Sobre Mieruko-chan en pocas palabras:

Mieruko-chan es una serie de anime que sigue la vida de una chica llamada Miko, quien tiene la habilidad de ver fantasmas y criaturas sobrenaturales. A pesar de su capacidad, ella intenta ignorarlos y llevar una vida normal, pero pronto se da cuenta de que estos seres están cada vez más cerca de ella. Con la ayuda de sus amigos, Miko intenta descubrir el origen de su habilidad y cómo detener la creciente amenaza de los espíritus. La serie combina elementos de comedia y horror para crear una experiencia emocionante y aterradora para los espectadores.

Conoce a los personajes de Mieruko-chan

Miko Yotsuya

Miko es ese personaje que intenta vivir como si nada mientras el mundo entero (literalmente) le mira raro detrás del sofá, y eso la vuelve a la vez increíblemente valiente y completamente humana. Finge despreocupación, sonríe en clase y luego en casa come flan a escondidas mientras se repite que “no pasa nada” — pero sí pasa, y vaya que pasa. Tiene una habilidad para aguantar la respiración emocional que da miedo, aunque un día la ves taaan seria y al siguiente se le escapa una risa nerviosa por algo ridículo. Ah, y colecciona pegatinas de gatos; dice que no le gustan las cosas monas, pero su estuche está lleno de eso, qué contradicción adorable.

Hana Yurikawa

Hana llega con esa vibra de amiga perfecta, arreglada, siempre amable, pero hay una especie de firmeza en ella que sugiere que sabe más de lo que cuenta (o que se ha leído demasiados manuales de exorcismo, quién sabe). Es dulce pero decidida, la que intenta ayudar con calma cuando Miko se queda sin palabras, y a veces actúa como si nada aunque en el fondo se lo toma todo muy en serio. Le encanta el té verde y los lazos en el pelo, aunque a veces sorprende lanzando frases directas y practicando movimientos raros con unas cuantas hojas — tipo, ¿ritual o hobby de jardín?—. Tiene una paciencia enorme, pero ojo: cuando se enoja se le nota en la mirada y ahí sí mejor apartarse un poco.

Yulia Niguredō

Yulia es la presencia elegante y un poquito inquietante; siempre impecable, con una sonrisa que puede ser cálida o escalofriante dependiendo de cuánta cafeína haya tomado ese día. Se mueve como si supiera todos los secretos de la ciudad y a la vez como si le diera igual si tú lo sabes o no; misteriosa y encantadora, y a veces demasiado teatral (pero en plan genial). Le gustan las cosas refinadas —música clásica, pasteles raros— y también colecciona objetos que a simple vista nadie entiende; es glamourosa y excéntrica a la vez. No sé si es amiga o antagonista a ratos, pero definitivamente no es aburrida, y eso ya vale mucho.

Zen Tohno

Zen tiene ese aire calmado de “no me impresiona nada” pero por dentro probablemente es una bolsita de té con ansiedad, aunque lo oculta magistralmente; tipo ninja del drama emocional. Protector en plan silencioso, aparece cuando se necesita y luego desaparece como si nada, y a veces te regala comentarios secos que son como bofetadas de realidad con cariño. Le gusta el pan tostado con mantequilla por la mañana (o eso he oído), y jura que no le afectan las cosas raras, pero una vez lo viste mirando fijo a una esquina durante demasiado tiempo y quedó claro que le afectan. Tiene un humor negro que sorprende, en el buen sentido, y es extremadamente leal aunque no lo diga mucho.

Godmother

La Godmother es esa figura enigmática que mezcla abuela cariñosa con oráculo misterioso; te da galletas (o te las ofrece) mientras suelta consejos que suenan a proverbio antiguo y a chisme del vecindario. Es maternal pero no ingenua: sabe más de lo que cuenta, a veces es tierna y otras veces te deja una sensación de “uh oh” que no sabes muy bien por qué. Le encanta tejer y tiene una colección de amuletos, pero también tararea canciones raras a media noche; a veces ayuda, otras veces parece que provoca las cosas, no sé, me confunde y me encanta. Parece simple pero siempre hay una capa más; es como una muñeca rusa de intenciones.

Kyōsuke Yotsuya

Kyōsuke, el hermanito (o hermano, depende de cómo lo mires), es una mezcla de niño travieso y mini guardian: a veces se comporta como si viviera en un videojuego y a la siguiente te suelta una frase sorprendentemente madura que te deja pensando. Es cariñoso, hace bromas pesadas pero luego se preocupa de verdad; no siempre entiende todo lo sobrenatural, lo que puede ser tanto adorable como problemático. Le encantan los snacks dulces, los juegos y meterse en líos, pero curiosamente también tiene una vena protectora que aparece en momentos raros e inquietantes. Es el tipo de personaje que te hace reír y luego te sorprende haciendo algo muy serio — muy impredecible, vamos.