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¿Quién eres de ‘Tokyo Ghoul’ según tus preferencias alimentarias?

¡Bienvenidos al quiz ¿Quién eres de 'Tokyo Ghoul' según tus preferencias alimentarias?! Si eres fanático del anime o la serie de televisión Tokyo Ghoul, entonces este quiz es para ti. En este quiz, podrás descubrir qué personaje de la serie serías según tus preferencias alimentarias. ¿Eres un amante de la carne humana como Kaneki? ¿Prefieres el café como Touka? ¿O tal vez te gusta el dulce como Hinami? ¡Descúbrelo ahora mismo! Para comenzar, simplemente haz clic en el botón Comenzar a continuación y responde las preguntas con sinceridad. ¡Que comience el quiz!

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres de Tokyo Ghoul según tus preferencias alimentarias?

Sobre Tokyo Ghoul en pocas palabras:

Tokyo Ghoul es una serie de anime y manga que se desarrolla en un mundo donde los ghouls, seres humanos que se alimentan de carne humana, existen en secreto entre la sociedad. El protagonista, Kaneki Ken, se convierte en un ghoul después de ser atacado por uno y debe aprender a vivir en este nuevo mundo mientras lucha por mantener su humanidad. La serie explora temas como la identidad, la moralidad y la discriminación mientras sigue la lucha de Kaneki y sus amigos contra los ghouls y los humanos que los cazan.

Descubre a los personajes de Tokyo Ghoul

Big Madam

¡Big Madam es puro caos elegante! Es la dueña del restaurante más inquietante y llena el lugar de sonrisas que no sabes si te tranquilizan o te condenan, y de verdad parece que podría comerse el mundo con un tenedor muy antiguo. Tiene un aura maternal rarísima —protege con uñas y cuchillos— y a la vez es súper teatral, como si siempre estuviera actuando para alguien invisible. Ah, y tiene una risa que cambia de tono según la comida; no sé si eso lo soñé o lo leí en algún fanfic, pero queda bien.

Noro

Noro es el tipo que aparece y te destruye el día sin siquiera pestañear, frío pero hiper extraño; parece que no siente nada y a la vez lo sientes todo cuando está cerca. Su cuerpo es como una máquina, casi sin personalidad, pero hay momentos en que su mirada dice cosas muy complejas, ¿no? No habla mucho, y eso lo hace más aterrador; también, rumor dice que odia el silencio, aunque eso sería contradictorio con su calma mortal. A veces pienso que es más una fuerza de la naturaleza que una persona, igual que un coche que no frena pero con estilo.

Tatara

Tatara tiene esa vibra de jefe despiadado con un toque de carisma oscuro, lidera con una sonrisa que no llega a los ojos y con decisiones que te dejan temblando. Es calculador, frío, brutal, pero también tiene un gusto por lo dramático, como si le gustara que todo fuera una obra de teatro sangrienta. Se le ve tranquilo pero es puro fuego por dentro; en algunas escenas parece casi humano por un segundo y en otras es un monstruo sin remordimientos, y eso lo hace impredecible. Y sí, creo que colecciona tazas rotas o algo así, no estoy seguro, pero me gusta imaginármelo con una taza muy cara y rota.

Hinami Fueguchi

Hinami es lo más tierno y triste a la vez, una personita que te parte el alma y te hace querer romper todas las reglas por ella. Es valiente de una forma pequeña pero poderosa, y su lealtad te pega como un golpe suave; también tiene un lado infantil y otro sorprendentemente feroz cuando la cosa se pone seria. A veces parece que vive en dos mundos —inocencia y venganza— y eso la hace compleja, casi como un personaje de cuento que ya no puede volver atrás. Ah, y siempre me la imagino con una pelota gastada en la mano aunque solo sea porque sí, ¿no?

Roma Hoito

Roma es como esa presencia silenciosa que se filtra por las rendijas y te observa; elegante, calculadora y con ojos que saben demasiado. Le dan papeles que son una mezcla de ejecutor y psicólogo, la típica persona que disfruta el juego mental pero sin perder la compostura, y da un poco de miedo admitir que a veces me fascina. Tiene un aire de misterio clásico, como si viniera de una novela gótica pero en zapatillas, y a veces actúa con una calma casi cordial aunque vaya a clavar algo. Y no sé si esto tiene sentido, pero la imagino coleccionando bolsitas de té con nombres rarísimos.

Donato Porpora

Donato es el artista del caos, el tipo que sonríe mientras te explica la teoría del dolor y lo hace con pasión, no con crueldad vacía; es culto, raro y medio filósofo. Tiene manías teatrales, gestos muy medidos y un gusto por la extravagancia que lo hace inolvidable, además de esa risa que te queda grabada. Parece divertido, a la vez que peligroso, como ese amigo que te sugiere una idea loca y al final vamos todos al desastre; y sí, colecciona máscaras, o eso creo, o tal vez sombreros, me pierdo. Hay algo casi paternal en su manera de manipular, y por eso es tan perturbador.

Seidou Takizawa

Seidou empieza como el soldadito amable y luego se convierte en algo totalmente distinto; su arco es como una montaña rusa emocional y físicamente violenta. Al principio es torpe pero con buenas intenciones, y luego se vuelve imparable y tragicómico, literal mezcla de héroe frustrado y villano en entrenamiento. Tiene una mirada que cambia de “te ayudaré” a “te destrozaré” en segundos, y eso lo vuelve impredecible y trágico, además de sorprendentemente humano. A veces parece que sólo necesita un abrazo y otras veces que necesita un interrogatorio con luces, no sé, es confuso pero genial.

Yoshimura

Yoshimura es el padre ideal… con problemas, vamos, es dulce y paternal y a la vez guarda secretos enormes que te revientan el pecho cuando los descubres. Dueño de una cafetería que huele a nostalgia y café fuerte, tiene una calma que conforta pero detrás hay una fuerza que asusta; es el tipo que te da un plato caliente y después te dice la verdad más dura. Es sabio, cansado, amoroso y también culpable; eso lo hace precioso y trágico a la vez. Y juro que tiene un delantal con algún dibujo raro, lo imagino con manchas de salsa y la sonrisa más triste.

Eto Yoshimura

Eto es fuego, glamour y locura mezclados en una persona que parece disfrutar su propio misterio —y sí, es escritora y estrella de rock y monstruo, todo al mismo tiempo. Carismática, cruel cuando quiere, y con un sentido del espectáculo que te deja sin aliento, además de una ironía constante que es deliciosa. Tiene capas: la artista, la manipuladora, la herida, y a veces hablo de ella como si fuera una reina y otras como si fuera una niña salvaje, porque así la siento. Ah, y siempre la imagino con maquillaje exagerado y un bolígrafo afilado, listo para escribir cosas que rompen corazones.

Ken Kaneki

Ken es ese personaje que te atrapa y no te suelta, frágil, inteligente y con un dolor que se transforma en fuerza brutal; es el corazón de la historia, literal y metafóricamente. Pasa por mil fases —tímido, aterrorizado, oscuro, casi divino— y cada versión tiene algo que te desarma; es como ver a alguien reinventarse una y otra vez, y duele. Tiene una sensibilidad literaria (le gusta leer, obvio) y un instinto de supervivencia que le juega malas pasadas; también a veces actúa de forma ilógica, como si la rabia le ganara antes que la cabeza. Y por alguna razón siempre lo imagino comiendo ramen a media noche con cara de culpa, no sé por qué pero queda bien.