Sobre Erased en pocas palabras:

Erased es una serie de anime y drama que sigue la historia de Satoru Fujinuma, un joven que tiene la habilidad de retroceder en el tiempo para evitar tragedias. Cuando su madre es asesinada, Satoru viaja en el tiempo para descubrir al asesino y evitar que suceda la tragedia. A medida que investiga el caso, Satoru se da cuenta de que su habilidad está relacionada con un incidente de su infancia y que debe enfrentar su pasado para salvar el futuro. La serie es emocionante, con personajes complejos y una trama intrigante que mantiene al espectador en suspenso hasta el final.

Conoce a los personajes de Erased

Satoru Fujinuma

Satoru es ese protagonista silencioso que en realidad no es tan silencioso cuando importa; tiene esta mezcla de calma como si siempre estuviera calculando y luego, de repente, hace algo impulsivo y te sorprende. Es tierno y testarudo al mismo tiempo —cuida de la gente como si fuera su responsabilidad sagrada— pero también es torpe con la vida diaria (se le caen las cosas, olvida las llaves, come ramen a las tres de la mañana). Su poder de “revival” lo convierte en un tipo obsesionado con las segundas oportunidades, aunque odia pensar en sí mismo como héroe. Ah, y parece serio, pero en el fondo tiene un sentido del humor medio raro que sale cuando menos te lo esperas.

Kayo Hinazuki

Kayo es frágil y feroz a la vez, la típica niña callada que carga con un mundo entero dentro; es como si tuviera un pequeño volcán emocional que solo a veces deja salir humo. Tiene una tristeza que te parte el corazón, pero también una resiliencia increíble —cuando decide que va a sobrevivir, te deja sin palabras—; es reservada pero no tonta, ojo. Tiene manías curiosas (se queda mirando una puerta ajena un rato, o tiene un peluche que no suelta), cosas que la hacen entrañable y un poco misteriosa. A veces parece distante y otras veces es sorprendentemente directa, como si cambiaran las estaciones en su ánimo.

Airi Katagiri

Airi es la compañera adorable que secretamente es más fuerte de lo que muestra; dulce, empática y con un radar para detectar cuando alguien está mal (no falla, en serio). Trabaja con Satoru y tiene este encanto cotidiano: ríe fácil, es práctica y a la vez un poco soñadora; no sé, tiene una especie de brillo tranquilo. Le encanta ayudar, pero también tiene su lado inseguro —no siempre sabe qué hacer con su valentía—; colecciona llaveros raros y canta en la ducha (dice que no, pero lo hace). Hay algo muy humano en ella, como si fuera el pegamento del grupo, aunque también guarda secretos pequeñitos que te hacen querer protegerla.

Sachiko Fujinuma

Sachiko es la mamá que te sorprende porque no encaja en el cliché de madre perfecta: es imperfecta, vivaz y con un pasado artístico (actriz, un poco dramática, pero auténtica). Tiene una intuición feroz y una lealtad que roza lo obsesivo cuando alguien que quiere está en peligro; no se anda con tonterías. Le encanta hablar en metáforas y cocinar (a veces quema los muffins, otras te hace la mejor sopa), y tiene una mezcla de humor y determinación que la hace inolvidable. Ah, y aunque es cariñosa, puede ser fría en decisiones importantes; no es blanda, para nada.

Jun Shiratori

Jun es ese personaje que nunca sabes si es sombra o alivio cómico, un poco ambiguo y con hábitos raros —lleva siempre una libreta, toma fotos en los lugares más insospechados y a veces se ríe cuando menos corresponde—. Tiene un aire de misterio que te hace desconfiar pero también te intriga; parece que guarda capítulos de su vida que no quiere abrir, y a veces actúa demasiado casual para ser honesto. Es charlatán cuando le conviene y después se cierra como un libro antiguo; contradicciones constantes, vaya. En resumen, es el tipo de personaje que te hace cuestionar todo y, aun así, terminas queriendo saber más (o eso siento yo, quizá me equivoque).

Kenya Kobayashi

Kenya es el amigo detective en potencia: curioso, observador y con una energía contagiosa que te arrastra a investigar cualquier tontería (y bueno, también las cosas serias). Le encantan los misterios, apunta todo, habla rápido y a menudo se entusiasma demasiado —pero su entusiasmo funciona, la verdad—; parece nervioso pero sabe mantener la calma cuando hace falta. Tiene esa lealtad de amigo de infancia que no se rompe, y una ternura torpe que sale en momentos raros (te regala snacks como gesto de apoyo, o te manda memes a medianoche). A veces se siente inseguro y otras como si tuviera la respuesta exacta en la punta de la lengua; un personaje con mil capas.

Gaku Yashiro

Gaku es el tipo que aparenta ser el profesor perfecto: tranquilo, elocuente, impecable… y sí, eso es exactamente lo que te mete el miedo en el cuerpo luego (no puedo evitar decirlo). Tiene una carismática máscara de sabiduría y amabilidad que oculta algo mucho más frío y calculador; es manipulado y manipulador al mismo tiempo, si eso tiene sentido. Ama el orden, la gramática perfecta y tiene una sonrisa que a veces parece demasiado medida (como si estuviera ensayada), y curiosamente le gustan las canciones antiguas de piano. Es elegante, peligroso en silencio y fascinante de observar —una contradicción encantadora y aterradora—.