embestidas, presencia imponente— y luego te sorprende cuando protege a alguien con delicadeza casi ridícula. No habla mucho (si habla), pero su lenguaje corporal cuenta novelas; a veces es peligroso y otras veces parece un peluche gigante en modo defensa. Tiene hábitos extraños (come rápido, duerme raro, roba calcetines), detalles que lo humanizan aunque deje marcas en la pared.
Baldroy
Baldroy es el chef explosivo con bigote, temperamento corto y un talento para las artes culinarias y el armamento improvisado. Es bullicioso, canta mientras cocina y posiblemente exagera su pasado militar (o no, quién sabe), pero cuando hay que proteger la casa, aparece con pistolas y sartenes sin pestañear. Le encanta bromear sobre ser un asesino profesional a media jornada, pero también te prepara un estofado que cura hasta el alma; contradicciones deliciosas. Tiene un orgullo enorme por su cocina y una paciencia cero para idioteces, lo que lo hace el típico amigo que te salva el día y te grita por dejar las migas.
