Sobre Mob Psycho 100 en pocas palabras:

Mob Psycho 100 es una serie de anime que sigue la vida de un joven llamado Shigeo Kageyama, también conocido como Mob. A pesar de su apariencia tranquila, Mob posee habilidades psíquicas increíblemente poderosas. Él trabaja como asistente de un exorcista llamado Reigen Arataka, quien utiliza las habilidades de Mob para ganar dinero. A medida que la serie avanza, Mob se enfrenta a una variedad de enemigos psíquicos y aprende a controlar mejor sus habilidades. La serie es conocida por su animación única y estilo de arte, así como por su exploración de temas como la identidad, la amistad y el crecimiento personal.

Conoce a los personajes de Mob Psycho 100

Dimple

Dimple es ese espíritu pequeño con un ego del tamaño de un estadio, siempre vendiéndose como “el plan perfecto” y luego ¡zas!, desaparece… o vuelve con otra idea aún más loca. Es carismático, manipulador y sorprendentemente teatral, se cree influencer espiritual y a veces hasta firma autógrafos (no sé si eso pasó, pero me lo imagino). Tiene un lado casi dulce cuando las cosas le salen bien —o cuando le conviene— y de pronto te da un consejo que tiene sentido, aunque luego te pide algo raro a cambio. Ah, y le encanta la atención; muy probable que tenga una colección de fotos robadas de Mob o algo así.

Tome Kurata

Tome es la presidenta gloriosa del Club de lo Paranormal y vive por sus teorías conspirativas, con una energía que podrías embotellar y vender como “determinación pura”. Es valiente, un poco atolondrada y muy apasionada; si hay algo raro en la ciudad, ella ya tiene un plan (y snacks, siempre snacks). A veces actúa como si supiera todo cuando en realidad improvisa sobre la marcha, pero eso la hace aún más adorable y peligrosa a la vez. Ah, y tiene esa costumbre encantadora de nombrar los fenómenos como si fueran mascotas.

Musashi Goda

Musashi es el tipo musculoso que cree que la vida es una épica de samuráis, todo honor y dramaticidad, con poses exageradas y frases que suenan a trailer de película. En el fondo es un grandote con corazón de oro que quiere ser héroe de verdad (aunque a veces no sepa ni cómo usar un teléfono moderno). Habla mucho de códigos y batalla, pero se derrite con cosas pequeñas y, de repente, es el primero en cuidar a quien lo necesita; contradictorio, sí, pero genuino. Probablemente coleccione espadas a escala o réplicas —o galletas con forma de espada, nunca lo sabremos—.

Toichiro Suzuki

Toichiro tiene ese aire frío y calculador de líder con fronteras borrosas entre idealismo y locura; es carismático y peligroso, y siempre parece tener un plan maestro. Es serio, intenso y, a veces, dolorosamente humano debajo de la máscara de “revolucionario espiritual” (sí, suena dramático porque lo es). Puede ser cruel, pero también hay momentos en los que claramente siente culpa o nostalgia —como si fuera muy filosófico para su propio bien—. Tiene un gusto por lo teatral: discursos largos, miradas profundas, y tal vez… una taza de té elegante en la mano.

Sho Suzuki

Sho es la versión más afilada y fría del clan Suzuki: calculador, con una calma que te pone los pelos de punta, y con un magnetismo que hace que la gente lo siga aunque no entiendan por qué. Es práctico, implacable y a la vez hay un deje de tristeza, como si llevara una mochila de cosas rotas que nadie ve. No es de mucho hablar pero cuando lo hace, corta el aire; también puede ser sorprendentemente protector con ciertos individuos (escoge raro, pero los cuida). Pequeño dato inútil: probablemente tenga un peinado que siempre desafía la gravedad.

Arataka Reigen

Reigen es el maestro del “yo te vendo la solución” pero con un corazón raro que, sorpresa, funciona la mayor parte del tiempo: estafador profesional con ética inestable. Charismático, hablador y con una habilidad devastadora para convencerte de cosas que tú no sabías que querías creer; y sin embargo, cuando importa, saca una sabiduría real (sí, lo juró el fandom). Es egoísta y generoso a la vez: cobra caro, da consejos gratis y a veces se queda sin cena por ayudar —o eso dice—. Tiene mil excusas, un libro de técnicas inútiles, y una afición inexplicable por la sopa instantánea.

Katsuya Serizawa

Serizawa es el alma oscura y potente que te asusta al principio y luego te rompe el corazón lentamente; un chico con trauma, mucha rabia y una lealtad sorprendente. Su poder es brutal y su pasado es aún más bruto, pero cuando se acerca alguien que le importa, se convierte en un pilar (aunque lo guarde todo dentro). No es fácil con las palabras, pero sí con las acciones: protector, explosivo y con un gusto por la música rara —tipo guitarras metálicas a las 3 a.m.—. Contradicciones everywhere: serio pero con manías infantiles; duro pero cuida un cactus como si fuera su hijo.

Teruki Hanazawa

Teru empieza como el típico chico guapo y arrogante pero se derrite en dos episodios y se vuelve uno de los mejores ejemplos de “crecimiento personal” que se pueda pedir. Es orgulloso, estiloso y siempre con postura impecable, pero tiene un lado tierno que cuida mascotas peluches y regala flores (sí, flores). Fuerte y honorífico, pero también buen amigo y un poco dramático en sus propias reglas de conducta; le encanta la estética, los trajes y ser el caballero que entra de la nada. Pequeño detalle: probablemente tenga una playlist súper específica para pelear contra fantasmas.

Ritsu Kageyama

Ritsu es el hermano “cool” y ordenado en la superficie, pero con una fisura enorme de inseguridad que lo hace fascinante; supercompetente, táctico y con una mente de ingeniero emocional. Se esfuerza en controlarlo todo y, por eso, cuando su lado psíquico asoma, es como ver a alguien dudando de su propia sombra. Es calmado, sarcástico a veces y secretamente amante de hobbies nerds (bicis, robots y tal vez tartas caseras). Contradicción favorita: parece que tiene todo bajo control pero guarda un cajón lleno de cosas ridículas que nadie le pide.

Shigeo Kageyama

Mob es esa combinación perfecta de “no pasa nada” y “cuidado que explotas”, un chico tranquilo, casi monótono, que es una bomba emocional con poderes que no entiende del todo. Es amable hasta la médula, torpe con las palabras y sinceramente malo para presumir, pero cuando se enciende, el mundo cambia de color (literalmente, dramáticamente). Le importan las cosas simples: amistad, justicia, una buena taza de té, y evita llamar la atención aunque internamente le guste ser normal (irónico, ¿no?). Ah, y tiene manías adorables tipo contar baldosas y ponerse en blanco cuando siente cosas fuertes —es adorable y aterrador a la vez.