Sobre SK8 the Infinity en pocas palabras:

SK8 the Infinity es una serie de anime que sigue la historia de Reki, un estudiante de secundaria que es un apasionado del skateboarding. Un día, conoce a un misterioso estudiante transferido llamado Langa, quien es un snowboarder talentoso pero nunca ha montado en una patineta. Juntos, se unen para participar en carreras de skateboarding clandestinas conocidas como S, donde compiten contra otros skaters en emocionantes carreras llenas de trucos y peligros. A medida que avanzan en el mundo del skateboarding, Reki y Langa descubren más sobre sí mismos y su amistad se fortalece.

Conoce a los personajes de SK8 the Infinity

Reki Kyan

Reki es pura energía en dos pies y una tabla, ese amigo que te empuja a saltar sin mirar pero que también te cose un parche cuando te caes (sí, él sabe remendar cosas, no preguntes cómo). Sueña a lo grande, dibuja mil ideas para tablas en servilletas y a veces se queda dormido con un marcador en la mano; es súper optimista pero también terriblemente impaciente, lo cual es adorable y desastroso a la vez. Leal hasta el tuétano, monta en plan improvisado pero cuida sus boards como si fueran tesoros, y jura que cada tabla tiene una canción propia — lo cual probablemente es cierto, no sé, lo he visto hacerlo. En resumen: un tornado creativo, un poco desastre, y la clase de persona que no puedes evitar querer en tu equipo (aunque te arruine la camiseta favorita).

Langa Hasegawa

Langa es la calma encarnada, el típico chico tranquilo que cuando se sube a la tabla se transforma como por arte de magia; serio pero con un corazón enorme, no habla mucho pero cuando lo hace te sorprende. Viene del snowboard así que su estilo se siente como si la gravedad fuera opcional, elegante y frío y a la vez lleno de pequeñas chispas emocionales (se sonroja, sí, créeme). Parece despistado con el mundo cotidiano — pierde calcetines, olvida el móvil — pero cuando hay una carrera se vuelve totalmente concentrado, como si todo lo demás se diluyera. Tiene esa mezcla rara de poeta silencioso y atleta letal que te deja pensando “¿cómo puede ser tan tranquilo y tan intenso a la vez?”

Miya Chinen

Miya es el pequeñín prodigio, super rápido, estratégico y con una carita que engaña porque es feroz en la pista; planifica cada movimiento como si jugara ajedrez con ruedas. Es maduro en cosas raras (como tácticas y estadísticas), pero luego a la hora de comer puede que se le caiga todo el almuerzo al suelo y llore cinco segundos; es contradictorio y por eso lo queremos. Le encanta coleccionar cosas pequeñas — stickers, tickets, lo que sea — y tiene una mirada que te dice “te gané y no me arrepiento”, aunque a veces parece tímido. Finamente calculador y sorprendentemente tierno en momentos aleatorios, muy bueno en traducir presión en velocidad.

Hiromi Higa

Hiromi tiene esa vibra de líder contento de ser líder: organizado, serio cuando toca y bromista cuando nadie lo espera, un equilibrio raro que funciona a la perfección. Es metódico, planifica rutas y entrenamientos como si dirigiera una pequeña empresa de patinaje, pero también tiene un lado completamente impaciente con la lentitud — no con las personas necesariamente, más con la ineficiencia, ¿sabes? Le importan las reglas (a veces demasiado) pero también se le ocurre hacer cosas totalmente impulsivas como bailar en medio de la pista cuando suena una canción que le gusta; no siempre lo admitirá. Tiene un aire responsable que protege al grupo, aunque de vez en cuando olvida su propia chaqueta en algún sitio y vuelve por ella como si nada.

Kaoru Sakurayashiki

Kaoru es puro estilo y teatralidad, ese skater que convierte cada carrera en un espectáculo y parece venir de una película donde todo es rosa y pétalos — y sí, a veces llora con las flores, no sé por qué lo digo pero es verdad. Elegante hasta en la caída (casi), cuida su estética y sus movimientos como un artesano, con gestos exagerados que son adorables y un poco enigmáticos; hay que mirarlo dos veces. No es débil; bajo la apariencia delicada hay una determinación de hierro y una competitividad oculta que aparece cuando menos te lo esperas. Y sí, colecciona cosas lindas, habla con voz melodiosa, y de vez en cuando se pone serio como si guardara un secreto grande — que probablemente sea solo que no encuentra su otra calceta.

Kojiro Nanjo

Kojiro tiene esa presencia imponente, tipo muro humano con patines, serio, directo y con una frialdad que intimida, aunque en realidad se preocupa mucho por lo que le importa (pero no lo dirá en voz alta nunca). Es un rival duro, técnico y consistente, el tipo de persona que practica hasta que las manos le duelen; no es el más expresivo pero sus actos hablan fuerte, muy fuerte. A veces parece gruñón y otras veces aparece con un gesto raro de ternura — sí, soy testigo, lo vi alimentar a una paloma y luego volver a ser estoico — así que hay contradicciones que lo humanizan. Fuerte, profesional y con un código propio, Kojiro es el tipo que respetas incluso si te intimida un poquito.