Sobre The God of High School en pocas palabras:

The God of High School es un anime de acción y artes marciales que sigue la historia de tres estudiantes de secundaria que participan en un torneo épico para determinar quién es el más fuerte. Jin Mori, Han Daewi y Yoo Mira se enfrentan a oponentes poderosos y descubren una conspiración detrás del torneo. Con habilidades sobrenaturales y un gran espíritu de lucha, los tres amigos luchan por sus sueños y su amistad en una competencia que cambiará sus vidas para siempre. Con animación impresionante y personajes carismáticos, The God of High School es una serie emocionante que cautivará a los fanáticos del anime de todo el mundo.

Descubre a los personajes de The God of High School

Mori Jin

Mori Jin es un torbellino ambulante, puro músculo y sonrisa eterna, siempre listo para pelear y luego invitarte a comer. Es ese héroe despreocupado que vive en el presente, un poquito niño y a la vez capaz de partir montañas cuando se lo propone. Tiene un lado misterioso que aparece de vez en cuando como si alguien cambiara la emisora de repente — serio, intenso — y luego vuelve a contar chistes malos. Y sí, jura que no le gustan los postres… mientras se come el tercer pastel en la noche.

Daewi Han

Daewi Han es la roca silenciosa del grupo, serio, con códigos y muy leal; si te protege, te protege hasta el final. No es muy de palabras, pero sus acciones pesan muchísimo más que cualquier discurso épico. Tiene una calma casi clínica, piensa antes de golpear y eso lo hace peligroso en el mejor sentido. Ah, y siempre lleva chicles en el bolsillo; no preguntes por qué, es una costumbre rara que nadie entiende.

Mira Yoo

Mira Yoo es elegante y enigmática, parece que todo lo controla y a la vez guarda secretos como quien guarda recetas de cocina difíciles. Sabe leer la sala en un segundo y te suelta una frase que te deja pensando varias horas (o días). A veces está distante, otras te sorprende con un gesto inesperado — muy sutil, muy preciso. Le encanta el té verde a las tres de la mañana, aunque jure que no tiene manías.

Ilpyo Park

Ilpyo Park es puro fuego, orgullo al cuadrado y un temperamento que no entiende de medias tintas. Competitivo, dramático y a veces borde, pero con detalles terriblemente tiernos que nadie espera (sí, jura que odia los peluches y luego tiene uno escondido). Le encanta imponerse en todo, incluso en competencias absurdas como quién come más arroz, y eso lo hace inolvidable. A ratos parece villano de telenovela y al minuto siguiente está pidiendo disculpas con cara de niño; contradicciones forever.

Seungchul Baek

Seungchul Baek es el tipo tranquilo que impone respeto sin alzar la voz: presencia fría, mirada fija, preparado para cualquier cosa. Por fuera es eficiencia pura, por dentro quizás lea poesía o escuche baladas tristes — o eso dice, podría estar mintiendo, no lo sé. Es el que arregla líos con eficacia militar y sin tanto drama, un favor suyo vale oro. No es muy expresivo, pero guarda tarjetas de cumpleaños que nunca entrega y eso lo humaniza más que cualquier gesto grandilocuente.

Manseok Gang

Manseok Gang da la sensación de ser un señor enorme que podría aplastarte con la mirada y al mismo tiempo invitarte a su barbacoa familiar. Tiene un humor rudo, ama la comida picante y colecciona (dicen) platos de cerámica rotos — yo no lo vi pero suena bien. Es hiperprotectivo, ese tipo que aparece en todas las peleas para poner orden aunque a veces lo haga a los gritos. Cuando se enoja tiembla la habitación, pero luego se pone a contar chistes malos; un desastre adorable con cicatrices y mil historias distintas.

Gamdo Go

Gamdo Go es el comodín impredecible, con una risa que te da buena o mala idea según el día y una energía que lo hace imposible de etiquetar. Puede parecer bobalicón al principio, pero tiene trucos bajo la manga y un sentido del humor oscuro que, sorpresa, funciona. Se toma todo como un juego hasta que no, hasta que la cosa importa y se pone serio en un segundo. Siempre lleva algo raro en el bolsillo (un dulce, un token, un papel con un nombre) y jamás te contará por qué.